Un año más

Hay personas que tenemos la dicha de contar con una familia unida, saludable y prácticamente sin problemas; y, podemos decir que el paso de un año a otro no es otra cosa que el inexorable transcurrir del tiempo que nos da la oportunidad de seguir superándonos y brindando ternura a nuestros seres queridos.

Pero existen infinidad de seres humanos cuyos problemas sobrepasan los límites de la tolerancia humana para quienes el correr de los años, en cambio de presentarles la luz que los llevaría a solucionar sus problemas existenciales, observan un devenir oscuro con más de lo mismo que han soportado a través de su vida. Tales personas son todos aquellos seres humanos que viven en la extrema pobreza sin esperanza de salir del fondo en donde se encuentran.

También hay gente que sufre día a día la ausencia de algún ser amado por encontrase preso por alguna causa absurda, como la persecución por ideas políticas y más aún, aquellos que añoran la entrañable presencia de un familiar por haber sido víctima de un secuestro. Esto me parece una de las actuaciones más crueles a las que pueden llegar los delincuentes.

Enfrentarse al desafío de estar plagiado por cualquier motivo, sobretodo, por grupos inescrupulosos y sanguinarios debe ser como estar muerto en vida: sin trabajar en beneficio del patrimonio familiar, sin poder leer, sin realizar deporte, sin servicios sanitarios, sin el elemental espacio para vivir decentemente, sin roce social, sin familia ni amigos, sin poder llevar a cabo los proyectos de vida; con el alma destrozada por la angustia, la amargura, la incertidumbre, la soledad, la falta de afecto y la impotencia frente a sus captores.

Para el secuestrado y sus familiares un año más representa ver huir el tiempo sin la dicha vivida, sin esa cotidianidad compartida, sin ese abrazo que se ansía y que nunca llega, sin esa amada voz que invade dulcemente el espíritu y es causa de regocijo y de tranquilidad y, sobretodo, significa ver cómo se evaporan los sueños de participar en los eventos familiares e intervenir en la toma de decisiones de cara a la educación de los hijos y en la conducción de su propia realización.

Debería haber una cruzada a nivel mundial para tratar de erradicar el secuestro que es una de las peores infamias que puede realizar una persona; el estar retenido contra la voluntad equivale a ser torturado constantemente. NO podemos condenar a miles de seres humanos a vivir sólo de los recuerdos y a enterrarlos en vida.
Quiera Dios que en poco tiempo la esperanza y los anhelos de los secuestrados se hagan realidad.

¿Quién protagoniza la Navidad?


Si partimos que la navidad es el recuerdo de un nacimiento, necesariamente hay que saber quién es el que cumple años y la respuesta no se deja esperar pues mucha gente nos dirá que quien cerebra su natalicio es nada menos que un personaje al cual sus seguidores lo elevaron a los altares y le dieron la categoría de hijo de Dios. Y ha sido tanto el marketing a favor de este personaje que sus doctrinas cambiaron el mundo occidental y hasta los sucesos históricos comenzaron a relacionarse como acaecidos antes o después de su advenimiento.

Sea que haya o no existido, si las doctrinas que le atribuyen sean suyas o no, el ideal de paz y amor por él preconizado es maravilloso. Veo una semejanza con Sócrates: ninguno de los dos ha dejado escrito alguno, se han conocido sus postulados filosóficos a través de sus discípulos, no existen biografías de ellos; naturalmente escritas por laicos en el caso de Jesús, pues ya se sabe que en el Nuevo Testamento se habla mucho de él.

Sin lugar a dudas la celebración de la navidad es un ejemplo del sincretismo de elementos procedentes de diferentes culturas y tradiciones, por ejemplo la fiesta del solsticio de invierno y la Festividad al dios Celta Cernunnos,
dios de la sabiduría, dios venado, de la renovación de las estaciones e incluso del mundo subterráneo.

Festividades de esta naturaleza eran muy populares en el Centro y occidente de Europa, por lo que los sacerdotes cristianos utilizaron estas creencias populares
para facilitar las conversiones; fue así como muchas festividades nativas eran adoptadas a los calendarios de la nueva religión cristiana. Otro ejemplo es la fiesta de san Juan que coincide con la celebración que hacían los celtas por el solsticio de verano, pero ese es otro cuento.

Bien, no importa en realidad cómo haya nacido esta costumbre, el caso es que desde hace mucho tiempo se convirtió en una tradición que año a año reúne las familias, no alrededor del pesebre a la usanza de antaño, sino alrededor del árbol de navidad que se ha convertido en nuestra época en el verdadero protagonista pues a sus pies colocamos los regalos con los que sorprenderemos a nuestros seres queridos y es alrededor de él que los niños suspiran imaginando si recibirán el juguete deseado.

Y también es junto al hermoso abeto o al pino iluminado que cantamos alegremente villancicos o muchas veces sentimos la triste certeza del frío de una ausencia que nos roba unas lágrimas… y, en la distancia tratamos que la añoranza se torne en consuelo al imaginar que nuestro ser amado es feliz.

El último escape de Pinochet


Después de haber leído un sinnúmero de relatos relacionados con las atrocidades cometidas durante la dictadura de Augusto Pinochet en Chile, quedé medio paralizada al observar en los noticieros cómo hubo cientos de personas que despidieron cariñosamente al sanguinario militar. Supongo que serían los familiares de los pocos privilegiados del largo y nefasto régimen que él presidió.

Si bien durante su dictadura el tirano logró un impulso neoliberal en la economía chilena de la mano de la escuela de Chicago que estuvo a cargo de la Hacienda nacional, e instaló las bases para que luego los civiles llevasen a su país a un mayor desarrollo, ello no borra los excesos y los atentados contra los derechos humanos cometidos bajo su mando. El fin no justifica los medios. Hay quienes aseguran que dejó un país mucho mejor del que recibió, eso es discutible pues es preferible comer sólo un mendrugo de pan al día tranquilamente, que cotidianamente saborear exquisitos filetes de salmón con el temor que en cualquier momento el ejército allane nuestro domicilio, nos lleven presos y nos torturen hasta morir sin saber por qué.

Cuando Pinochet entregó nuevamente el poder a los civiles, no se retiró realmente del mando, él consiguió ser senador vitalicio y por consiguiente obtenía así la inmunidad que le permitiría seguir por la vida sin ser juzgado por sus crímenes pues ella lo hacía casi intocable. Le duró hasta el 2000, año en que perdió dicho privilegio.

Para muchos de los que veían que en los últimos años era requerido este nefasto personaje una y otra vez por la justicia, les parecía extraño que persiguieran a tan “venerable” anciano; ello es debido a la falta de información, pues el asunto de la muerte de Allende y la larga dictadura de Pinochet es historia reciente y para mejor describir la personalidad y el poder que ostentó ese militar transcribo las palabras de “El País” de España del día 12 del presente mes:
“Porque la influencia política del fallecido no es sólo una cuestión de opiniones, como él mismo se encargó de recordar en diversas ocasiones. "El día que alguien toque a alguno de mis hombres se acaba el Estado de derecho", declaró poco antes de dejar el poder en marzo de 1990 sobre las acusaciones por violación de los derechos humanos que pesaban tanto sobre él como sobre algunos de sus colaboradores.”

El primero en intentar poner en el banquillo de los acusados a Pinochet fue el juez español don Baltasar Garzón quien en 1998 lo acusó de crímenes contra la humanidad, lástima que el Reino Unido, a pesar de tenerlo detenido durante 503 días no facilitó su extradición supuestamente porque no estaba bien de salud el desventurado. ¡Razones humanitarias para alguien que desconocía la compasión!

No sólo se contentó con asolar a su país durante la época del terror que él sembró sino que Chile se encontró en esos amargos años alejado del Estado de Derecho; según "El Tiempo":
“Durante su gobierno se abolió el debido proceso, y las leyes fueron reemplazadas por fusilamientos sumarios, torturas y desapariciones. Más de 3.000 chilenos fueron asesinados sin fórmula de juicio, miles más padecieron tortura y cerca de 30.000 tuvieron que salir al exilio.”

Además de cruel asesino también
la codicia fue parte de su esencia: “Se ha detectado una fortuna no inferior a 28 millones de dólares, camuflada en 125 cuentas con nombres falsos, que corresponden a él, su esposa y sus cuatro hijos. Nueve millones de ellos, depositados en Miami, fueron recuperados ya y entregados a la fundación que vela por las víctimas de la dictadura”.

A pesar de que sus últimos años los vivió en arresto domiciliario, el sátrapa no pagó por su ignominia pues la Justicia únicamente logró acorralarlo y no le pudo seguir un juicio coherente puesto que la edad y la supuesta mala salud del sujeto lo impidieron y en esta semana la muerte le ha dado la oportunidad de escapar una vez más, la última, sin rendir cuentas.

Estado de Derecho e inseguridad jurídica

En todos los países en donde existe un orden constituido, un orden jurídico público, el funcionamiento del llamado Estado de Derecho, todas las personas y sus instituciones están sometidas a las normas del Derecho. De tal manera dicho sometimiento es primordialmente a la Constitución, luego el respeto y el acatamiento a las demás leyes de derecho público y todas aquellas reglamentaciones que conduzcan al bien común.

El cumplimiento de las normas jurídicas en cada nación supone primeramente el no violarlas, luego disponer de medios positivos o adecuados para su realización y ello, en buena parte, es labor de los respectivos gobiernos. Indudablemente quienes deben dar demostración de cumplimiento de las Leyes son las autoridades: los gobernantes, los legisladores, los empleados de la rama judicial, todas las instituciones del Estado y jerárquicamente llega esa obligación hasta los jefes de familia, pues nada mejor que educar con el ejemplo.

Desafortunadamente en muchos países la corrupción comienza desde las altas esferas gubernamentales, los empleados públicos aceptan sobornos, algunos miembros del orden delinquen, algunos profesores piden “cuotas por equis motivos” a su alumnos, muchos padres de familia se ven involucrados en diferentes delitos y poco a poco la juventud que ha sido testiga del facilismo, enrumba su vida por el camino equivocado y termina inmersa en los vicios y la predisposición de conseguir todo con el menor esfuerzo posible.

No es justo bajo ningún concepto que en ciertos países no se respeten los convenios establecidos por el solo hecho de cambio del poder ejecutivo. Si las reglas varían de acuerdo al gobernante, reinará la inseguridad jurídica y ese país encaminará su destino a la catástrofe pues en el lado opuesto existen aquellas naciones que son reales paraísos fiscales en donde la Ley perdura por mucho tiempo.

La incompetencia política para contraatacar los focos de corrupción y de violencia ha hecho que algunos Estados no controlen realmente toda su jurisdicción, por consiguiente poseen ejércitos que son prácticamente monopolios de la fuerza, una administración pública tan burocratizada que es un calvario hacer algún trámite legal y lo más grave es que hay ciertos sitios en donde es casi imposible efectuar inversiones si se es extranjero pues las leyes cambian con las fases de la luna y esa fragilidad institucional y jurídica determina el alejamiento de: capitales, el desarrollo, el empleo y la vida digna de millones de seres humanos.