Alegría y desconsuelo en el deporte


Es incomprensible para mí observar a mucha gente llorando porque su equipo ha perdido un partido de fútbol, ¿acaso una contienda no trae como consecuencia que existan ganadores y vencidos?

La actitud de culpar al árbitro o al técnico de la derrota es muy infantil pues a mi parecer absolutamente todos los equipos que se presentan a un mundial cuentan con los mejores jugadores de sus respectivas naciones, acuden a cada partido a dar todo de sí, se esfuerzan y realizan todas las acciones humanamente posibles para conquistar la gloria del triunfo, si sabemos eso, ¿por qué somos tan duros al momento de juzgar su juego?

Cuando el desempeño no ha sido lo que la afición espera los involucrados de pronto se vuelven el blanco de todo tipo de críticas. Decir que a tal equipo le faltó garra, que otro no tuvo sed gloria, que fulano ya está quemado, que zutano se está poniendo viejito no es más que ser mal perdedores. Y eso no se queda únicamente en palabras, leí que al equipo costarricense le recibieron con insultos en su país. Eso no es justo.

Los medios de comunicación son los más duros al momento de juzgar a los participantes cuando han regresado tempranamente a casa, lo mínimo que expresan es que sus jugadores no mostraron contundencia ante un equipo que no era mejor que ellos; decir que sus jugadores solo les ha proporcionado decepción y tristeza como siempre es algo muy fuerte, que no merecen quienes deben haberlo dado todo en el estadio.
También es poco equitativo recibir como héroes a unos futbolistas por haber pasado a octavos. Ellos han ido a representar a su país, han ido a jugar y era su deber desempeñarse lo mejor posible porque se les paga muy bien por ello; están desempeñando un trabajo. Es verdad que han rendido de acuerdo con sus capacidades pero no realizaron acto heroico alguno. Un aplauso de bienvenida es suficiente. Porque si hay que homenajear a alguien por desempeñar bien sus labores, mejor deberíamos rendir honores a quienes a diario recogen nuestra basura y les pagan muy poco por eso.

El equilibrio entre el desborde de alegría desmedido por el triunfo de unos jugadores y la amargura absoluta por su derrota debe ser algo que debemos aquilatar y expresar en su justa medida.

El aumento del número de ricos


El martes tuve una alegría instantánea al leer en dos diarios diferentes que había aumentado la cantidad de ricos en el planeta.

Inmediatamente imaginé que en todo el mundo habrían puesto en marcha planes verdaderamente eficientes que por fin había llegado la justicia social a todos los sectores desfavorecidos del planeta y ahora podían contabilizarse el número de personas que ascendieron en la escala socio-económica de cada región.

El Tiempo de Bogotá tituló su artículo "Número de ricos en Latinoamérica aumentó el 9,7 por ciento en 2005"
y desafortunadamente se refería al número de particulares que vieron incrementar sus ganancias exponencialmente, de manera que si antes eran "simples" millonarios, ahora son multimillonarios, naturalmente en dólares, no es una de nuestras devaluadas monedas.

Mientras tanto el diario "El país" de España tituló la misma noticia: "España, en el 'top-ten' de los ricos" y relataba muy complacido el hecho que ese país por contar con 148.600 personas con activos mayores al millón de euros, actualmente está en la lista de los 10 países con mayor número de gente adinerada. Los nueve países restantes son:
"EE UU, con 2,67 millones de multimillonarios, seguido de Japón, con 1,41 millones; Alemania, con 767.000; Reino Unido, con apenas medio millón; Francia, con 367.000 personas; China, con 320.000; Canadá, con 232.000; Italia, con 198.000, y Suiza, con 191.000"
.
¿Es eso una gran noticia?

Ya todos sabemos que en esos países se ha acumulado la mayor riqueza del planeta. Posiblemente poseen una mente más creativa y no temen invertir y comenzar grandes proyectos. Pero fuera más esperanzador que supiéramos que ha bajado la miseria en África y en nuestro continente, que nunca más morirán niños por la desnutrición, el abandono y la falta de atención médica.


El mundo no necesita que la riqueza esté en un puñado de familias. Fuera realmente encantador que la prensa nos dijera que la mayoría de la población tiene un trabajo digno, con un salario decente de acuerdo con sus capacidades; que hoy nadie se ha humillado para no perder su empleo; que ya no habrá niños trabajando en la calle sino que todos han ido a estudiar y a prepararse para sobrevivir cuando sean adultos…­

Y para terminar sueño que los diarios digan algún día que los tratados comerciales respetarán la postura de nuestros campesinos que no son subvencionados por el gobierno y que en cambio de enviar sus productos con bajos aranceles para ellos enriquecerse más, deberían venir a enseñar nuevas técnicas de cultivo para que poco a poco la balanza de la desigualdad económica se equilibre, y también sería maravilloso que mañana todos tengan un techo para albergarse y regresen felices a sus viviendas porque encontrarán qué comer.

El mundial de fútbol


Hoy que todo la gente está hablando de balón pie, debo resignarme a aceptar que tengo que estar a tono con los tiempos, es por ello que escribiré algunas cosillas al respecto.

Según leí una crónica en el diario El país, todo comenzó en el año 1930 en Uruguay, fueron pocos los países europeos que participaron en aquella ocasión, debido, supuestamente, al alto costo que representaba desplazarse hasta el sur del continente americano. Únicamente Bélgica, Francia, Rumania y la antigua Yugoslavia vinieron a nuestra América.

No hubo los juegos preliminares de eliminatorias, como en la actualidad, sino que aquello fue fruto de las invitaciones hechas. Aunque fue un argentino el máximo goleador, fue el francés Laurent que pasó a la historia deportiva como el jugador que anotó el primer gol.

De aquella época a la actual hay años luz de diferencia en lo que respecta a reglamentaciones, exigencias para participar, número de equipos, calidad de los juegos y sobretodo la tecnología de las comunicaciones que nos permiten contemplar en vivo cualquier movimiento de los participantes. Y no sólo eso, existen portales de Internet (yahoo.fr) y diarios como El País y Le Monde que pasan en tiempo real los datos de los encuentros futbolísticos para aquellos que por alguna razón no pueden verlo en TV.

Cómo habrán cambiado las cosas que yo, que no sé nada de ese deporte, ni me ha interesado en absoluto estoy este momento escribiendo acerca de él debido a la gran publicidad que han desplegado los medios de comunicación; hasta ofrecen enviar la información minuto a minuto al teléfono móvil.

Es que en la actualidad el marketing ha invadido al mundo y han demostrado que pueden hacer florecer la industria que ellos deseen y cuando ellos lo crean conveniente. Pero no solo son los fabricantes de balones, camisetas y artículos deportivos quienes están en la mira de las agencias publicitarias, sino cualquier almacén, centro comercial o cualquier persona que haya deseado mejorar sus ventas en estos días han acudido a la estratagema de rifar entradas al mundial de fútbol por una compra por cierta cantidad de dinero.

Parece que la mayoría de la población no se ha enterado que las entradas al mundial han sido vendidas a través de Internet, había que inscribirse hasta cierta fecha y esperar a salir en un sorteo. Los boletos podían ser pagados únicamente con tarjeta Master card, han sido vendidos a título personal sin derecho a ser transferidos. Todo ello con el fin de tener más seguridad en los estadios alemanes.

¿Cómo podrían algunas agencias de viajes incluir hasta cuatro entradas al mundial si prácticamente los espectadores pudieron ser escogidos a través del ordenador? Las entradas fueron rifadas pues la demanda ha sido más grande que la oferta

Pero la celebración del mundial no solo trae grandes entradas de dinero a los medios, a los vendedores de televisores y a las tiendas de ropa especializada sino que es una fuente de ingresos en los sectores turísticos, a las industrias alimenticias y sobretodo a las industrias de cervezas y de toda clase de bebidas.

Parecería que el mundo occidental
se paralizara durante unos días. Al menos supe de algo muy sui géneris que sucedió en uno de los países sud americanos participantes: el presidente de la república decretó asueto en la tarde del viernes pasado para que sus conciudadanos vieran actuar a su selección… ¡Qué cosas! Estoy segura que si en la actualidad viviera Karl Marx diría que se ha dado cuenta que el verdadero opio de los pueblos es el fútbol y después la religión.

Alcohol y alcoholismo II


Cuando alguien habla acerca del consumo de drogas todos se ponen alertas pues inmediatamente se asocia con sustancias psicotrópicas, con estupefacientes. Pero deberíamos tener presente que el alcohol es también una droga.
Al asumir el tema de las drogas, como el alcohol, hay que hacerlo con la responsabilidad y la objetividad que requiere, no hay que tomarlo a la ligera ni hay que darle un sentido figurado. El gran dinamismo que encierra su continua utilización y su enorme complejidad son causas para que exista verdadero que-me-importismo alrededor del tema.
El alcohol produce dependencia y tolerancia, afecta de una u otra forma el bienestar de quienes lo consumen y pone en peligro
la tranquilidad y la vida de quienes rodean al adicto.

¿Por qué consumen alcohol?

Como he dicho en el artículo anterior el alcohol es la droga social por excelencia, por ello es muy difícil precisar si quien bebe licor lo hace por necesidad porque ya es adicto, por sentir placer alguno o si es de esos individuos que no suelen decir no. Habría que saber los límites

Posiblemente, según aseguran quienes consumen bebidas alcohólicas con frecuencia, encuentran atractiva la euforia que les causa en un comienzo; aunque no se dan cuenta que ella luego deviene en depresión por inhibición y por una disminución de la precisión y del rendimiento.

A otros les atrae la desinhibición que sienten luego de haber bebido unos tragos de licor sin darse cuenta que cada vez necesitarán consumir más para llegar a ese estado y la ingestión prolongada de alcohol es causa de problemas digestivos como la gastritis por la lesión de la mucosa, con inapetencias, náuseas y problemas hepáticos.

¿Es realmente un problema su consumo?

Naturalmente, puesto que la ingestión frecuente de alcohol no solo produce dependencia como cualquier otra droga (ya lo expresé), sino que puede provocar infinidad de inconvenientes de diferente índole.

Uno de los grandes problemas que ha traído el consumo de alcohol ha sido el relacionado con la conducción de vehículos en estado etílico y los terribles accidentes de tránsito causados por la irresponsabilidad de conducir en dicho estado.

Hay quienes creen que si únicamente consumen los fines de semana o días feriados tendrán cinco días para desintoxicarse, pero no es cierto, a este grupo pertenecen aquellos que llamamos alcohólicos sociales. Claro está que no hay nada malo en beber de vez en cuando una copa de vino con las comidas, hablo del exceso.

Son muchísimos quienes relacionan el consumo de bebidas alcohólicas con el estilo de vida, con las maneras de divertirse, con las pautas de educación familiar predominantes y últimamente lo vinculan con el deporte pues los clubes deportivos han comenzado a ser patrocinados por fábricas de bebidas alcohólicas y la consecuencia ha sido el creciente consumo de licor.

La Organización Mundial de la Salud ha señalado al alcoholismo como la tercera causa de muerte en el mundo y son precisamente los medios de comunicación quienes son directos responsables del aumento del consumo. Si se quiere prevenir el abuso del alcohol se debería prohibir la publicidad de esos productos en acontecimientos masivos; así como también no permitir que los futbolistas lleven impresos en sus camisetas marcas de licores o cervezas.

Si vas a conducir no consumas licor, recuerda que te esperan intacto en casa.

El día del niño


Otro día sigo con el tema del alcohol.
No logro establecer en mi mente el enorme motivo que puedan tener quienes han determinado un día para “acordarse de los niños”.

¿No están ellos todos los días muy cerca de nosotros?
¿Qué han sacado hasta el momento ellos con esa celebración?
Me parece que algunos caramelos y que por lo menos en ese día la mayoría de profesores se porten más humanos y a lo mejor les brinden un poquitín de ternura.

Pero el panorama mundial respecto de la infancia sigue en estado lamentable pues la cifra de niños maltratados no se ha reducido. Hasta me impactó la noticia que escuché ayer en CNN respecto de unos pedófilos en Holanda que desean que los acepten como partido político para aprobar sus prácticas sexuales con niños desde los 12 años. ¿No habrá leyes en ese país que castiguen a quienes abusan de esa manera de los pequeños?

Fuera magnífico que un día como hoy quedara terminantemente prohibida la explotación de los niños y se terminara para siempre el penoso trabajo infantil. El buen trato a las criaturas debe comenzar en el hogar, sería bueno por comenzar a preguntarnos si conocemos bien a nuestros hijos:
¿Cuál es su libro preferido?
¿Quién es su mejor amigo?
¿Qué es lo que más lo alegra?
¿Qué situación lo entristece?
¿Hay algo que le cause miedo o temor?
¿Qué música le agrada?
¿Existe alguna película que le guste particularmente?
¿Cuál es su comida predilecta?
Si un hijo pudiera volverse invisible, sabríamos ¿qué haría?
Para conversar o estudiar, ¿cuál es su tema preferido?
¿Cuál es el color de su predilección?
¿Cuenta con confianza sus preocupaciones?
¿Interioriza normas y límites?
¿Cómo está su autoestima?
No está todo lo que deberíamos saber de ellos, pero para empezar eso basta.

El 20 de noviembre ha sido institucionalizado como el Día Internacional de los Derechos del Niño o Día Universal de la Infancia; pero cada país ha tenido la libertad de festejarlo en la fecha que a bien hayan tenido las autoridades de escoger.
Argentina: segundo domingo de agosto.
Bolivia: 12 de abril
Brasil: 12 de octubre.
Colombia: último sábado de abril.
Chile: 9 de agosto.
Ecuador: 1 de junio.
Paraguay: 30 de abril
Perú: Tercer domingo de agosto.
Uruguay: tercer domingo de junio.