Me parece que fue debido al triunfo del primer libro, “Harry Potter y la piedra filosofal” (1997), que la genial escritora decidió realizar una serie de historias relacionadas y entramadas entre sí. De esa manera vieron la luz:
* Harry Potter y la cámara secreta (1998)
* Harry Potter y el prisionero de Azkaban (1999)
* Harry Potter y el cáliz de fuego (2000)
* Harry Potter y
* Harry Potter y el misterio del príncipe (2006) Y muy pronto los seguidores de dicha historia podrán leer “Harry Potter and the Deathly Hallows”.
Para quienes no son admiradores del personaje debo decirles que Harry Potter es un niño aprendiz de mago en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería y la obra enfoca principalmente la lucha del protagonista contra el malvado mago Lord Voldemort. Paralelamente muestra sentimientos como el amor, el coraje, la amistad, la ambición y poco a poco enfrenta el crecimiento de los chicos protagonistas… justamente hablé tanto para llegar a este punto.
Las películas han sido realizadas con los mismos juveniles actores y los espectadores hemos asistido al crecimiento físico e intelectual de los protagonistas, no sólo en la obra literaria sino en la pantalla y por consiguiente es normal que ya no pensemos en ellos como niños sino como seres humanos que han creciendo en todo sentido.
Los actores deben continuar su vida, el hecho que alguna vez hayan interpretado niños o personajes bondadosos e ingenuos no quiere decir que a medida que pasa el tiempo no puedan desempeñarse como adultos con todo lo que ello conlleva. Es desastroso para la carrera de un actor encasillarse en ciertos papeles.
Mis reflexiones se deben a que, según las foto-noticias del diario El Mundo, muchos padres de familia británicos se han opuesto a la publicación de fotografías del actor Daniel Raddiffe con poca ropa o desnudo. Sucede que él está protagonizando una obra teatral en la que el actor interpreta al mozo de establo Alan Strang, que dejó ciegos a seis caballos; debido a ello está indispuesto y siendo tratado por un psiquiatra.
Desde mi punto de vista no veo que ese nuevo trabajo de Daniel Raddiffe pueda afectar a los niños y jóvenes pues realmente sólo las tres primeras películas podrían entrar dentro del género infantiles pues la cuarta película, “Harry Potter y el cáliz de fuego”, estrenada en noviembre de 2005, dirigida por el inglés Mike Newell, ha sido clasificada para mayores de 15 años o niños acompañados por adultos, puesto que ha sido el film más oscuro de lo que va de la saga.
Finalmente, creo que esta es una excelente oportunidad para enseñarles a los chicos que el personaje que ven en el cine es un actor, pues Harry es el fruto de la fantástica imaginación de la señora Rowling.
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