Ejecutivas y amas de casa


Desde que las mujeres comenzaron a trabajar, el mundo de la moda y de las relaciones interpersonales dio un giro de 180°: la ropa, las medias de nylon, los zapatos y accesorios fueron hechos pensando en el nuevo rol femenino y los hombres tendrían un lenguaje más moderado por respeto a las damas presentes.

Pero no me voy a detener en la infinidad de situaciones que se presentan día a día en las empresas, sino en lo que sucede en los hogares de muchas de las señoras trabajadoras.

Cuando la empleada es de clase media o baja, después de un día de ardua labor en su trabajo, regresa a casa a realizar las labores domésticas que no logró dejar terminadas en la mañana, qué digo; en la madrugada:

Desde arreglar ropa, cocinar y ordenar, hasta atender las necesidades de atención que requieran los niños, ayudarles a resolver problemas personales y escolares, observar con ellos algún programa televisivo o acompañarlos a un lugar en donde presten servicio de Internet pues muchas veces dejan ese tipo de investigación en el Colegio a chicos que ni siquiera saben en verdad para qué sirve un ordenador.

Las señoras trabajadoras de esos estratos sociales se duermen al filo de la media noche después de “atender” a su pareja y se levantan a las cuatro o cinco de la madrugada para empezar su largo día. A pesar de todo, según he investigado, la mayoría de ellas son felices pues se sienten útiles, queridas y admiradas. “¡A fulanita le alcanza el tiempo para todo!”

Las mujeres trabajadoras de los estratos altos, se levantan, por lo general malhumoradas después de ducharse se maquillan, se visten elegantemente, apenas prueban el desayuno, si sus hijos no van en el bus escolar ellas mismas lo llevan al colegio, llegan al trabajo muy estiradas, saludan con diferentes tonos de acuerdo a su interlocutor, están siempre supuestamente muy ocupadas, sin embargo jamás olvidan la cita en el Spa, en la peluquería o en el restaurante de moda.

Las ejecutivas no regresan a su vivienda a seguir trabajando pues sus ingresos les permite pagar empleadas para que se ocupen de todo lo del hogar, incluso de los niños. Sus horarios de dormida dependen de los compromisos sociales que tengan y de la buena o mala relación que tengan con su pareja… he ahí el tema álgido del asunto.

Sí, el 90% de las mujeres ejecutivas se sienten en las nubes y descuidan a su pareja o lo que es peor, muchas de ellas humillan al marido que tenga un salario más bajo que ellas.

Parecería que el mundo estuviera al revés. Ni el hombre debe sentirse superior a su pareja por tener mayores ingresos que ella, ni la mujer puede llegar a semejante extremo por la misma razón.

Conozco a un montón de esas “ejecutivasque han perdido su pareja, él se ha ido con alguien más accesible, más cariñosa y que él ha sentido que lo necesita.

En esta época de tanto consumismo es saludable que las mujeres aportemos lo que podamos a la economía doméstica, pues el matrimonio es un contrato en el cual se adquieren derechos y obligaciones recíprocas.

No interesa quien lleve más al hogar, lo importante es que ambos piensen en la armonía o en el daño enorme que se les hace a los hijos con ciertos comportamientos absurdos.

5 comentarios:

Iki dijo...

Cuando la mujer empezo a trabajar asumio los dos roles, el del trabajo y el del hogar, no se realizo la repartición de tareas del hogar con el esposo... tal vez los hombres deberia colaborar un poquito en esto...

No se que tan felices sean o no las mujeres trabajadoras, la verdad yo creo que todo debe tener un equilibrio, trabajo, familia, las tareas del hogar, etc...

saluditos

Rud dijo...

Tienes razón respecto a que debe haber equidad en el desempeño de las tareas domésticas, sobretodo si ella tiene un trabajo externo.
Conozco a muchas mujeres que laboran fuera de su hogar y la mayoría no son felices; por lo general envejecen prematuramente debido al exceso de trabajo. A algunas les va muy bien en lo económico pero el éxito a veces se empaña con una mala relación de pareja.
Saludos.

Anónimo dijo...

Trabajadora con hijos: Mujer que conoce muy bien el vaslor de los minutos que van de las 5 y 45 a las 6 y 60 am.

Rud dijo...

Alí, qué capacidad de síntesis. En pocas palabras has descrito una de las cualidades de la mama trabajadora.
Muchas gracias por leerme. Saludos.

Anónimo dijo...

Soy de las que llamas ejecutivas y tuve que divorciarme pues el dinero que ganaba mi esposo, solo servía para sus 'tabacos'.
No he pensado en casrame otra vez, pues he visto que los hombres con quienes comparto, son interesados, infieles e irresponsables.
Aunque sola, estoy tranquila en la cama, Claro que por mi estatus, el piso donde vivo, forma parte de un edificio con todas las seguridades.
A.Nonima