La hambruna es una situación que se da cuando una zona geográfica o un país específicamente carece de alimentos suficientes para atender a su población, para librarla de la muerte por inanición o por desnutrición.
Ella se ha agudizado en épocas de guerra y post guerra, por la aparición de plagas que hayan diezmado las cosechas, por epidemias de cólera, fiebre tifoidea y disentería, por problemas climatológicos con cambios en el régimen de lluvias que alternan sequías con inundaciones, mala aplicación de políticas agrarias, decisiones estatales erradas, y en algunos lugares, como en ciertos países del continente africano se han juntado la sequía inclemente gudizada por el atraso feudal de su agricultura.
Según datos de la ONU, las personas que viven en la zona del llamado "Cuerno de África" necesitan alimentos, debido a las sequías registradas a lo largo de los años.
Ayer la ONU declaró oficialmente el estado de hambruna en dos regiones del sur de Somalia, y pidió a la comunidad internacional 300 millones de dólares para tratar de salvar vidas.
Tan grande es la desesperación de muchos somalíes que cientos de miles han escapado este año del hambre y la miseria para buscar refugio en países vecinos, como Kenia y Etiopía, los cuales no es que estén precisamente en abundancia.
¿Qué vamos a hacer?
Hay miseria en muchas regiones del mundo. Considero una bendición tener el sustento más que necesario. No desperdiciemos, recordemos siempre las pobres personas que no tienen qué llevarse a la boca.
Pensemos cada uno en la manera de ayudar, en el modo de apoyar para elevar el nivel de vida de la población, para que la miseria y la desesperación desaparezcan de la faz del mundo.