Hoy solo me voy a referir a Mons, la cual cuenta con cien
mil habitantes, y ha sido nombrada Capital Europea de la Cultura 2015, un título
que otorga, cada año, el Parlamento Europeo a una metrópolis distinta con el
fin de dar a conocer su acervo cultural.
El vocablo Mons viene del holandés, que a su vez se
basa en el latín, y quiere decir "montañas". Mons es una ciudad francófona de
la provincia belga de Hainaut, de la cual es capital. Situada cerca de la
frontera con Francia, se encuentra al este del distrito de Borinage, antiguo
centro minero del país.
Los
atractivos de Mons

Los principales puntos de interés de Mons y el entorno
son las viejas calles con sus edificios civiles y religiosos que invitan a un
paseo. El Ayuntamiento de estilo gótico en la Grand Place de
Mons, la Iglesia
de Santa Waudru, que guarda un tesoro, la Universidad y sus múltiples colegios
mayores son dignos de visitar. Posee tres “obras maestras” reconocidas como
patrimonio mundial por la Unesco: su campanario barroco, las minas neolíticas
de Spiennes y las fiestas de la Ducasse de Mons (o Doudou), que llenan las
calles de la ciudad cada Domingo de Trinidad y conmemoran la victoria de san
Jorge frente al dragón.
Arte
para todos
La instalación "El pasajero", de Arne
Quinze, presenta una cara modernista de Mons, en donde se respira su turbulenta
historia. Dignos de visitar son también el Museo de Bellas Artes de Mons (BAM)
y Grand Hornu, patrimonio industrial, cerca de Mons.
Este acontecimiento
contará con la participación de infinidad de protagonistas de todo tipo en
espectáculos, conciertos, exposiciones (como la de Van Gogh que estará abierta
hasta el 17 de mayo, Verlaine y la exposición “Un chant d’amour”).
Las autoridades de Mons han pensado que el hecho de
ser capital cultural europea 2015, no solo va costarles unos cuantos euros,
sino que dicho acontecimiento incentivará la creatividad, estimulará la economía y
atraerá la inversión. Que les vaya bien.