Me ha inspirado saber de un chico a quien le han dado la
custodia de su nena. Estoy segura que ser padre y madre a la vez no ha de ser
fácil, menos aún si quien lleva la responsabilidad es un joven hombre a quien
la sociedad posiblemente no lo haya visto competente para llevar solo a la
autosuficienca a su niña, pero que un Tribunal sí ha creído en él.
En esta época de separaciones en la cual las relaciones
interpersonales se ven afectadas por la liviandad en todos los aspectos, los
encuentros furtivos, las quedadas con amigos virtuales y la tendencia cada vez
mayor de las mujeres a querer actuar igual que los varones, me parece estupendo
que poco a poco se reflexione acerca de la naturaleza de las relaciones
maritales y el papel muy importante del varón en la crianza de los hijos.
Sea cual fuere la razón, me parece hasta saludable que un
padre quiera hacerse cargo de su pequeña y trate de criarla a su manera, con
una ternura y amor increíbles pues ellos también pueden ser muy tiernos y
dulces.
A los niños no los hacen felices los juguetes tanto como
los juegos con su progenitor. A los nenes les alegra ese tiempo que puedas dedicarle,
la paciencia que debas prodigarle; la confianza que debas proporcionarle.
A los hijos hay que enseñarles a decir la verdad pase lo
que pase; así, siempre debemos creerles lo que nos cuenten, averiguar e ir
hasta el fondo para indagar por qué han cambiado de comportamiento, por qué
habrán tenido un retroceso o por qué razón ya no cantan alegremente como antes.
Un hombre puede cumplir satisfactoriamente su
responsabilidad frente a sus hijos. Ser padre y madre a la vez requiere de conexión,
creatividad, dedicación, entrega, imaginación y postergación.
Si bien son excelentes el afecto y la flexibilidad, estas
deben ir acompañadas de la autoridad y
de norma. Las reglas en el hogar siempre son bienvenidas porque hay que educar
y resuta mejor cuando el ejemplo está de por medio.
Para ti, hombre-papi, no te dejes derretir por la dulzura
de tu nena, las pautas hay que seguirlas, no es fácil, pero no olvides que: con
arte paciencia y buen modo se consigue todo.
Es mi pequeño homenaje a
esa cantidad de varones, cada vez mayor, que le han dedicado los mejores días
de su vida a su descendencia, convirtiéndolos en padres y madres a la vez.