Ventajas y desventajas del chupete o chupón




Algunas personas me han preguntado acerca la conveniencia o no del uso del chupete para los infantes. He investigado al respecto y, como siempre, existen criterios encontrados como no podía ser de otra manera.






Todos los bebés nacen con un reflejo primario de succión que les permite adaptarse al medio que los rodea; además les ayuda a alimentarse y a cubrir una necesidad psicológica de bienestar. Por ello resulta normal que en los primeros meses de edad se lleven los dedos a la boca constantemente entre los dos y seis meses de edad.


Es en ese sentido donde se encuentra la única ventaja de los chupetes:

Ofrecen una fuente de consuelo a los bebés y cuando sea necesario dejarlos los padres pueden controlarlo más fácilmente que si se tratara de los dedos del nene.

De paso hay que tener en cuenta que los expertos recomiendan ofrecer el chupón únicamente si el pequeño fuera propicio a desarrollar el hábito de succionarse el dedo.

En esta dirección aseguran que los infantes que duermen con chupete “reducen en un noventa por ciento el riesgo de sufrir el síndrome de muerte súbita”. Eso no está comprobado, en ello veo una clara forma de hacer marketing del producto.

Las desventajas:


-Según la Asociación Dental Americana,  incide en problemas dentales, como mordida incorrecta y constricción maxilar (cambio en el equilibrio entre la musculatura de la boca y la lengua).


-De otro lado, interfiere en el desarrollo del lenguaje porque tiene la boca ocupada todo el tiempo.

-Puede crear una dependencia emocional, gracias a la cual no aprenderá a relacionarse con su entorno, ni a tranquilizarse de otra manera. 

Muchas mamás ponen el chupón al primer signo de llanto o incomodidad del bebé, siendo que lo que quiere es comer, jugar, que lo carguen, que lo mimen, que le canten o que le cambien el pañal. Mis hijos crecieron sanos, muy tranquilos y nunca les puse chupete.

Los niños deben aprender a tranquilizarse de diferentes maneras, en mi opinión, el chupete puede enviarles el mensaje de que únicamente comiendo pueden sentirse bien.

14 comentarios:

Mari-Pi-R dijo...

No tengo mucha experiencia con los niños ya que no he tenido, pero creo que como bien dices es bueno pero sin tener que recurrir a él al primer lloro del bebé.
Un abrazo

Sara O. Durán dijo...

Los chupetes solo desventajas traen a los niños.
Cólicos, dientes chuecos, ingestión de gérmenes, gastritis, futuros glotones.
Eso sí, las mamás felices del "estate quieto" que les representa, malamente.
Abrazo Rud! y Gracias, tu sabes por qué.

YoSueño dijo...

Cada uno ve las cosas de una manera,pero yo creo que es un alivio para el niño, sobre todo cuando le salen los dientes, claro que tan poco hay que abusar de el.Un ABRAZO

Muy buena informacion

CRISTINA dijo...

Estimada Rud, esto es como todo!. No será muy higiénico, pero cuando están con la boca, están tan inquietos que no sabes que hacer con ellos. “Pero personalmente a mi no me gusta el chupete”.
Que tenga un lindo fin de semana, un cariñoso abrazo.

Antonio Fernández López dijo...

Te paso lo que escribí hace un par de años al respecto por si te sirve. Un beso.
EL CHUPETE
Probablemente se trata del fetiche más conocido y más aceptado. Por su forma y su función no parece arriesgado decir que funciona como un sustituto del pezón materno, por lo que es posible que su funcionalidad no sea otra que la de permitir a la madre manejarse sola, a sabiendas de que su hijo está, no exactamente con su pezón en la boca en todo momento, pero sí con un sucedáneo que se lo recuerda y sustituye. Es más, alrededor del chupete y de su valor sustitutivo del pezón de la madre se ha montado una floreciente industria que nos permite disponer de una amplia variedad de formas y texturas para ofrecer al menor que lo mantengan en la ilusión de la teta.
Seguramente que, si en los primeros momentos de vida no se le ofreciera al recién nacido nuingún chupe, la mayoría de los pequeños no lo necesitarían, pero aprovechando sus deseo de chupar se le ofrece un objeto con el que puede hacerlo y en muchas ocasiones termina enganchado y encontrando un cierto consuelo en ello porque, aunque como sustituto, le conecta con uno de los instintos mas universales: el de succión. A partir dew ahí, tanto los menores como sus cuidadores satisfacen una parte de sus deseos con la utilización del chupe, si bien para todos no deja de ser un sustituto de lo que verdaderamente se quiere.
En la mayor parte de los casos, este sucedáneo funciona un tiempo, uno o dos años normalmente, pasados los cuales, los cuidadores terminan por encontrar una forma de que el pequeño prescinda de este objeto y todo quede ahí. Otras veces, menos, es el propio menor el que deja de tener interésa por el objeto y cambia de interés sin más problema. El problema viene cuando, por miles de razones de muy variadas, las cosas no suceden así y los pequeños no terminan su deseo de chupe en un tiempo que los adultos consideran normal.Tampoco son pocos los conflictos por esta causa. Suele entablarse entonces una lucha de la que nadie sale beneficiado cuando lo que habría que hacer es ser flexibles y entender que si los niños no dejan el chupe cuando nosotros creemos que deben hacerlo existen causas para ello.
Y es que en educación, como supongo que en cualquier otro orden de la vida, es muy fácil crear un problema, el chupe no deja de serlo, pero puede que la solución no sea tan fácil como se espera. Y sobre todo que la salida de las cosas nunca tiene sus pasos contados ni se produce de forma matemática. Son muchos los factores que influyen en el desarrollo y cualquiera de ellos se puede atravesar en el camino y crear dificultades que en principio no era posible prever. De cualquiere modo, quede claro que lo peor siempre es plantear conflicto con los menores por una cosa como el chupete. Imponer supresiones a la fuerza no hacen más que enquistar el problema y alargarlo en el tiempo y darle una importancia que no tenía. Tenemos que aprender a pactar con los niños, a negociar, a darnos cuenta de que son personas y capaces, por tanto, de entender algunas limitaciones, siempre que ser sientan tratados con la dignidad que merecen.
El chupete pueder ser válido, pero siempre que sepamos que las soluciones que nos puede plantear necesitan de nuestra sabiduría y flexibilidad de criterio porque los niños no son fórmulas matemáticas, sino personas con sus propias inclinaciones y con su capacidad de crearse hábitos que luegho pueden tener sus dificultades para modificarlos.

P MPilaR dijo...

Chupete, indicativo de chupar.
A lo largo de la historia (del chupete, se entiende) se ha decantado igual por igual quienes lo defienden, quienes lo denigran.

Realmente para las personas es una necesidad vital succionar. Y ello porque es un primer acto reflejo con el que nacemos, mamíferos.
¿No será mejor que hablen,y anoten su valoración, ya adultos, los que en su día utilizaron el chupete?

Sospecho le prestamos excesiva importancia, considerando que, llegados a mayores, a nadie en su sano juicio se le ocurre la brillante idea de andar con chupetes...,jejeje

Abrazos

esteban lob dijo...

Es muy razonable la explicación acerca del chupete como más negativo que beneficioso. En época de la infancia de mis hijos, se sentía como necesario e irremplazable. ¡Eran otros tiempos, Rud!

(Te agradezco de corazón tu mensaje al pie de mi último post. Acabo de responder allí mismo, tus suposiciones y tan buenos deseos, amiga.)

AMALIA dijo...

Pienso que debe de tener algunas ventajas, aunque no puedo opinar mucho porque no tengo hijos.

Tu artículo me parece muy interesante.

Te mando un fuerte abrazo, querida amiga.

Rafael Humberto Lizarazo Goyeneche dijo...

Nuestra hija menor se chupaba el dedo, después le pusimos el chupete y hoy con 18 años esta en tratamiento de ortodoncia para corregir la mordida.

Un abrazo.

Ricardo Tribin dijo...

Mi muy querida amiga Rud.

Para todo hay un momento y la evolución sigue, proceso en el que el chupo no es ajeno.

Abrazos especiales!!!

Rud dijo...

Mari querida
Si aún no tienes niños, nunca es tarde para intentarlo. Si ha sido una decisión de pareja, es muy respetable, comprendo.
Cordiales saludos, un enorme abrazo



Hola, Sara
Ciertamente son muchos los inconvenientes que conlleva el uso del chupete; tú lo has descrito muy bien, es un "estate quieto" para la comodidad de algunas mamás.
Muchas gracias a ti por pasar por mi villa
Un abrazo



Hola, Yo Sueño
Es posible que sea un alivio para los pequeños en edad de dentición. A mi hijo mayor le compré una coneja, él le mordía las orejas cuando estaban por salirle los dientes, al menor una de las abuelas le regaló un payaso, él le mordía el sombrero; nunca se los llevamos fuera de casa.
Un abrazo



Universo querida
Parece ser que el chupete gusta mucho a las mamás que por sus ocupaciones encuentran en él un aliado :)
Un gran abrazo

Rud dijo...

Mi estimado Antonio
Los primeros meses del bebé constituyen precisamente "la etapa oral"; sería injusto con ellos no proporcionarles una manera de succionar y qué mejor que el pezón materno, por algo estamos incluidos dentro de los mamíferos :)
Tú, estimado amigo virtual, eres un excelente pedagogo, has tenido muchos años de experiencia en el trato cotidiano con los infantes. La verdad ni en mi entorno familiar, ni entre amigos he visto alguna vez que les pusieran chupete a los nenes porque siempre han sido sinónimo de infecciones intestinales, fijación, mala postura dental y hasta inducción a la obesidad.

Es supremamente acertado e importante todo lo que planteas respecto a la culminación del uso de dicho "sustituto", ciertamente no puede forzarse a los pequeños, habría que "negociar" con ellos, pero principalmente investigar en nuestro interior qué hemos dejado de darle al niño para que tenga una necesidad de succión realmente fuera de serie.

Muchísimas gracias por tus opiniones, por dejar en esta villa tus geniales apreciaciones y ese antiguo escrito que hoy está muy vigente y que ha enriquecido mi mente.
Un fuerte abrazo

Rud dijo...

¡Pilar!
Es muy interesante la valoración que planteas pero creo que la mayoría de adultos no recuerdan si utilizaron ese mal necesario (para algunos); hay quienes se niegan a hablar del asunto, sobretodo, aquellos que se han chupado el pulgar hasta entrada la pubertad :)

Tu conclusión final me ha parecido muy divertida, jaja.
Un gran abrazo



Hola, Esteban
Qué agradable, ya estás de regreso. A ver si mañana paso por tu blog.
Se me ocurrió hablar del chupete porque un amigo ortodoncista me mostró las fotografías de dentaduras de chicos con malformaciones dentales debidas, supuestamente, al uso del chupete.
De todas maneras lo controversial
estimula a las personas para expresar sus opiniones :)
Un gran abrazo

Rud dijo...

Amalia querida
Comprendo perfectamente.
Espero que la vida te sonría, mi estimada amiga virtual.
Un gran abrazo



Hola, Rafael
Precisamente le decía a Esteban que tomé el tema del chupete debido a unas fotos de dientes torcidos que me mostró un ortodoncista amigo.

Lamento que tu nena tenga que pasar por la incomodidad de esos aparatos, pero gracias a mi Dios tienes los recursos necesarios para que ella pueda tener la mordida correcta.
Muchas gracias por tu testimonio
Un fuerte abrazo



Mi muy apreciado Ricardo
Muchas gracias por tus sabias y acertadas palabras.
Un gran abrazo