Ser pródigo

Pródiga es aquella persona que gasta profusamente, sin ninguna prudencia. Se ha generalizado la acepción equivalente a generoso, inclinado a dar a los demás de los suyo.

Quien la pasa dando regalos, a todos por llamar la atención o en busca de afecto, no es alguien generoso, es un ser necesitado de afecto que cree que el amor brota espontáneo por el hecho de dar objetos. Ese tipo de persona es un ejemplo de pródigo.

La persona pródiga recibe el sueldo, paga parte de sus deudas pues siempre está endeudada, se va a un súper mercado y compra muchas cosas, pero no siempre para su uso personal sino para regalar. Si fuera compradora compulsiva, compraría cualquier cosa sin destinatario o para sí.

A la persona pródiga se le puede explicar mil veces que no es necesario que nos compre presentes, o que sería bueno que piense en su prole o en el mañana, que sería conveniente que ahorre, pero ella no escucha, por el contrario, parecería que ello la impulsara a gastar más.

Es tan inconveniente ser pródigo, que el Derecho determina que aquel que disipe su patrimonio o haga gastos inútiles y excesivos puede ser demandado por el cónyuge y en algunos casos por el ministro fiscal.

Si alguien ha sido demandado por ser pródigo, la declaración de prodigalidad determina los actos que le queden prohibidos al incapacitado y las facultades que puede ejercer el tutor en su nombre, así como los que deban de ser consultados al consejo de familia que se haya formado.

12 comentarios:

Nortiz dijo...

Madre mía, Rud, lo que aprendo con tus escritos. Me pregunto qué has estudiado para saber tanto. Siempre había oído lo del hijo pródigo, pero desconocía lo que explicas.
Aparentemente, parece que fuera alguien generoso, pero al regalar por necesidad de afecto y además estar endeudado... se convierte en un gran problema. También hay que pensar un poco en uno mismo y en los descendientes, que serán los que vivan cuando ya no estemos.
Muy interesante tu entrada, Rud. Un beso :)

esteban lob dijo...

Hola Rud:
Pese a estar yo casado con abogada, no tenía idea de las consecuencias legales de la "prodigalidad".Vale la vieja frase "nunca se termina de aprender".

Un beso.

Marta Salazar dijo...

querida Rud... muy bueno tu post! es un tema sobre que también he pensado mucho... es la figura que en alemán se llama der grosse Göhner y que abunda entre los ninos... lamentablemente...

aunque el pródigo, yo pienso que es más amplio y también se entiende por tal quien compra para sí mismo...

Hay igualmente, algunos países europeos que son podigos y habría que ponerlos bajo interdicción...

besos!

La sonrisa de Hiperion dijo...

Eres realmente estupenda...

Saludos y un abrazo.

Ricardo Tribin dijo...

Buen concepto, mi muy querida Rud sobre la manifestacion del ser prodigo.

Un abrazo grande y quiero que sepas que me encantan tus visitas y el visitar tu excelente blog.

Anónimo dijo...

¿Sabes algo Rud? En los Evangelios hay una paràbola muy famos dicha por Nuestro Señor que se conoce como LA PARÀBOLA DEL HIJO PRÒDIGO pero que los entendidos en Biblia corrigen como LA PARÀBOLA DEL HERMANO DEL PRÒDIGO puesto que la historia no va dirigida al hijo pròdigo sino a la actitud negativa que tomò el HERMANO DEL HIJO PRÒDIGO cuando èste regresò arruinado a la casa de su Padre.

Adrián J. Messina dijo...

Hola Rud, interesante la entrada.
Yo creo que en este caso la ley omite cuando se acciona así como un problema psicológico.
Así como el comprado compulsivo también lo tiene, el pródigo acarrea en su acción egoísta un problema.
Muchas veces se utiliza la ley como castigo, y allí está la delgada línea que separa la moral y la justicia.

Un abrazo y buen fin de semana.

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Hola, Rud:

Muchos hay que creen ganar cariño y respecto a punta de regalos y concesiones que desafortunademente no está relacionadas con el verdadero amor.

El verdadero amor sale del corazón no de los bolsillos.

Abrazos.

tia elsa dijo...

Distinto seria si su generosidad no fuera en conta de su patrimonio, bien dicen que la caridad empieza por casa. Bueno no conocia esta definción de ser pródigo, siempre lo tome como generoso, desinteresado. Besos tia Elsa.

Rud dijo...

Estimada Natalia
En verdad no sé mucho, la ciencia es muy extensa, pero espero llegar a ser una gran letrada. En este momento estoy en la recta final de Derecho.
Muchísimas gracias por tu apreciación.
Un abrazo


Hola, Esteban
Para mí es un honor que un ser humano tan conocedor de muchísimos temas, pueda enterarse de algo "nuevo" en mi villa.
Un abrazo


Mi estimada Marta
Has tocado un tema que pretendía exponer más adelante. He tenido ocasión de conocer ese problema a través de algunas amigas que no saben qué hacer para que sus niños no gasten sin medida.
Entiendo a lo que te refieres con la interdicción de que debían ser objeto aquellos países, o gobiernos que no manejen debidamente las finanzas públicas.
Un gran abrazo


Hola, Antonio
Muchas gracias por dejar tu huella en mi Villa.
Un abrazo


Mi estimado Ricardo
El gusto por los escritos es mutuo. En tu blog, estimado amigo, aprendo mucho sobre la vida y cómo enfrentarla de la mejor manera.

Un abrazo

Rud dijo...

Hola, Alí
Desde niña leí la parábola del hijo pródigo; en esa época pensaba que ser pródigo era sinónimo de ser díscolo, callejero, sucio…
En el colegio me dieron explicaciones acordes con la mentalidad del profesor o cura que se encargara de la materia.

A raíz de tu comentario quise escribir sobre ese asunto, pero no quiero que aparezca mi villa con tintes religiosos.
Me gustó tu punto de vista al respecto.
Cordiales saludos


Hola, Adrián
Tienes razón. La Justicia debería tener siempre entre sus funcionarios muchos psicólogos que evalúen estos casos para ser más equitativos.
Un abrazo; cordiales saludos


Hola, Rafael
Has dicho: "El verdadero amor sale del corazón no de los bolsillos".
¡Cuánta razón tienes, estimado poeta!
Cordiales saludos


Estimada tía Elsa
Cuando la generosidad va en detrimento del patrimonio se convierte en prodigalidad.

Son temas que no son de conversación diaria, pero que a veces hay que tomarlos en cuanta.
Un abrazo

M. J. Verdú dijo...

Pues sí, el mundo está lleno de negatividad, relaciones dañinas y de hechos que dejan que desear. Costará que el mundo sea un lugar mejor