Al Presidente Álvaro Uribe



Cuando usted, don Álvaro, subió a la presidencia de la República había millones de personas esperanzadas en una paz próxima. Sé que esa tarea es muy difícil en nuestro país, pues no sólo hay que derrotar a los grupos guerrilleros sino a aquellos que se armaron para proteger a los terratenientes.

Doctor Uribe, en la actualidad, tenemos el gusto de poder transitar por las principales carreteras de la Nación sin temor a asaltos y la economía del país ha sido la mejor que hemos tenido en décadas; aunque los coletazos de la actual crisis financiera nos haya hecho bajar algunos puntos y ponernos en guardia.

Espero que la producción industrial no baje, pues significaría retroceso de la tasa de empleo y que su gobierno lleno siempre de realizaciones acertadas tenga ya un plan coherente, con propuestas de acción que ayuden a hacer frente a la crisis económica mundial.

Señor Presidente, todos los colombianos saltamos conmovidos cuando acertadamente las Fuerzas Armadas lograron rescatar a algunos secuestrados. Nos hemos alegrado
con todos sus aciertos, incluso, no hemos visto tan mal que bombardeara la guarida de uno de los asesinos más buscados del país.

Don Álvaro, es innegable su vocación de servicio a la comunidad y la manera incansable en la que trabaja para tratar de llevar recursos y atención a los grupos marginales. Creo que más del 85% de los colombianos estamos orgullosos de tener a todo un estadista frente a la primera magistratura; pero por Dios, no siga pensando en otro período presidencial.

Es verdad que recogieron los cuatro millones de firmas para avalar ante el Congreso dicha pretensión, pero también es cierto que ayer el Congreso le negó la solicitud de un tercer mandato. Si optara por el referéndum para llegar nuevamente a la Casa de Nariño, es muy probable que las cosas le sean muy difíciles.
¿Por qué desea perpetuarse en el poder?

Hay que darle oportunidad a las nuevas generaciones. No le vendría mal un rostro nuevo a la presidencia; sobretodo, alguien tranquilo que vuelva a tener relaciones diplomáticas con todos los países del planeta y no estar solamente al amparo de las decisiones de la Casa Blanca.


Sí señor Presidente. Si hubiera dejado que ciertos temas hubiesen sido tocados únicamente a nivel diplomático, la tensión que se vive en los países vecinos con respecto a Colombia ya se hubiera disipado completamente.

Cierto gobernante sureño, aunque lenguaraz; tenía razón de estar enfadado en aquellos días de la muerte de Reyes y faltó un buen diplomático que distensionara el asunto pues no debe olvidar, Dr. Uribe, que es a los países vecinos a donde han ido a parar la mayor parte de personas desplazadas por los grupos en combate.

Nuevamente le digo, don Álvaro, es usted un trabajador incansable, ha realizado muchas acciones a favor de nuestro país, pero piense en retirarse al cumplir su actual mandato; el poder obnubila, desgasta y entorpece.

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