Según el Diccionario, verdad es el juicio que no se puede negar racionalmente por fundarse en principios naturalmente conocidos. Eso me hace pensar en algo subjetivo. En cambio, si digo: ella es la adecuación de los contenidos mentales con los hechos; me parece más esperanzador, pues anhelamos que nuestras expresiones y las de nuestros semejantes sean conformes a la realidad, sin tergiversaciones.
Hay verdades universales como aquellas que se refieren a
Sabemos que Newton enunció las Leyes de Gravitación o que
Faltar a la verdad no solo nos hace poco auténticos sino despreciables. Es que la verdad debe darse en el plano mental de acuerdo con los acontecimientos, de manera que abramos caminos de comprensión, respeto y solidaridad.
Es evidente que hay personas con muchas necesidades, que viven con temor a perder sus empleos y la consideración de sus semejantes, pero no se puede mentir flagrantemente para consolidarse en su puesto. Esas personas no se dan cuenta que luego del alivio momentáneo, no solo cargan con la vergüenza de su deshonestidad sino con el desprecio de quienes las respetaban y admiraban.
Estoy segura que ser francos en un lugar en donde reina la falta de sinceridad es muy difícil, e intentar existir en ese ambiente de mentira en realmente heroico, pues una sociedad en donde no se puede expresar lo que pensamos sin ser inmediatamente atacados, es un país que vive en la mentira e impide la participación ciudadana activa y libre.
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