El poder

El poder es una constante social en cualquier parte del mundo en donde los seres humanos quieran vivir organizadamente. Antiguamente se pensaba que el poder es el que todo individuo posee y que puede ceder total o parcialmente para constituir una soberanía política. La concepción jurídica establece que el poder es un derecho que alguien posee como un bien y que puede transferir o enajenar de manera total o parcial mediante un acto jurídico.

Pero el poder no es algo que se posea, sino que se ejerce. En ese sentido sus efectos no son atribuibles a una apropiación sino a ciertos dispositivos que le permitan funcionar plenamente; algo así como una estrategia.

El poder no es un elemento que se dé solo, éste se construye y funciona a partir de otros poderes, de sus efectos muy independientes pues las relaciones de poder están estrechamente ligadas a las relaciones familiares y productivas que funcionan como condicionantes.

El poder más grande en la actualidad es el estatal, que acumula otro sinnúmero de poderes. No está nunca localizado aquí o allá, no está siempre en manos de algunos. El poder tiene que ser analizado como algo que no funciona sino en cadena.

En los países en Estado de Derecho, el poder transita transversalmente, no está quieto en los individuos, sino que es dinámico pues el poder no debe ser un fenómeno de dominación masiva y homogénea de un individuo sobre los otros, de una clase sobre otras, de un grupo sobre otros. El poder contemplado de cerca no es algo dividido entre quienes lo poseen y los que no lo tengan y lo soporten.

En la concepción marxista, el poder se interpreta a la luz de que su rol, consistiría en esencia, en mantener relaciones de producción y a la vez constituir una dominación de clase que el desarrollo de las fuerzas productivas haría posible.

Michel Foucault, al referirse al sistema penal, argumenta que es la forma en que el poder se muestra de manera abierta y sin enmascaramientos. Pero la coacción para que los individuos obedezcan la Ley está justificada pues se inserta en una moral, que al amparo de la justicia, justifica su ejercicio para que reine el orden en cualquier Estado.

Hobbes, en su obra “Leviatán”, expresó que existe una inclinación general en toda la humanidad orientada hacia el incesante y perpetuo afán de poder que sólo termina con la muerte.

La autoridad y el poder son dos conceptos muy diferentes:

Autoridad es del derecho a dirigir y a mandar, a ser escuchado y obedecido por los demás, por quienes le han conferido dicha autoridad. Es la capacidad de gobierno.

El poder es la fuerza por medio de la cual se puede hacer obedecer a otros. La autoridad requiere poder; el poder sin autoridad se convierte en tiranía.

El sociólogo alemán, Max Weber demostró que la capacidad de un grupo para mantener el poder, dependía de su éxito en persuadir a sus súbditos de que el grupo tenía autoridad; es decir que su ejercicio del poder era legítimo.

La aceptación por parte de la población de la estructura del poder existente se basa en la tradición, como en la monarquía; en las leyes racionales como en el sistema parlamentario constitucional; o en la lealtad personal a un líder como en el caso de Hitler.

Cuando el ejercicio del poder se acepta como legítimo, suele ajustarse a las normas sociales y constitucionales vigentes. El ejercicio del poder tiende a generar resistencia por parte de los desprovistos de éste, que impugnan su legitimidad.

Las élites gobernantes son grupos que controlan los instrumentos del poder. Pueden actuar según el interés general o en su propio beneficio. Si su poder no lo sostiene una clase dominante, se mantiene por el control de la policía, las fuerzas armadas y la inmensa cantidad de propaganda.

En algunos lugares, el poder se mantiene en manos de grandes hombres de negocios, en políticos y militares. Eso quiere decir que la posición de una persona en la sociedad puede determinar no solo su nivel de recompensas materiales y sociales, sino también el poder que tenga sobre otros y hasta qué punto otros tenga poder sobre él.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno...esclarecedor en pocas palabras.

Perdona la curiosidad ¿Eres abogado?

Rud dijo...

Hola, Alí.
Hoy he terminado el sexto semestre de Ciencias Jurídicas. Para ser abogada aún debo aprobar cuatro semestres más, dos seminarios, seis meses de práctica y la tesis. Como el tiempo vuela, será muy pronto.
Cordiales saludos.

Luis dijo...

Felicidades por el sexto semestre!!
Ya te falta un poco menos.
Celebro te gustasen mis estradas.
Un cordial saludo,
Luis

Rud dijo...

Muchas gracias por tu visita, Luis. Espero que todo me sea favorable para terminar la carrera que he emprendido.
Saludos cordiales