Parlamento de Uganda a punto de criminalizar la homosexualidad

En algunos países, la homosexualidad es todavía sancionada con penas de prisión, pues estiman que altera el orden social y por tal motivo merece, por tanto, la intervención represiva de la autoridad política.

Hace algunos meses fue presentado en el Parlamento ugandés, por el diputado del partido gubernamental David Batí, un proyecto de ley que deja en la indefensión jurídica a los homosexuales.

Entre otras cosas, el texto plantea la pena de muerte para las personas consideradas culpables de violación homosexual o que practiquen la homosexualidad con menores, además de agravar las penas para cualquier práctica homosexual, que ya es ilegal en Uganda.

Desde mi punto de vista la violación, en este caso a alguien del mismo sexo, es una acción muy grave y aún más si es menor, pero no creo que sea como para imponerle la pena capital al infractor. Si un individuo se dedica a violar criaturas ha se ser un psicópata, los parlamentarios ugandeses podrían pensar en otro tipo de pena.

La soberanía de cada país debe ser respetada, pero podemos protestar cuando sus leyes no son equitativas o como en este caso, constituyen un flagrante atentado contra los derechos de aquellos que tienen preferencias sexuales diferentes. Está bien castigar la violación, pero poner contra la pared a los homosexuales me parece grave, y peor aún que salgan en grandes manifestaciones públicas a favor de dicha ley, gente de dudosas preferencias enarbolando la supuesta bandera de “movimiento internacional”.

Este fin de semana se le hará entrega al señor Presidente Museveni y al Parlamento ugandés, las más de 300.000 firmas de protesta recogidas en todo el mundo por Avaaz; yo también firmé, esto sí es internacional. Avaaz es una organización independiente y sin fines de lucro cuya misión es asegurar que los valores y opiniones de la mayoría de la gente sean tomados en cuenta en las políticas que nos gobiernen. "Avaaz" significa "voz" en varios idiomas asiáticos y europeos.

El Parlamento de Uganda está a punto de criminalizar la homosexualidad; aún puedes evitarlo, corre la voz. Si deseas firmar puedes hacerlo aquí.

3 comentarios:

Alí Reyes dijo...

Puede que uno no comulgue con cosas como esas pero son tan humanos como cualquier otro. Pero cosas como esas la tenemos en América. Fíjate en la persecusión antihomosexual que ha habido en Cuba
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De verdad, el reeleccionismo allá es un peligro. Ahora bien en Venezuela tenemos cosas terribles y ganadas gratuitamente. Este gobierno es tan malo pero tan malo que nacionalizó la electricidad para tener lo que tenemos ahora en el primer país energético y petrolero de América Latina.
Para más colmo el gobierno colombiano ofreció vender energía a la región occidental venezolanza y el vicepresidente salió conque aquí estábamos bien que no necesitábamos de Colombia, que si patatín que si patatán...¡Tú sabes! y al otro día el Ministro de Electricidad (hasta un ministerio le hicieron creyendo que eso se resuelve con más burocracia) dijo que el ofrecimiento era algo válido y beneficioso. Pero 3 días después de eso, ese mismo ministro dice que con ese ofrecimeinto Colombia lo que quiso fue burlarse de Venezuela
¿Qué te parece?
Esta gente pone el discursito el imperialismo y bla bla bla antes de las necesidades de la nación...Es indignante

Ricardo Tribin dijo...

U..ganda.

La discriminacion solo lleva a mas resistencia y reaccion.

Un abrazo...

Rud dijo...

¡Hola, Alí!
Las tendencias sexuales no tienen que ser causa de discriminación; nadie sabe qué harán en la intimidad esas personas que enarbolan banderas en contra de los homosexuales. No sabía que Cuba, además de otros, también los persigan; al parecer allí están contra todos aquellos que no piensen o actúen como el régimen.
Lamento mucho lo que está sucediendo en este momento en tu país, no logro entender qué hizo el señor Chávez para terminar con los recursos energéticos venezolanos; tu país tiene suficientes petrodólares como para comprar generadores para dar bienestar a la población. Cordiales saludos.
¡Hola, Ricardo!
Tienes razón, la discriminación conduce a consecuencias indeseables. Cordiales saludos