Es que muchas veces los noticieros nos asustan con sus exageraciones. En casi todos los sitios en donde se podía leer alguna reseña sobre el acontecimiento que se avecinaba expresaban que Río de Janeiro es una ciudad con alto índice de criminalidad; afortunadamente los diez mil gendarmes y 600 bomberos y trabajadores de la defensa civil que cuidaron el espectáculo de una manera excelente brindaron a los asistentes tranquilidad.
Las autoridades confirmaron cerca de 500 casos de personas que fueron atendidas por la cruz roja debido a fatiga o posiblemente por deshidratación pues hubo gente que estuvo esperando el espectáculo desde la noche anterior.
Los felices fanáticos pudieron seguir el ritmo de los acontecimientos gracias a pantallas gigantescas de video instaladas cada 150m. y a 16 torres de sonido que les llevaba nítido los acordes y las geniales interpretaciones del grupo inglés. El concierto comenzó con el tema "Jumpin' Jack Flash" e intercalaron éxitos antiguos algunas canciones de su nuevo álbum, A Bigger Bang.
La banda salió a escena cerca de las 22 h. y provocó el delirio del público cuando Mick Jagger balbuceó en portugués: "Hola, Brasil… Copacabana es la mayor fiesta del mundo". Y lo es. Los gobiernos de otras partes de América deberían seguir el ejemplo de las autoridades de Río y cualquier día brindarnos gratis el concierto de algún fascinante famoso.
Un abrazo enorme para quienes a pesar de la distancia viajaron tras un sueño de mucho tiempo y lo vieron realizado. ¡La vida es de los que luchan por lograr las metas que se han impuesto!
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