Los conflictos son la consecuencia lógica de las diferentes
maneras de pensar. Desde distintas perspectivas psicosociales el análisis
conduce a entenderlos como un ciclo necesario para la resolución de
antagonismos de diferente índole.
¿Qué es el terrorismo?
Es una táctica, una forma
violenta de lucha política, es el uso sistemático del terror mediante la cual
se persigue la destrucción del orden establecido o la creación de un clima de
horror e inseguridad susceptible de intimidar a la población en general y provocar
ansiedad, miedo e incertidumbre.
¿Es el terrorismo propio de delincuentes?
A lo largo de la historia
encontramos diferentes grupos cuyo objetivo, en comienzo, no es precisamente
delinquir: partidos políticos socialistas como capitalistas, nacionalistas y no
nacionalistas, así como también corporaciones, grupos colonialistas, religiosos,
racistas, independentistas, conservadores, revolucionarios, y gobiernos en el
poder (terrorismo de Estado); de todas maneras, ese accionar está tipificado en
los diferentes Códigos Penales de la mayoría de países, al menos de los
occidentales.
¿Entonces son ilegales sus actuaciones?
Sí. La legitimidad o
ilegitimidad de los motivos propios del antagonismo de los grupos que, de
alguna manera, siembren sistemáticamente el terror, es fácil de distinguir pues
aunque fuese el mismo Estado el autor de las persecuciones, no sería
jurídicamente correcto e iría en contra de los derechos fundamentales. Los
actos criminales encaminados para provocar un ambiente de terror en la
población, para propósitos políticos son injustificables en cualquier
circunstancia, cualesquiera que sean las consideraciones políticas, raciales,
étnicas, filosóficas, ideológicas, religiosas o de cualquier otra naturaleza
que puedan ser invocadas para fundamentarlos.
¿Qué grupos terroristas ha habido?
-Tamiles en Sri Lanka y la
de los sikhs en la India (que asesinaron a la primera ministra Indira Gandhi en
1984)
-AlFatah, en lucha contra el
Estado de Israel: secuestros aéreos, matanza de atletas judíos en los Juegos
Olímpicos de Munich (1972), etc.
-Las FARC colombianas, los
tupamaros uruguayos, los sandinistas nicaragüenses o Túpac Amaru en Perú
(protagonistas de un espectacular asalto a la embajada japonesa en Lima, en
1997)
-El EZLN (zapatistas)
mexicano
-IRA irlandés, ETA en España,
terrorismo corso, las Brigadas Rojas en Italia, el Ejército rojo japonés; Boko Haram…
¿Y el autodenominado Estado Islámico?
El “Estado Islámico” (EI) se
ha concebido a través de múltiples mutaciones que tienen un acendrado carácter
histórico y no dependen de la actual guerra civil de Siria. Su origen se halla
en las intervenciones coloniales de Occidente que fomentaron dictaduras en la
región. Las poblaciones de esa zona se fragmentaron con la Primavera Árabe y la
guerra en Afganistán, Siria e Irak, grupos disidentes han buscado afianzarse en
ciertos territorios. De ahí surgió Al Qaeda. Al invadir EU, a Irak en 2003 y
derrocar a Saddam Hussein, los invasores agregaron al desatino inicial dos errores
colosales: desbandaron al Ejército, de
mayoría sunita, y entregaron
el poder a la minoría chiíta. De semejante cúmulo de deslices
emergió un monstruo: el Estado Islámico, la organización terrorista más letal y
despiadada de cuantas hayan surgido en el planeta en los últimos años.
¿Es cierto que la oposición a Bashar al-Asad (presidente
sirio), aupada por Occidente propició, en cierta forma, la conformación del EI?
Sólo en cierto modo, pues el
Estado Islámico es el producto de la equivocada intervención de Occidente en la
región.
¿Cuáles son las causas de los actuales ataques terroristas?
Los bárbaros siempre han
inventado alguna excusa para su implacable crueldad, desde la ideológica o la
nacionalista a la religiosa o la étnica. Los
ataques terroristas como un medio para conseguir algo: intimidar mediante
empleo de violencia física o psíquica que produzca terror en los ciudadanos,
con víctimas inocentes y lo suficientemente publicadas para que el efecto de
sus acciones se expanda. En resumen, quieren hacerse propaganda, buscan
protagonismo, desestabilizar gobiernos y Estados, conseguir poder hegemónico y
el fundamentalismo religioso; de éste he de hablar en la próxima entrada.
Cuando deja de existir la institucionalidad y el Derecho, la barbarie se
hace presente invirtiendo el orden de las cosas. Esperemos no perder la brújula,
pues también podría desaparecer lo ganado hasta hoy.