Debate acerca de los deberes escolares



Hace poco he estado en un foro en el cual se discutía el tema de los deberes escolares. La mayoría han tenido una actitud ambivalente: por un lado deseamos que nuestros hijos refuercen la voluntad y la disciplina y generen el hábito de estudio; por otro, vemos con temor una carga que les impide distraerse, que les hace acostarse tarde, que, en ocasiones, podría encadenarlos en un ambiente de tristeza.
¿Qué son los deberes escolares?
Son complementos, de lo aprendido en clase para realizarlos en casa. Pero muchos profesores aman poner tareas repetitivas de una duración excesiva y no contextualizadas. En el foro algunos han expresado que los deberes son una manera de que el niño afiance conocimientos, asuma responsabilidades y sea más autónomo. Otros, en cambio, han asegurado que las tareas son ajenas al desarrollo cognitivo de los menores.
¿Existen investigaciones al respecto?
Desde las últimas décadas del siglo pasado han aumentado el número de expertos en la manteria que se han dedicado a realizar investigaciones, muchas de ellas se han centrado en la relación entre cantidad de deberes y resultados académicos. Como siempre, hay quienes ven los deberes como algo positivo y otros sólo le encuentran el lado negativo.
¿Qué opinan los pedagogos acerca de los deberes escolares?
Quien más ha investigado sobre los deberes escolares en los EU es el profesor Harris Cooper de la Universidad de Duke. El  resultado  de  todos sus estudios  es  que la correlación entre la cantidad de deberes y el éxito en la escuela primaria (hasta los 12 años) es muy pequeña, y sólo hay una moderada correlación en  secundaria, pero incluso en ella, “un exceso de deberes puede reducir su  efectividad, e incluso conseguiría ser contraproducente”.
- Donata Elschenbroich, investigadora pedagoga alemana, autora de “Todo lo que hay que saber a los siete años”: Las  tareas  que  proponemos  para  hacer en casa o durante el tiempo libre tienen más que ver con el desarrollo de la creatividad, el descanso, la actividad física, la socialización, etc. y que partan de la voluntad y del interés del niño.
- Richard Gerver, ex director de la escuela primaria Grange (Gran Bretaña) y experto en liderazgo, creatividad y cambio organizativo. “los alumnos aprenden  mejor  si  se  sienten  implicados”;  al tiempo  que  arremete  contra  los  deberes  y  los  exámenes.
-Ruth Elsässer: el éxito no está determiando por el tiempo que dediquen en casa,  sino la cantidad de tiempo de calidad para el aprendizaje que se aproveche en clase.
Alfie Khon, escritor y educador estadounidense: Los deberes no desarrollan aspectos positivos del carácter como la autodisciplina o la responsabilidad.
Enric Roca, profesor de Ciencias de la Educación en la Universidad Autónoma de Barcelona señala que "No hay ningún estudio que demuestre que los deberes sean garantía de éxito educativo, ni tampoco lo contrario", ahora bien, añade, "lo que no es tolerable es que las tareas en casa se conviertan en un ejercicio tedioso y aburrido porque eso es contraproducente para los niños".
Según Jaime Retamal, doctor en Educación de la U. de Santiago de Chile, “está comprobado que más tiempo haciendo tareas, no ayuda a mejorar el aprendizaje ni las notas. Existe además un problema sociocultural, muy investigado en todo el mundo: las tareas penalizan a los estudiantes más desfavorecidos socialmente porque no tienen a nadie competente en sus casas, en términos pedagógicos, que les ayude a resolver alguna duda”.
- La motivación cumple una función importante en el proceso de  realización de las tareas escolares.; los profesores deberían pensar en los asuntos personales de su alumnos quienes han de querer también estudiar en su tiempo libre música, bellas artes, algún idioma o practicar deportes, pues todo ello son actividades extracurriculares que les benefician.
 Los  estudiantes deberían entender por qué están aprendiendo algo y cómo los beneficiará en el mundo real. De lo contrario, resulta casi imposible que estén  motivados. Como ha dicho Gerver:
"La educación debe ser una celebración de la vida. Debemos alimentar el poder del aprendizaje. Aprender debe ser divertido".

El esfuerzo no quiere decir tener que sacrificar los momentos de socialización, descanso y diversión por tener que realizar exceso de deberes, pues los  niños deben tener más tiempo para  experimentar la naturaleza y participar en actividades sociales, y, no olvidemos que el juego constituye una parte significativa del crecimiento y del aprendizaje individual; podríamos buscar uno que refuerce la capacidad analítica de los pequeños.

Sufragio femenino



Nadie en el tercer milenio piensa en lo duro que debió ser la existencia de todas esas mujeres que lucharon por sus derechos; aquellos de los cuales gozamos en este momento y los vemos de una manera tan natural, como si todo hubiese sido tan fácil para acercarse a una mesa de votación para sufragar.
Hace unos meses he visto el film “Las sufragistas”, en verdad, hasta ese momento no había reparado que, en el pasado, muchas mujeres arriesgaron su vida, su derecho a vivir dignamente y hasta su reputación por luchar por una causa noble; es posible que en algunos momentos sus métodos no fuesen los adecuados, luego comenzaron una resistencia civil, hasta que, eventualmente lograron  el apoyo anhelado y suficiente para que pudiesen lograrse sus objetivos.
El movimiento sufragista tuvo que funcionar en un ambiente supremamente hostil y debieron ser innumerables las relaciones e interacciones para que no se apagara la llama que la impulsaba, aunque existiesen factores en contra. Como resultado de las acciones, se generaron respuestas injustas y desproporcionadas de un sistema en extremo represivo. No  solo de las autoridades sino también recibieron el menosprecio en las fábricas donde trabajaban, en los sitios donde vivían y hasta en sus propios hogares.
Si bien era evidente la injusticia subyacente en la situación que se quería cambiar, al final fue mayor el compromiso de muchas personas convencidas de la causa dispuestas a realizar grandes o pequeñas tareas; incluso de asumir sacrificios, humillaciones y experimentar el sufrimiento gracias al liderezgo capaz y estratégico, el cual puede desarrollar poderes simbólicos de organización y compromiso.

Volverse una mujer sufragista significaba las presiones moralistas, ser señalada por otras mujeres, por los vecinos y familiares; asumir las tareas de la organización e inevitablemente aceptar la cárcel, las huelgas de hambre, alimentaciones forzadas y, en general, riesgos no sólo personales sino también económicos.
Millones de gracias a Emmeline Pankhurst (1858-1928), activista política británica y líder del movimiento de las sufragistas y a todas sus seguidoras quienes lucharon por el derecho de las mujeres a votar en Gran Bretaña, a comienzos del siglo veinte. Sembraron las semillas necesarias para que poco a poco las mujeres comenzáramos a tener más libertad.
Según Wikipedia, en 1869 se aprobó el sufragio femenino en Nueva Zelanda, el derecho a ser elegida, en 1919. En otros países:
1907, Finlandia, pocos años después Noeruega y Suecia.
1917, Rusia.
1920, Estados Unidos.
1927, Uruguay.
1931, España
1944, Francia
1947, Argentina
1949, Chile
1953, México
1957, Colombia; etc.