El nacimiento de un hijo, en condiciones normales, es siempre causa de muchísima alegría. La mayoría de papás, con anticipación, alistan algunos nombres para su futuro retoño, imaginan cien mil cosas alrededor de ese distintivo que llevará la criatura por el resto de sus días. No siempre lo que escogen los padres, aunque amen inmensamente a sus hijos, resulta ser lo mejor para ellos. Aquello que en un momento puede parecer novedoso, gracioso o tierno, no lo será para el niño cuando crezca y sea el hazmereír de sus condiscípulos o amigos cercanos.
Los padres de familia deberían tener muy presente qué tipo de nombre le gustaría a su criatura cuando sea adulta, si podrá pronunciarlo bien, si será el más conveniente para el entorno que le toque vivir. A un español puede parecerle muy bien que su hijo sea llamado Juan Carlos, no así a un japonés, por ejemplo.
Las personas de los países que tenemos la dicha de tener mar Caribe, por lo general somos muy creativas, no sólo en la búsqueda de recursos para diferentes aspectos de nuestra existencia, sino también para ponerle nombre a los hijos: no hace mucho tiempo conocimos la historia del cubanito llamado Elián; cualquiera diría que es una derivación de Eliseo, pero no: resultó ser el apócope de los apelativos de sus padres.
Mis sobrinos, hijos de mi hermana mayor, la mayoria tienen nombres muy difíciles de pronunciar o de escribir y sé que les han traído muchas complicaciones; uno de ellos es mi querido Werner, quien resultó ser el que se llevó el nombre quizás más erudito, por decirlo de alguna manera, y el que se ha visto o escuchado más en nuestro medio.
En su honor voy a comentar brevemente sobre algunos de los afortunados que llevan ese nombre alemán:
Hasta hace poco el más familiar para mí, además de mi apreciado sobrino ha sido Werner Müller: cuando conocí a mi esposo él tenía algunos discos de ese genial músico y director de orquesta alemán. Su carrera artística estuvo ligada a las orquestas de Radio RIAS de Berlín y la radio de Colonia. Luego hubo como un despertar en su vida y grabó muchos discos (antiguos LP) con música muy variada.
Otro Werner muy conocido, pero en el mundo de la física es Werner K. Heisenberg, quien formuló el principio de incertidumbre, una contribución fundamental al desarrollo de la teoría cuántica. Este principio afirma que es imposible medir simultáneamente de forma precisa la posición y el momento lineal de una partícula. Werner Heisenberg fue galardonado con el Premio Nobel de Física en 1932. El principio de incertidumbre ejerció una profunda influencia en la física y en la filosofía
del siglo XX. También en su vida profesional Heisenberg interesado en la Filosofía, en 1962 publicó la obra “Física y Filosofía” y en 1971, “Más Allá de la Física”.
Werner Herzog, nacido Werner Stipetic (Múnich, 5 de septiembre de 1942), es un director, documentalista, guionista, productor y actor alemán. Fundador del denominado Nuevo cine alemán junto con otros cineastas; según me ha contado mi esposo que anda muy metido en el mundo del cine.
Werner Jaeger (Lobberich, 1881-1961) Filósofo y filólogo alemán. Fue profesor en Berlín hasta 1934, año en que emigró a EE UU, donde ejerció la docencia en las universidades de California, Chicago y Harvard.
Finalmente, Hans Werner Henze Compositor alemán, uno de los más importantes de su país en la segunda mitad del siglo XX. Nació en
Gütersloh, Westfalia, Alemania en 1926
Trató de expresar en 1990 en un Réquiem para piano, trompeta concertante y orquesta de cámara, sus sentimientos ante la crisis del comunismo y la muerte de su amigo Michael Vyner, director musical de la London Sinfonietta.
No siempre tener un nombre complicado a este lado del mundo significa que no podamos encontrarnos con un homónimo en algún lugar del planeta; aunque para algunos eso sería en verdad un milagro. Fuera bueno que los padres piensen muchas veces el nombre que desean ponerle a su bebé, eso realmente es algo que marca y pocas veces, o nunca tenemos la opción de cambiarlo.