Necesitamos vivir en paz

 

Mahatma Gandhi decía: “No hay camino para la paz, la paz es el camino”…

En verdad, a diario deberíamos construir más puentes y menos muros en las relaciones personales, de tal manera que nuestros hijos tengan un buen ejemplo de tranquilidad, empatía y buen vivir.

No sólo la guerra nos está asechando en este momento; la violencia de género, el acoso escolar, el maltrato, el “matoneo” en las redes sociales… 

¿Qué mundo les espera a nuestros hijos? Se han puesto de moda la intimidación, la intolerancia, el irrespeto, el terrorismo, el fanatismo, la provocación, las amenazas de algo terrible si no hiciéramos lo que el guapetón de turno deseara.


Todo el ambiente bélico que estamos viviendo es tremendamente injusto principalmente para los niños. Ya los científicos están hablando de la “generación del miedo” pues a los niños y adolescentes les ha tocado vivir encerrados por la pandemia, y, ahora les llega la preocupación de una guerra a la vuelta de la esquina.

Sembremos las semillas para una armonía duradera. No basta con hablar de paz, hay que creer en ella  y vivirla interiormente, lo cual nos ayuda a aceptar nuestros errores y reflexionar sobre ellos.