El último escape de Pinochet


Después de haber leído un sinnúmero de relatos relacionados con las atrocidades cometidas durante la dictadura de Augusto Pinochet en Chile, quedé medio paralizada al observar en los noticieros cómo hubo cientos de personas que despidieron cariñosamente al sanguinario militar. Supongo que serían los familiares de los pocos privilegiados del largo y nefasto régimen que él presidió.

Si bien durante su dictadura el tirano logró un impulso neoliberal en la economía chilena de la mano de la escuela de Chicago que estuvo a cargo de la Hacienda nacional, e instaló las bases para que luego los civiles llevasen a su país a un mayor desarrollo, ello no borra los excesos y los atentados contra los derechos humanos cometidos bajo su mando. El fin no justifica los medios. Hay quienes aseguran que dejó un país mucho mejor del que recibió, eso es discutible pues es preferible comer sólo un mendrugo de pan al día tranquilamente, que cotidianamente saborear exquisitos filetes de salmón con el temor que en cualquier momento el ejército allane nuestro domicilio, nos lleven presos y nos torturen hasta morir sin saber por qué.

Cuando Pinochet entregó nuevamente el poder a los civiles, no se retiró realmente del mando, él consiguió ser senador vitalicio y por consiguiente obtenía así la inmunidad que le permitiría seguir por la vida sin ser juzgado por sus crímenes pues ella lo hacía casi intocable. Le duró hasta el 2000, año en que perdió dicho privilegio.

Para muchos de los que veían que en los últimos años era requerido este nefasto personaje una y otra vez por la justicia, les parecía extraño que persiguieran a tan “venerable” anciano; ello es debido a la falta de información, pues el asunto de la muerte de Allende y la larga dictadura de Pinochet es historia reciente y para mejor describir la personalidad y el poder que ostentó ese militar transcribo las palabras de “El País” de España del día 12 del presente mes:
“Porque la influencia política del fallecido no es sólo una cuestión de opiniones, como él mismo se encargó de recordar en diversas ocasiones. "El día que alguien toque a alguno de mis hombres se acaba el Estado de derecho", declaró poco antes de dejar el poder en marzo de 1990 sobre las acusaciones por violación de los derechos humanos que pesaban tanto sobre él como sobre algunos de sus colaboradores.”

El primero en intentar poner en el banquillo de los acusados a Pinochet fue el juez español don Baltasar Garzón quien en 1998 lo acusó de crímenes contra la humanidad, lástima que el Reino Unido, a pesar de tenerlo detenido durante 503 días no facilitó su extradición supuestamente porque no estaba bien de salud el desventurado. ¡Razones humanitarias para alguien que desconocía la compasión!

No sólo se contentó con asolar a su país durante la época del terror que él sembró sino que Chile se encontró en esos amargos años alejado del Estado de Derecho; según "El Tiempo":
“Durante su gobierno se abolió el debido proceso, y las leyes fueron reemplazadas por fusilamientos sumarios, torturas y desapariciones. Más de 3.000 chilenos fueron asesinados sin fórmula de juicio, miles más padecieron tortura y cerca de 30.000 tuvieron que salir al exilio.”

Además de cruel asesino también
la codicia fue parte de su esencia: “Se ha detectado una fortuna no inferior a 28 millones de dólares, camuflada en 125 cuentas con nombres falsos, que corresponden a él, su esposa y sus cuatro hijos. Nueve millones de ellos, depositados en Miami, fueron recuperados ya y entregados a la fundación que vela por las víctimas de la dictadura”.

A pesar de que sus últimos años los vivió en arresto domiciliario, el sátrapa no pagó por su ignominia pues la Justicia únicamente logró acorralarlo y no le pudo seguir un juicio coherente puesto que la edad y la supuesta mala salud del sujeto lo impidieron y en esta semana la muerte le ha dado la oportunidad de escapar una vez más, la última, sin rendir cuentas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

el problema con pinochet fue que el no fue de izquierda ni se alio con cuba, y hizo el temible horrible pecado de hacer reformas y manejar la economia de forma coherente y correcta.

si hubiera si aliado de fidel y hubiera destruido chile ( como hizo el general velasco en peru, desmondtutu en etiopia, mugabe en zimbawe, etc), y destruido la economia chilena asi hubiera sido un gran herore del tercer mundo, glorioso lider casi divino de los pobres , heroe del proletoreiado y sindicalista.


ese es el meollo del asunto

Rud dijo...

Estoy en desacuerdo con parte de lo que dices. Si bien es cierto que en muchos lugares han endiosado los sistemas socialistas, no es menos real que lo que vivió Chile durante la dictadura de Pinochet haya sido una época terrible sin Estado de Derecho. Nadie ha dejado de reconocer que ese señor sentó las bases para que aquel país se perfilara como la nación de mayor desarrollo económico en la región, pero chico, el fin jamás justificará los medios.
Muchas gracias por leerme. La página que me has recomendado está estupenda. ¡Felices pascuas!