Una manzana diaria nos mantiene alejados del médico

Comer manzanas es muy saludable. Esta fruta contribuye a eliminar las toxinas del aparato digestivo y en especial ayuda a recuperarse después de estar varios días ingiriendo medicamentos. Es alta en azúcares de rápida absorción, fósforo y vitaminas del grupo B que ayudan a recuperar el tono muscular después de estar unos días en reposo.

Para que la manzana no pierda sus cualidades, es recomendable tomarla con piel ya que la fibra y las vitaminas están justo en ella. Su consumo no engorda, ni causa molestias, por el contrario, como reza un refrán inglés:

una manzana diaria nos mantiene alejados del médico.

Cuando estés ansioso por comer algo dulce, o la próxima vez de que vayas a comer un chocolate o un caramelo, mejor decídete por una manzana.

Contienen igual cantidad de azúcar que los dulces, pero sólo un cuarto de sus calorías.

La manzana posee una pequeña proporción de vitaminas C y E llamadas antioxidantes; además de minerales como el potasio y el hierro, contiene pectina, la cual le da cualidades desintoxicantes, como decía al comienzo.

Los dietistas conocen todas sus virtudes, yo quiro referirme al aspecto de su uso práctico: su gran versatilidad radica en que combina muy bien con casi la totalidad de alimentos.

Existen muchas variedades de ella, además de ser de muchos colores y sabores, sus virtudes aumentan según la manera como las utilicemos: crudas, en deliciosos preparados, en tortas, compotas, en jugos, en vinagre, en vino, etc.