La intervención

En principio las personas no somos sujetos inmediatos de las normas del Derecho Internacional Público, por lo tanto éste se define como el conjunto de principios que regulan las relaciones jurídicas de los Estados entre sí, ellos son en realidad las únicas entidades del Derecho Internacional Público; es decir, que este Derecho comprende especialmente normas establecidas por vía consuetudinaria para regular las relaciones entre los Estados, creando obligaciones, responsabilidades y derechos para todos ellos.

Esos principios
, al igual que en el derecho en general, son de carácter prohibitivo e imperativo, pues el Derecho Internacional Público ha establecido mecanismos coercitivos, tanto de carácter jurisdiccional como de presión física y moral, así tenemos por ejemplo:
La Corte Penal
La Corte Internacional
de Justicia y
El Consejo de Seguridad de la ONU.

Existen
Corrientes que niegan el carácter jurídico
del Derecho Internacional Público, ellas son:
Simple política internacional Adolfo Luzón y Karl Olivercrona
Simple conjunto de normas morales (Hobbes)
Derecho sui géneris (Félix Somló)
Derecho imperfecto.

Personalmente me inclino por quienes afirman que ese Derecho no es realmente jurídico o no pesa verdaderamente en las relaciones Internacionales. Por ejemplo en caso de intervención. Pero ¿qué es eso?

Intervención
, desde el Derecho Internacional, es la acción de un Estado o de una organización Internacional que se injiere, por la fuerza o por la amenaza de recurrir a ella, en los asuntos internos de otro Estado.

El artículo 2, párrafo 7 de la Carta de las Naciones Unidas dice que “Ninguna disposición de la presente carta autoriza a las Naciones Unidas a intervenir en los asuntos que pertenecen esencialmente a la competencia nacional de un Estado”.
Una cosa es el mando sobre un papel y otra en la realidad; tenemos muchos casos de intromisiones de mandatarios de ciertos países en los asuntos internos de otros.
En algunas ocasiones es tan fuerte la injerencia externa que llega a traer como consecuencia una acción para hacer predominar el criterio o la voluntad del que interviene.

Por ejemplo: Hay gobernantes de países que se sienten bélicamente fuertes que se niegan a seguir una relación comercial con otro cuando no logran que sus pedidos se impongan en la nación que está en inferioridad de condiciones.

No es saludable para ningún Estado soberano que su gobernante siga instrucciones de gente extraña a los suyos, cada gobernante debe saber que la injerencia indebida de un Estado en los negocios internos o externos propios de la soberanía de otro Estado puede acabar muy mal.
Es muy diferente si un mandatario busca ayuda en el extranjero para tratar de solucionar algún problema interno que se le ha ido de las manos, y
emplea todos los recursos posibles para llevar a feliz término sus propósitos sin que prevalezcan los criterios y métodos de otro jefe de Estado.
Una cosa es ayudar en cierta lucha y otra muy diferente querer imponer condiciones antojadizas cayendo en flagrante intervencionismo.

2 comentarios:

LuChO dijo...

En mi opinión, yo estoy totalmente de acuerdo con lo que se propone ya que se son bases fundamentales de un gobierno y sobretodo si aplica la democracia. Estos son de los momentos en que se ve diferida la importancia que se le ha dado durante tantos siglos; así que en atribución a este texto, me gustaría formularte la siguiente pregunta: ¿qué solución le darías a este tipo de problemas y en qué afectaría esa solución al país?

Rud dijo...

¡Hola!
Existen reglas del Derecho Internacional que son muy claras al respecto. Todos los países que hemos firmado la Carta de la ONU nos hemos comprometido a respetar la soberanía de nuestros “co-asociados”.
Sé que muchas veces esos preceptos sólo son de papel, pero el principal objetivo de la ONU es la solución pacífica de las controversias.
Si nuestros gobernantes dejan que haya clara ingerencia extranjera, es muy fácil castigarlos en las urnas, es el arma democrática más eficaz; además existen muchos medios para enviar nuestras protestas y nuestro anhelo de vivir en paz.
Cuando un gobernante extranjero se mete en nuestros asuntos lo mejor es no hacerle caso si se trata de un simple bocón; pues esos sólo quieren protagonismo.
Muchas gracias por leerme. Si no te convence la respuesta, será otra vez. Me han quitado la banda ancha de mi ordenador y estoy en otro que debo dejar pronto.
Saludos.