Según mi Diccionario Jurídico, divorcio es “La separación legal de un hombre y su mujer, producida por alguna causa legal, por sentencia judicial la cual disuelve completamente las relaciones matrimoniales o suprime los efectos en lo que se refiere a la cohabitación de las partes”.
El divorcio es una institución, que se introdujo en los ordenamientos jurídicos europeos, luego de la Reforma Protestante de Lutero y Calvino, y alcanzó gran importancia a partir del siglo XVIII con la Revolución Francesa, consolidándose definitivamente en el Estado Liberal que nació en 1850.
En el Código de Hamurabi a finales del año 3.000 antes de nuestra era, ya se trataba sobre divorcio de una manera restringida. En el Derecho Romano, primeramente se consideró que el matrimonio era indisoluble y eran muy raros los casos de divorcio, pero luego fue extendiéndose la costumbre de esta figura jurídica.
En la época de Justiniano, que fue quien recopiló todas las leyes desde la antigua Roma, hasta sus días en el Corpus Iuris Civiles, restringió el divorcio y estableció determinadas causales para su proposición.
Hubo una época no muy remota en que muchos hombres tomaron literalmente en su favor lo que dice un libro bíblico llamado el "Deuteronomio", en el capítulo 24, versículo 1: "Cuando un hombre ya ha tomado una mujer y cohabitado con ella, si después no le agradare, porque encontrara en ella cosa torpe, le escribirá libelo de repudio, la devolverá y la echará de su casa". ¡Qué fácil! ¿No?
En la actualidad la mayoría de legislaciones occidentales contemplan dos tipos de divorcio: el consensual, el cual se decide por mutuo consentimiento de los cónyuges y que es declarado por sentencia judicial.
El divorcio contencioso, es el solicitado por uno de los cónyuges, sin o contra la voluntad del otro, por una o varias de las causales tipificadas en los Códigos Civiles de cada país.
En la próxima he de escribir qué pienso de esta institución jurídica.
7 comentarios:
Tu entrada me ha traído muchos recuerdos, y a pesar de todo, no son desagradables del todo, cuando los afectos se rompen, el divorcio es sanísimo...
Salud y besitos
Hola de buenas noches
Una palabra que esta a la orden del día...
Entre lo que es
y lo que no es.
Teje reflejos
y los desteje.
Feliz semana y bellos sueños
Tu entrada me recuerda que por diferentes motivos aún no tengo, el que de hecho lleva más de 6 años. Espero poder llevar a cabo el consensual en mi próximo viaje a Brasil.
Beso
Estercita
Opino como Genín, lo impartente es que el divorcio no lleve odio y batallas campales en las cuales los hijos sean una especie de botín. Besos tía Elsa.
Voy a esperar tu opiniòn al respecto, pues te has limitado a dar un bosquejo general del asunto, pero la opiniòn del escritor y sus comentarios no estàn aquì
Querida Rud,
Muy interesante e instructivo aporte juridico e historico sobre un tema tan comun como lo es el divorcio.
Felicidades y muchas bendiciones en estos Santos dias.
Estimado, Genin
"Cuando los afectos se rompen, el divorcio es sanísimo" He ahí algo que no había pensado, si lo viviste, seguro tienes razón.
Cordiales saludos, un abrazo
Hola, Balovega
En verdad que en este momento parecería que hubiera fiebre de divorcios.
Un abrazo
Estimada Isabel Estercita
Si el asunto ya no tiene remedio, pues adelante. Pero si la relación se pudiera salvar, ¿por qué no? Sobretodo si no hubieras perdido la ilusión.
Un abrazo
Querida tía Elsa
Desafortunadamente son muy pocos los divorciados que toman el asunto deportivamente.
Un gran abrazo
Estimado Alí
Muchas gracias. Aunque he tardado un poco para escribir resumidamente lo que pienso acerca del divorcio, hoy he podido publicar mis pensamientos, espero sean acertados.
Un abrazo
Querido Ricardo
Muchas gracias por las bendiciones, es algo que a todos nos viene muy bien, sobretodo viniendo de una persona tan generosa como tú.
Felices Pascuas y un gran abrazo.
Publicar un comentario