Los buenos modales

Hay un dicho muy antiguo: lo cortés no quita lo valiente.
Tiendo a medir la cultura de un país por las expresiones de cortesía de sus habitantes. Hay lugares en donde “hábilmente” han formado sus propias expresiones gramaticales que les permita no expresar un “por favor” o tenga la gentileza de… ¿sería tan amable de pasarme aquello?

Nada cuesta saludar, dar las gracias, expresar algunas frases que hagan sentir bien, no sólo a nuestro interlocutor, sino a aquellas personas que encontramos en la calle, en un medio de transporte colectivo, en una oficina o en un foro.

He observado que en la mayoría de foros, de repente, se meten personas muy descorteses, gente resentida o con múltiples problemas sin resolver que las llevan a tratar mal a quienes han escrito ciertos artículos o a quienes desprevenidamente han expresado sus particulares puntos de vista.

Un foro virtual debería ser un sitio en donde podamos enriquecer nuestra mente leyendo las opiniones críticas, inteligentes, cultas, bien redactadas y acertadas. No debería ser un lugar de enfrentamientos hostiles.

Creo que la cortesía es el primer paso de un comportamiento civilizado, es característica de las personas que han sido bien educadas, tranquilas, que desean establecer relaciones duraderas. Los buenos modales se aprenden desde el hogar, las personas adultas debemos dar ejemplo de ello y más aún los personajes públicos.

Cuando hay en el poder gobernantes intolerantes, de malos modales, prepotentes y sin la menor consideración cuando se expresan de sus adversarios; los niños y adolescentes han de copiar también ese comportamiento que ven en el presidente de su nación. Y es que ser el encargado de dirigir los destinos de un país no ha de hacer olvidar que quien ejerce dicho cargo ha sido elegido para representar a un País y por consiguiente cuando un Presidente habla lo está haciendo en nombre de sus conciudadanos.

No pueden ser causa de hilaridad las expresiones indecentes, irrespetuosas, fuera de tono, nada diplomáticas y hasta grotescas de una persona que detenta el poder, pero que carece de la suficiente inteligencia como para pensar que debe dar ejemplo de seriedad, ecuanimidad, cortesía o por lo menos que, atendiendo al protocolo contenga su vehemencia.

El hecho que haya quienes no estén de acuerdo con su gestión no le da derecho a nadie, por más presidente que sea de cualquier Nación, para lucir sus modales arcaicos, su total falta de diplomacia; por lo menos debería pensar en el respeto que le debe a sus dignos electores.

Todo gobernante debería saber que no son las ofertas de campaña las que construyen un país más amable, sino esos detalles de cortesía y cordialidad pues la verdadera democracia debería cimentarse en la tranquilidad, en los buenos modales y en las cosas simples de nuestra cotidianidad.

El cumpleaños de un hijo


El 5 de mayo del año pasado escribí acerca de las expectativas que tenemos las madres cuando esperamos el dichoso nacimiento de un hijo pues él trae consigo la luz de la esperanza. Si es maravillosa la espera y su advenimiento, es mucho más grande y fascinante el cúmulo de alegrías que día a día nos da nuestro retoño y la dicha de verlo crecer poco a poco rumbo a su autosuficiencia.

Y si ya ha crecido lo suficiente, física e intelectualmente, es muy gratificante y enriquecedora la relación con él, con su basta cultura, pues detrás de cada palabra suya o de cada expresión podemos hallar un fantástico mundo de oportunidades de aprendizaje y de actualización que nos conduce a fortalecer nuestras neuronas cerebrales y mantener la frescura del conocimiento actual.

Si la vida de un hombre se representa como un grano de arena perdido en el universo ¿Cómo he de representar la sempiterna existencia de un hijo que ha venido a llenarme de felicidad y tanta gente le recuerda con cariño que no es una casualidad?

¡Feliz cumpleaños, mi muchacho! Eres la consecuencia de un sueño vivido, tu sonrisa la llevo siempre conmigo y flotará perennemente en las aguas del tiempo. Esta noche veré una estrella fugaz por ti.

Gracias por la magia vivida todos estos años. Nunca olvides que has recibido como herencia la conciencia del asombro.
Meinen Glückwunsch zum Geburtstag.

Guantánamo


Hace cinco años llegaron a la prisión estadounidense de Guantánamo, situada en Cuba, los veinte primeros prisioneros provenientes de Afganistán. Luego, cerca de 800 prisioneros, en su mayoría sospechosos de ser ex-talibanes o supuestos integrantes de un también supuesto grupo terrorista: Al-Quaeda.

Según yahoo.fr, Amnistía Internacional ha manifestado que ningún individuo puede estar desplazado, fuera de la protección de la Ley y ningún gobernante puede situarse por encima del Derecho. El gobierno estadounidense debe parar esa parodia de justicia y cerrar Guantánamo inmediatamente.

¿Cómo ha podido la comunidad internacional dejar que haya gente detenida indefinidamente, pisoteados todos sus derechos, sin poder tener contacto con su familia, sin abogados, sin haber sido condenados en un juicio justo y siendo humillados y
torturados con castigos denigrantes e infamantes?

Hoy activistas de todo el mundo occidental convocados, por Amnistía Internacional,
salieron a la calle a manifestar su desacuerdo no sólo con las prácticas inhumanas de ciertas cárceles sino exigiendo el cierre de la prisión de Guantánamo. A esas protestas se ha sumado el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon.
Todas las personas decentes deberíamos adherirnos a dicha protesta.

La pena de muerte

Necesariamente debo comenzar el año con la noticia más publicada en los últimos días de diciembre anterior: la ejecución del ex presidente Irakí Sadam Hussein. Como lo dijo Le Monde, Sadam ha sido ejecutado al alba, del sábado 30 de diciembre. La condena fue debida a la ejecución de 148 chiíes en 1982 en Duyail, al norte de Bagdad, además de haber sido acusado de haber provocado decenas de miles de muertes. Eso me hace recordar unas palabras de Albert Camus: “La tiranía totalitaria no se edifica sobre las virtudes de los totalitarios sino sobre la falta de los demócratas.

¿Si la pena de muerte constituye una vulneración del derecho a la vida contemplada en Los Derechos Humanos, por qué existe aún? El poder punitivo del Estado, a mi juicio, no puede penetrar en el ámbito del derecho fundamental a la vida.

¿Por qué ejecutaron a Sadam Hussein y no a Pinochet (por ejemplo) que contaba con más horrores en su haber criminal o a quienes invadieron a Irak y han producido cerca de cien mil muertes?


La pena de muerte podría ser comprensible desde el punto de vista individual, por ejemplo si han violado y asesinado brutalmente a una niña seguro que su padre querrá terminar con la vida del sujeto que cometió la falta;
pero es absolutamente inconcebible desde el punto de vista social. La legislación no puede dictar leyes inspirándose en las emociones de los que sufren de cerca un crimen.

La sociedad debería ver al delincuente como un individuo que, a pesar de haber cometido una infracción al orden establecido, de todas maneras es un ser humano con sueños, problemas y posiblemente con falta de afectos y posibilidades económicas escurridizas.

Después de muchísimos años de evolución jurídica la mayoría de regímenes más civilizados han eliminado de sus Códigos Penales la aplicación de la pena capital puesto que se trata de un castigo irreversible entrañando de esa manera la posibilidad que sean ejecutados inocentes, pues quienes están frente a la administración de Justicia no son infalibles y puede haber ocasiones en que las evidencias o pruebas de los delitos no sean tan claros, pero que exista una presión colectiva que incida en la decisión final de los jueces.


Tal sería el caso en que ha habido violadores asesinos en serie, de pronto la policía da con alguien con un perfil muy semejante al posible delincuente, no tiene coartadas y encima el populacho quiere despedazarlo creyéndolo culpable. He ahí el caldo de cultivo para que un juez se confunda.


En las naciones en los que está vigente no atenúa en modo alguno los niveles de criminalidad. Además no se le puede conceder a un juez poder para decidir sobre la vida de una persona, puesto que hay alternativas plenamente válidas para obtener un castigo eficaz de los delitos y eliminar el potencial peligro que puede suponer que un delincuente, posiblemente de alta peligrosidad transite libremente por las calles.

Como muestra de que una mala administración de Justicia puede enviar al cadalso a algunos inocentes hay un ejemplo muy reciente: cinco enfermeras búlgaras y un médico palestino han sido condenados a muerte en Libia por considerar probado que infectaron deliberadamente a cientos de niños con el virus del VIH; la comunidad internacional cree que ellos únicamente son chivos expiatorios de la negligencia en la Sanidad local.

Volviendo al tema de Hussein, según el diario El Mundo de España, al menos 70 personas han muerto y más de una veintena han resultado heridas como consecuencia de una cadena de atentados con auto bomba perpetrados en Bagdad. La violencia engendra violencia y ahí tenemos una rápida respuesta a la ejecución que los insurgentes sunitas leales al ex dictador Sadam Husein han hecho sentir. ¿Qué han ganado Irak y USA con esa ejecución?

La pena de muerte es un acto cruel e inútil que no resuelve nada, en pleno siglo XXI es un mecanismo caduco, arcaico, deshumanizado e inequitativo. Y aunque se reconozca que el condenado haya perpetrado algunos delitos, arrancándole la vida se ha incurrido en el mismo crimen; ahora sus jueces son muy semejantes al ejecutado.

Y respecto de Sadam, es probable que sus seguidores luego lo adoren como a un mártir. Según El Tiempo de Bogotá, La ejecución de Sadam llevaría a una continuación e intensificación del terrorismo sunita, por lo menos durante varios meses. Oficialmente la ONU siempre se ha opuesto a la pena capital, ¿por qué su secretario general, señor Ban Ki-moon no se pronunciaría condenando la ejecución de Hussein?