He escuchado a mucha gente decir que la distribución de la riqueza ha sido inequitativa, y les pregunto que si acaso creen que durante la historia de la humanidad ha habido alguien encargado de hacer dicha repartición y no lo ha realizado como es debido.
Es un tema muy controversial pues la adquisición de bienes materiales va ligada a la inteligencia, la creatividad, el talento, el deseo de salir adelante y las oportunidades que tenga cada persona. Para ser adinerado no es necesario haber nacido tal, lo que verdaderamente se necesita son las ansias de trabajar y que aquello resulte productivo.
Alguien opinaba que si cada uno de nosotros nos preocupáramos de algún indigente, les cambiaríamos el panorama a muchas personas. Francamente no creo que se ayudara mucho, pues los necesitados suelen reproducirse espontáneamente: cuando hay catástrofes, por ejemplo, por cada cien damnificados verdaderos, aparecen doscientos que no lo son; igualmente resultaría con las ayudas que devendrían en limosnas las cuales siempre han hecho mucho daño pues sus beneficiarios se vuelven perezosos.
Existen grupos ligados a ciertos criterios políticos que culpan de la pobreza al hecho de haber sido anteriormente colonia de alguien; no se dan cuenta que muchos de los países menos desarrollados como Afganistán, Liberia, y Nepal, por ejemplo, nunca han sido colonias.
Los países cuyos gobiernos han escogido impedir el comercio, la propiedad privada, y la producción han quedado rezagados. Mientras que los países que han optado por el libre mercado y el desarrollo de la iniciativa privada, les ha representado una enorme prosperidad para sus habitantes: los unos han optado por el control y otros por la liberalización.
Pienso que lo primero que deberían hacer los gobiernos sería educar; hacer menos propagandas de sí mismos y más escuelas bien construidas, equipadas y con profesores bien pagados. Luego sería alimentar equilibradamente a la población infantil y preocuparse por su salud física y mental.
Finalmente, si el Estado no fuera capaz de administrar los recursos de manera que generara suficiente trabajo, debería impulsar las empresas privadas para que produzcan plazas de trabajo que lleven a la población a un crecimiento económico y a existir de un modo más digno.
El opositor anti-castrista en el exilio, Carlos Alberto Montaner dijo alguna vez algo que me pareció sabio:
"Hay que educar en las escuelas y en las familias para que todos sepamos que el precio de la libertad incluye la molestia de tener que aceptar la convivencia con factores ingratos."
4 comentarios:
Comparto plenamente lo que planteas querida Rud.
El credo Junior dice " Que los gobiernos deben ser de leyes mas que de hombres"
Un gran abrazo
Tema álgido sin duda. Pero reitero que los estados que le coartan erl pasoa la iniciativa privada, ni avanzan ellos y mucho menos su pueblo
Hay mucha desigualdad y poca justicia en el mundo.
Una cosa si es cierta: las riquezas no hacen la felicidad.
Rud pasa por http://unrinconcitoespecial.blogspot.com
quiero compartir contigo el Premio Talento y Sentimientis.
Con cariño: un abrazo!!
Hola, Ricardo
Muy buena tu sentencia del credo Junior.
Cordiales saludos
Alí
Por lo general los Estados que coartan la libertad y la iniciativa privada, condenan a sus países en la más completa pobreza, sobretodo de espíritu, pues la cualidad de ser persona emprendedora es aniquilada.
Cordiales saludos
Hola, Rayén
Tienes razón, la riqueza no hace la felicidad. Muchas gracias
Cordiales saludos
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