Hace
unos días una persona me comentó que su cuñada había tenido una hija preciosa,
que la ama intensamente pero que no quisiera herirla pues constantemente le
rondan los fantasmas del pasado.
Pero,
¿Qué son los fantasmas del pasado?
Ella,
al parecer, se ha referido a aquellas heridas psicológicas que ha ido
acumulando a través del tiempo por un suceso que la marcó, probablemente,
quizás la maltrataron de alguna manera, posiblemente la discriminaron o no le
dieron todo el afecto que ella necesitaba.
¿Existe algún remedio para no vivir
rumiando ese dolor?
Sí
Todos
en algún momento de nuestra existencia hemos sufrido algún inconveniente, pero
siempre tenemos que disculpar; ese es el mejor antídoto contra
cualquier posible resentimiento por tratos injustos o por
sucesos que nos hayan provocado una grave crisis.
No
hay que olvidar que los pensamientos nos afectan según de la clase que sean, si
fueran positivos nos sentiríamos más sanos; si fueran negativos…
Creo
que lo mejor es olvidar las ofensas, pues si no disculpamos los males del
pasado, podemos echar a perder el presente pues quien anda con esos “fantasmas”
puede hacer mucho daño a quienes le rodean.
Ello
me recuerda una frase de la película “El espinazo del diablo”:
¿Qué es un fantasma?
Es
un evento terrible condenado a repetirse una y otra vez, un instante de dolor,
quizás algo muerto que parece por momentos vivo aún, un sentimiento suspendido en el
tiempo, como una fotografía borrosa, como un insecto atrapado
en ámbar.
Un
fantasma, esa soy yo.