Puntos negativos de la inmigración

Pienso que las contradicciones de las civilizaciones se deben a su falta de madurez para reflexionar acerca de su presente y la ausencia de un buen criterio para examinar si su actual circunstancia de vida es o no lo más conveniente. Es lo que sucede actualmente con los inmigrantes:

Primeramente un inmigrante, por lo general, no ve como suyo al país que lo ha acogido; por esa razón le “apesta” todo lo que viene de él porque no es su idiosincrasia, no es su cultura, no hablan su lengua, no tienen sus tradiciones o costumbres y muchas veces ni siquiera el aspecto étnico es el mismo.Derivado de lo anterior vienen los primeros problemas para los inmigrantes: el desarraigo y la desesperación por seguir a como dé lugar con lo que él cree es correcto: sus tradiciones.

Es supremamente difícil nadar contracorriente, aunque no es imposible, y ese es uno de los factores decisivos para el advenimiento de los conflictos; que al comienzo pasarán por alto muchas cosas, pero que poco a poco serán como una bola de nieve en la cima de una gran pendiente.

El desafío a las costumbres e identidad de los ciudadanos del país acogedor origina una grave perturbación cultural puesto que ante una actitud de desprecio por todo lo concerniente al nuevo país, incapacita al inmigrante para entender, comprender y asumir quién es el otro como sujeto histórico de una civilización que hizo posible, entre otras cosas, que en la actualidad tenga un mejor status socio económico.

Lo más acertado sería aprender a vivir con los nuevos conciudadanos, tratar, en lo posible, de preparar alimentos con los ingredientes que ellos utilizan de tal manera que no pululen luego infinidad de pequeños restaurantes de comidas típicas; lugares que se convierten en verdaderos “muros” de lamentaciones entre comida y licor. Si tan mal se sienten ¿por qué no regresan a sus países de origen?

Un aspecto altamente preocupante son los brotes xenófobos y racistas; pero por fortuna la Constitución de la UE ha sido hecha sobre la base de su diversidad cultural, étnica y religiosa; así que el racismo y la xenofobia son fenómenos diametralmente opuestos a esos principios, por tal razón la UE está desarrollando medidas concretas para combatir esas tendencias. Las políticas de aceptación no solo van dirigidas a los nativos, sino a los inmigrantes para que logren integrarse en la nueva sociedad.

Dicen que uno de los puntos más negativos para los inmigrantes lo constituye la xenofobia. En realidad me he dado cuenta que todo depende de cómo enfrentemos el problema. Cuando llegué a cierto país sud americano con marcada población indígena, me di cuenta que no solo eran racistas sino xenófobos. En algunas reuniones me decían de frente que lo que yo hablaba podría estar bien en mi país, pero no era válido en el suyo. Nunca contesté, pero poco a poco observé que debía de ser indiferente a esos comentarios. “Hijo, ¿por qué te trajiste a esta “gringa”, en cambio de escoger a una prietita de aquí? ¡Qué tierna!

Vivir y dejar vivir, esa es la cuestión.

Se está presentando una situación difícil en algunos países emisores, es la escasez de mano de obra o de servicio doméstico pues estas personas han emigrado hacia donde les pagan mejor. Aquellos que se quedan para laborar en sus países exigen una mayor remuneración aduciendo que el salario en EU o la UE es muy superior. Desafortunadamente esas personas no se dan cuenta que no pueden comparar los ingresos que perciben los miembros de una comunidad desarrollada a la de un país en vía de estarlo.

Hay algo en lo que casi nadie piensa: el mayor problema actual no es de los países emisores sino aquellos que son receptores. Por más industrializado que sea un país, no creo que pueda abastecer y hacer frente al advenimiento de millones de inmigrantes.