Acerca de los rayos X

Fueron dos científicos alemanes los pioneros en el asunto de los rayos X: en 1895, en la Universidad de Würzburg, mientras estudiaba los rayos catódicos en un tubo de descarga gaseosa de alto voltaje el científico alemán Wilhelm Conrad Röntgen, descubrió una radiación entonces desconocida. Les dio el nombre de rayos X debido a sus propiedades físicas desconocidas.

Fue un descubrimiento sensacional: los rayos eran electromagnéticos, como las ondas de luz o de radio. También podían ser reflejados o quebrados. Sin embargo se diferenciaban de los rayos de luz porque eran de muy alta potencia, lo que los hacía capaces de penetrar la materia sólida. Dicho descubrimiento lo hizo merecedor del Premio Nobel de Física de 1901.

Años más adelante, el descubrimiento de esta radiación revolucionó los campos de la Física, la Química y la Biología. La potencialidad de su aplicación en estos campos vino indirectamente de la mano de Max von Laue, quien fuera profesor en las Universidades Munich, Zurich, Frankfurt, Würzburg y Berlín. Laue para demostrar la naturaleza ondulatoria de esa radiación utilizó un cristal de blenda frente a los rayos X, obteniendo la confirmación de su hipótesis y demostrando al mismo tiempo la naturaleza periódica de los cristales. Laue recibió por ello el Premio Nobel de Física de 1914.

¿Qué son los rayos X?

Son energía electromagnética invisible. Los rayos X pueden ser generados haciendo chocar corrientes de electrones en condiciones especiales. Tienen una gran energía y por ello pueden penetrar a través del cuerpo humano y producir una imagen en una placa de fotografía.

En este paso se modifican las radiaciones y por ello al pasar por estructuras densas como los huesos, en la placa aparece un tono blanco, si atraviesa estructuras con aire aparece un tono negro.
Esta energía es muy utilizada en medicina, como una manera para obtener o sacar imágenes internas de los tejidos, huesos y órganos de nuestro cuerpo u organismo. Su uso también se ha extendido a la detección de fallos en metales o análisis de pinturas e incluso en la actualidad es usada en los aeropuertos para detectar qué llevamos en nuestras valijas.

Se ha hablado mucho del daño que las radiaciones pueden causar. La realización de una radiografía simple no causa ningún dolor. La exposición a los rayos X es menor, los aparatos actuales utilizan muy baja radiación para producir imágenes.
En todo caso, según me ha explicado un médico, las mujeres embarazadas y los niños son más sensibles a esta exposición y deben tener más cuidados y evitar exploraciones innecesarias.