Alcohol y alcoholismo II


Cuando alguien habla acerca del consumo de drogas todos se ponen alertas pues inmediatamente se asocia con sustancias psicotrópicas, con estupefacientes. Pero deberíamos tener presente que el alcohol es también una droga.
Al asumir el tema de las drogas, como el alcohol, hay que hacerlo con la responsabilidad y la objetividad que requiere, no hay que tomarlo a la ligera ni hay que darle un sentido figurado. El gran dinamismo que encierra su continua utilización y su enorme complejidad son causas para que exista verdadero que-me-importismo alrededor del tema.
El alcohol produce dependencia y tolerancia, afecta de una u otra forma el bienestar de quienes lo consumen y pone en peligro
la tranquilidad y la vida de quienes rodean al adicto.

¿Por qué consumen alcohol?

Como he dicho en el artículo anterior el alcohol es la droga social por excelencia, por ello es muy difícil precisar si quien bebe licor lo hace por necesidad porque ya es adicto, por sentir placer alguno o si es de esos individuos que no suelen decir no. Habría que saber los límites

Posiblemente, según aseguran quienes consumen bebidas alcohólicas con frecuencia, encuentran atractiva la euforia que les causa en un comienzo; aunque no se dan cuenta que ella luego deviene en depresión por inhibición y por una disminución de la precisión y del rendimiento.

A otros les atrae la desinhibición que sienten luego de haber bebido unos tragos de licor sin darse cuenta que cada vez necesitarán consumir más para llegar a ese estado y la ingestión prolongada de alcohol es causa de problemas digestivos como la gastritis por la lesión de la mucosa, con inapetencias, náuseas y problemas hepáticos.

¿Es realmente un problema su consumo?

Naturalmente, puesto que la ingestión frecuente de alcohol no solo produce dependencia como cualquier otra droga (ya lo expresé), sino que puede provocar infinidad de inconvenientes de diferente índole.

Uno de los grandes problemas que ha traído el consumo de alcohol ha sido el relacionado con la conducción de vehículos en estado etílico y los terribles accidentes de tránsito causados por la irresponsabilidad de conducir en dicho estado.

Hay quienes creen que si únicamente consumen los fines de semana o días feriados tendrán cinco días para desintoxicarse, pero no es cierto, a este grupo pertenecen aquellos que llamamos alcohólicos sociales. Claro está que no hay nada malo en beber de vez en cuando una copa de vino con las comidas, hablo del exceso.

Son muchísimos quienes relacionan el consumo de bebidas alcohólicas con el estilo de vida, con las maneras de divertirse, con las pautas de educación familiar predominantes y últimamente lo vinculan con el deporte pues los clubes deportivos han comenzado a ser patrocinados por fábricas de bebidas alcohólicas y la consecuencia ha sido el creciente consumo de licor.

La Organización Mundial de la Salud ha señalado al alcoholismo como la tercera causa de muerte en el mundo y son precisamente los medios de comunicación quienes son directos responsables del aumento del consumo. Si se quiere prevenir el abuso del alcohol se debería prohibir la publicidad de esos productos en acontecimientos masivos; así como también no permitir que los futbolistas lleven impresos en sus camisetas marcas de licores o cervezas.

Si vas a conducir no consumas licor, recuerda que te esperan intacto en casa.

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