¿Quiénes son los desplazados?
Son personas que, por
violaciones a sus derechos, violencia generalizada o conflictos armados, han
sido forzadas a dejar su hogar, pero que se mantienen dentro de las fronteras
de su país. Quienes están en esta condición deben tener los derechos que posean
todos los ciudadanos, la protección del Derecho Internacional Humanitario y el
Derecho Internacional de los Derechos humanos.
Existen en todo el mundo más de 26 millones de desplazados. Los países con mayor número de desplazados internos son: Sudán, Birmania (Myanmar), Colombia, Cachemira, Irak, República Democrática del Congo, México y otros.
¿A quiénes se consideran refugiados?
Los refugiados son personas
que han cruzado una frontera internacional pues se han visto obligados a
abandonar su país natal debido al peligro que corrían por causas religiosas,
raciales, guerras civiles, catástrofes naturales, persecución política, etc.
La protección internacional de los refugiados se basa esencialmente en: asegurar la admisión en el
país de refugio, el otorgamiento del refugio, el respeto de los derechos humanos
y el principio de “no-devolución” que es el derecho de las personas que solicitan refugio, a no ser obligadas a
regresar a su país.
En 1949 se creó la Oficina
del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados (ACNUR)
que ha funcionado eficazmente hasta el día de hoy. Las organizaciones trabajan
según tres líneas de actuación: la integración en el primer país de acogida, el
reasentamiento en terceros países o la repatriación voluntaria del refugiado en
caso de que la situación del territorio de procedencia haya cambiado.
Actualmente hay más de 15 millones de refugiados; cifra por definir debido a
los acontecimientos de los últimos meses.
¿Qué es el
asilo?
Es la protección prestada
por un Estado a personas que no sean nacionales suyos; lo otorgan las
autoridades del Estado asilante o los representantes diplomáticos de éste
ubicados en el país de origen. La persecución directa del individuo por las
autoridades del Estado da lugar al asilo y no al refugio que se da en forma
masiva.
Ser refugiado.
Es enorme el drama de las
personas refugiadas:
Huir, dejar atrás su tierra,
sus pertenencias, sus deseos, sus sonidos, sabores y fragancias favoritas.
Llegar a un mundo, donde, a pesar de ser recibido amigablemente, le ven
diferente, su acento, sus gustos e idiosincrasia no cuadran en el puzzle de la
nueva realidad. Los niños y adolescentes, principalmente, se quedan sin sus
amigos de siempre, sin sus juegos, canciones y rondas que tanto les alegraron,
muchos han de ver sus sueños destrozados.
Pero hay que levantar la
cabeza, recordar que cada país tiene reglas y Leyes diferentes, comenzar la in
culturización lo más pronto posible es lo más conveniente. La integración es una tarea enorme.
A cada uno de ellos, un
abrazo y mi solidaridad.