El mundial de fútbol


Hoy que todo la gente está hablando de balón pie, debo resignarme a aceptar que tengo que estar a tono con los tiempos, es por ello que escribiré algunas cosillas al respecto.

Según leí una crónica en el diario El país, todo comenzó en el año 1930 en Uruguay, fueron pocos los países europeos que participaron en aquella ocasión, debido, supuestamente, al alto costo que representaba desplazarse hasta el sur del continente americano. Únicamente Bélgica, Francia, Rumania y la antigua Yugoslavia vinieron a nuestra América.

No hubo los juegos preliminares de eliminatorias, como en la actualidad, sino que aquello fue fruto de las invitaciones hechas. Aunque fue un argentino el máximo goleador, fue el francés Laurent que pasó a la historia deportiva como el jugador que anotó el primer gol.

De aquella época a la actual hay años luz de diferencia en lo que respecta a reglamentaciones, exigencias para participar, número de equipos, calidad de los juegos y sobretodo la tecnología de las comunicaciones que nos permiten contemplar en vivo cualquier movimiento de los participantes. Y no sólo eso, existen portales de Internet (yahoo.fr) y diarios como El País y Le Monde que pasan en tiempo real los datos de los encuentros futbolísticos para aquellos que por alguna razón no pueden verlo en TV.

Cómo habrán cambiado las cosas que yo, que no sé nada de ese deporte, ni me ha interesado en absoluto estoy este momento escribiendo acerca de él debido a la gran publicidad que han desplegado los medios de comunicación; hasta ofrecen enviar la información minuto a minuto al teléfono móvil.

Es que en la actualidad el marketing ha invadido al mundo y han demostrado que pueden hacer florecer la industria que ellos deseen y cuando ellos lo crean conveniente. Pero no solo son los fabricantes de balones, camisetas y artículos deportivos quienes están en la mira de las agencias publicitarias, sino cualquier almacén, centro comercial o cualquier persona que haya deseado mejorar sus ventas en estos días han acudido a la estratagema de rifar entradas al mundial de fútbol por una compra por cierta cantidad de dinero.

Parece que la mayoría de la población no se ha enterado que las entradas al mundial han sido vendidas a través de Internet, había que inscribirse hasta cierta fecha y esperar a salir en un sorteo. Los boletos podían ser pagados únicamente con tarjeta Master card, han sido vendidos a título personal sin derecho a ser transferidos. Todo ello con el fin de tener más seguridad en los estadios alemanes.

¿Cómo podrían algunas agencias de viajes incluir hasta cuatro entradas al mundial si prácticamente los espectadores pudieron ser escogidos a través del ordenador? Las entradas fueron rifadas pues la demanda ha sido más grande que la oferta

Pero la celebración del mundial no solo trae grandes entradas de dinero a los medios, a los vendedores de televisores y a las tiendas de ropa especializada sino que es una fuente de ingresos en los sectores turísticos, a las industrias alimenticias y sobretodo a las industrias de cervezas y de toda clase de bebidas.

Parecería que el mundo occidental
se paralizara durante unos días. Al menos supe de algo muy sui géneris que sucedió en uno de los países sud americanos participantes: el presidente de la república decretó asueto en la tarde del viernes pasado para que sus conciudadanos vieran actuar a su selección… ¡Qué cosas! Estoy segura que si en la actualidad viviera Karl Marx diría que se ha dado cuenta que el verdadero opio de los pueblos es el fútbol y después la religión.

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