El
siguiente artículo no tiene base científica, es mi personal opinión:
En
“El Banquete” de Platón, el comediante Aristophane expone que hubo un tiempo en
el cual los hombres no eran como los actuales, sino que eran hermafroditas.
Dichos seres eran muy fuertes y resolvieron escalar el cielo con el fin de
llegar a los dioses.Zeus decidió debilitarlos y castigarlos dividiéndolos en dos. Después cada mitad, hombre y mujer, sintieron su mitad y anhelaron unirse de nuevo. Por ello, la leyenda cuenta que todos supuestamente andamos buscando nuestro complemento. En consecuencia, todo ser humano podría ser alcanzado por un sentimiento extraordinario de afecto y agrupación y al encontrar su “mitad”, sobrevendría el amor. Es un cuento agradable de la mitología griega.
¿Son las feromonas las responsables del
llamado flechazo de cupido?
Efectivamente
las feromonas son el principio de las manifestaciones físicas: palpitaciones,
energía desbordante, pequeñas mariposas en el vientre, sudores… Sucede cuando
nos encontramos casualmente con una persona que nos atrae, comenzamos a
secretar un montón de hormonas de todo género: energía, placer, euforia, deseos
amorosos. Terminamos totalmente hipnotizados, la idealizamos, nuestro cerebro
sólo se concentra en lo positivo. La
persona se enfoca netamente en los sentidos, en lo sexual.
Pero la atracción física dista mucho
de
la química que encontramos en aquella persona que nos atrae, con la cual
tenemos la percepción de que podríamos caminar juntos hasta el polo norte, ir
en bici a los pirineos, leer a Michel Foucault, soñar mientras escuchamos a, Béla Bartók o Schubert; correr tras las mariposas, observar un
atardecer, salir juntos al teatro,
comenzar a conocernos, damos afecto y empezar a enamorarnos.
¿Qué es estar enamorados?
Diríase
que se trata de un estado patológico, pues generalmente no razonamos, no
mantenemos los pies sobre la tierra, de allí que sintamos como que estuviésemos
flotando todo el tiempo, nuestro ritmo cardiaco se altera, tenemos una descarga
emocional súbita. Enamorarse es la sensación más bella que puede experimentar
el ser humano a pesar que sólo pensemos en el depositario de nuestro amor, en
su voz, en sus relatos, en su fragancia, en sus caricias…
¿Cuánto dura “el amor a primera vista”
y cuánto el verdadero amor?
El
primero depende de si se han “flechado” los dos a la vez, pero una relación
sólo basada en lo sexual dura hasta que uno de los dos se entera que ha sido
vilmente usado, Una cosa es la atracción ejercida por alguien recién conocido y
otra muy diferente el amor que se comparte por el trato, la convivencia y la
ternura. El enamoramiento afortunadamente dura algunos años, poco a poco nos
calmamos, pero puede cultivarse el cariño y perdurar en el tiempo, seguir visitando
museos, mercadillos, jardines botánicos y zoológicos...
Pienso
que de la misma manera que una superstición o maldición afecta sólo a las
personas que crean en su poder, el amor a primera vista podría existir de
verdad para aquellos que crean en él.
Cuando
desde nuestra infancia aprendemos a amar; estamos listos para una relación
saludable basada en la confianza, en la sinceridad, en la autenticidad, en el
amor mutuo, en la lealtad, la ternura y en los valores sólidos. Y hay que pensar que una cosa es el deseo
carnal y otra muy diferente el afecto.
Me
temo que si el amor lo redujéramos a una
primera impresión, sería muy triste la vida para los feos.