¿En dónde están las organizaciones de Derechos Humanos?



Desde hace algún tiempo he leído acerca de jóvenes violadas obligadas a casarse con su agresor, de horribles castigos a mujeres hermanas de hombres agresores en Paquistán, de chica aparentemente musulmana, condenada a muerte por haberse casado con un cristiano; pero lo que más me ha dolido de tanta injusticia ha sido ver en la prensa uno de los acontecimientos más ignominiosos realizado por el padre y los hermanos de una joven embarazada que decidió casarse con el hombre que amaba y no con quien le imponía su familia.

¿En dónde están las organizaciones de Derechos Humanos?

¿Por qué no se han pronunciado al respecto?

¿Por qué callan los grupos feministas que realizan manifestaciones hasta ridículas por asuntos sin mayor importancia y no se pronuncian respecto de la crueldad con la cual son tratadas muchísimas mujeres en el mundo?

Probablemente muchos han de decir que la Human Rights Watch produce informes de investigación sobre violaciones de normas internacionales de derechos humanos, obedeciendo a la Declaración Universal de los Derechos Humanos y a lo que percibe como otras normas de derechos humanos aceptadas internacionalmente. 
Sé que estos informes son utilizados como base para denunciar ante la comunidad internacional los abusos y forzar a los gobiernos y a las organizaciones internacionales a efectuar reformas; pero ¿por qué no presionar para que dichas reformas sean puestas en práctica?

¿Qué es ser aforado?




A raíz de la abdicación del rey de España a comienzos de este mes, salieron en la prensa algunos titulares acerca del pedido, de quienes les corresponde, para que el rey saliente sea aforado. Algunas personas me han preguntado:

¿Qué es ser aforado?
Según mi diccionario jurídico, aforado es aquel que goza de fuero, vocablo que procede de la voz   latina forum, que significa plaza pública o tribunal de dicha plaza. Fuero es aquella competencia jurisdiccional especial que corresponde a ciertas personas por razón de su cargo, por ejemplo el fuero parlamentario que tienen algunos Estados.

Sencillamente, fuero  es el derecho que tienen ciertas personas que ejerzan cargos públicos, a ser juzgados por un tribunal diferente (generalmente superior) al que correspondería de aplicarse las leyes ordinarias. Ello supone una excepción a la igualdad ante la Ley establecida en casi la totalidad de las Constituciones del mundo.


El aforamiento de autoridades depende de cada país, en Colombia, por ejemplo, según la Constitución actual son aforados: el Presidente de la República, el Fiscal General de la Nación, los Magistrados de las Corte Suprema de Justicia, Corte Constitucional, del Consejo de Estado y del Consejo Superior de la Judicatura.
“Las conductas irregualres cometidas por los servidores aforados constitucionalmente dan lugar a intervenciones de orden judicial-penal, disciplinaria o fiscal, según se desprenda de la naturaleza del hecho”.
El aforamiento ha de considerarse limitado al tiempo de duración del mandato. El fuero muere con el cargo, de modo que transcurrido el mandato ha de entenderse que el aforamiento desaparece. No constituye en modo alguno una exención de responsabilidad penal, sino tan sólo una especialidad en la determinación del órgano judicial competente.

Todo está demarcado para los países que tengan regímenes republicanos, en el caso de las monarquías cuyos cargos son vitalicios hay casos en los cuales los monarcas son inimputables, peligroso asunto pues significa que esos personajes estarían por encima de la Ley (eso es otro tema).

Sin embargo, conviene saber que no todo es a favor del aforado. De hecho, quien va directamente a la Corte Suprema o Tribunal Superior (según el país), se queda sin la segunda instancia, no puede recurrir; si la sentencia fuera absolutoria, le beneficiaría el que no vaya a ser revisada, pero si fuera condenatoria, se quedaría sin opciones.