El cuento

El vocablo “cuento”, posee gran número de acepciones, desde la relación de un suceso pasando por la enumeración de algo, hasta la típica expresión “no me vengas con cuentos” para expresar sinceramente que la persona se resiste a escuchar chismes.
Pero me voy a centrar en su acepción literaria, quizás en dos o tres entradas.
La evolución histórica del cuento es más difícil de fijar que la de la mayoría de los restantes géneros literarios, y ello se debe en gran parte a los equívocos que envuelven a su mismo nombre. Cabría por tanto, distinguir en el concepto de “cuento” dos aspectos distintos: el de relato fantástico y el de narración literaria de corta extensión, oponiéndose así a la idea de novela.
Esos dos aspectos no son excluyentes, a menudo pueden darse en la misma obra, y tienen como base común el hecho de tratarse de un relato breve, generalmente en prosa, pero suelen representar dos vertientes claramente diferenciadas del mismo género literario.
Originalmente, el cuento es una de las más antiguas formas de literatura popular de transmisión oral, que sigue viva como lo demuestran las innumerables recopilaciones modernas que reúnen cuentos folclóricos exóticos o regionales. Bueno, en la actualidad eso ha de darse en menor proporción, sobretodo en lugares en donde la TV e Internet ha interferido en la buena costumbre de leer o narrar cuentos en familia.
El origen último de estas narraciones ha sido muy discutido, pero lo innegable es que lo esencial de muchas de ellas se encontraba en zonas geográficas muy alejadas unas de otras y totalmente incomunicadas.
Fue hasta el siglo XIV con el “Decamerón” de Boccaccio que se consolidó la idea de “cuento” en el sentido moderno de la palabra. Casi todos los prosistas importantes (hasta el romanticismo), cultivaron, al menos episódicamente, el cuento. Es el caso de Stendhal, Gautier, Puskin, Dickens, Walter Scout, Fernán Caballero, Alarcón, etc.
En el siglo XVII, La Fontaine sacó su obra “Contes”, narraciones con mucho realismo que no agradaron a la sociedad de su época que no toleraba el descarnado realismo y la crítica social apenas disimulados por la ironía del autor.
Posteriormente Gustave Flaubert en Francia con sus “Tres cuentos” aplicó el género de prosa que había experimentado en sus novelas; su discípulo Maupassant fue sin duda uno de los grandes maestros del cuento como esbozo narrativo. En Rusia, Chéjov fue uno de los más eximios credores universales de esta modalidad narrativa.
Vaya, que no me olvido de Lewis Carroll, Perrault, Anderesen, los hermanos Grimm, Rubén Darío, Rafael Pombo y otros.
Un homenaje y mis respetos a todos quienes tienen un alma maravillosa para escribir cuentos.
Próximamente exploraré los tipos de cuentos.

5 comentarios:

Alí Reyes dijo...

Gracias por dedicarnos esta entrada, al amigo Jimmi y a este servidor. Ahora comprendo un poco más mis orígenes

Luis dijo...

Hola Rud:
Yo recuerdo con mucha nostalgia los "cuentos" que nuestros abuelos nos contaban cuando éramos niños...
Eran los años 40 del siglo pasado cuando conseguir un "cuento" editado, sólo era posible en el día de Reyes y a veces, tampoco.
Tu entrada es una visión completa que se hace muy interesante.
Feliz fin de semana,
Luis

Isabel Estercita Lew dijo...

Me sorprendiste Rud, has hecho un intenso análisis de la narrativa, y si me recordaste que los cuentos que más me gustan son los que imagino y un poco recuerdo, los que me contaba mi abuelo y también papá, espero poder hacerlo, ahora me toca a mí contar cuentos


Estercita

Rud dijo...

Alí, efectivamente he querido hacer un homenaje a todos aquellos bienaventurados capaces de recrearnos con sus relatos magníficos.
Luis, tuve la suerte de vivir una infancia en que ya los libros formaban parte importante de nuestra existencia. A mis hijos les correspondió la época de libros animados y con grabaciones, de manera que mientras escuchaban en cierta forma aprendían a leer.
Estercita, muchas gracias por pasar por aquí y dejar tus interesantes criterios.
Cordiales saludos a todos

Ricardo Tribin dijo...

Mi muy querida Rud.

Mil gracias por estas definiciones y explicaciones sobre los cuentos. Son concisas, directas y al grano. me gustaron bastante.

Un abrazo grande con muchisimo aprecio