Otras regiones europeas que desearían independizarse



Todos tenemos aún imágenes de los sucesos en la antigua Yugoslavia. En 1990 Eslovenia optó por la independencia la cual ganó con un referéndum respaldado por la Ley y un 95% de aceptación. A la declaración eslovena siguió una guerra de diez días; la intervención de la Unión Europea produjo su reconocimiento. La Federación Yugoslava, no era parte de la UE, era un Estado en desintegración. Junto con Eslovenia, también se independizó Croacia, dando lugar a un conflicto muy largo y sangriento.


Si el desafío catalán terminara de florecer, existiría el riego de que se generara un indeseable efecto dominó.


1- Escocia, Gran Bretaña

Con una población de 5,2 millones de personas, semiautónoma desde 1998, con un Parlamento descentralizado responsable de cuestiones de Jussticia, educación, salud y medio ambiente, Escocia ya realizó en  2014 uun referéndum Legal de independencia., el cual perdió con el 55% en contra. Aunque la diplomacia y la defensa siguen bajo el control de Londres la primer ministro Nicola Sturgeon, desea otro referéndum si se consumara el Brexit.

2- Lombardía y Véneto en Italia

Ellas, junto a Aosta, Piemonte, Liguria y Emilia-Romagna forman la Padania en la llanura del Po; generan, a través de la Banca y la industria, casi un tercio de los ingresos fiscales italianos. El pasado domingo 22 de octubre celebraron un referéndum Legal y vinculatne para obtener más autonomía, el cual ganaron.


3- Flandes, Bélgica

Bélgica es una mezcla entre una nación de habla flamenca, conservadora y norteña, y una nación francesa, de tendencia izquierdista y sureña. En las elecciones del 2014 la Nueva Alianza Flamenca fue la más votada. Sus líderes están convencidos de que Flandes, sin Valonia, estaría mejor. Es la región más rica, y se habla flamenco. Valonia es francófona. Es improbable que se recurriera a la vía unilateral.


4- Los casos de la Cataluña francesa y el País Vasco francés

Son focos separatistas minoritarios, sienten cierto vínculo cultural con aquel par de grupos en territorio español, pero totalmente desentendidos de un posible secesionismo. En un último sondeo, únicamente el 30% estaría pensando en una separación de Francia.


5- Cerdeña, Italia

En Cerdeña hasta un millón de personas hablan el idioma propio, el sardo. Aunque el sentimiento identitario en la isla es fuerte, el espectro político nacionalista está muy fragmentado. En el caso de que lograra unirse, tendría una fuerza de un 25% de los votos.

 6- Córcega, Francia

Desde los 70, en Córcega la lucha por la independencia tuvo tintes violentos. La vía armada ha quedado relevada por la política, aunque el conflicto sigue vigente debido a la lucha del Estado francés para erradicar la lengua corsa de la vida pública y en las escuelas de la isla. En las últimas elecciones legislativas, el Nacionalismo Corso ha obtenido por primera vez tres diputados en la Asamblea Nacional. París rechazó hace un par de años su demanda de más autonomía y la petición de cooficialidad para el corso. El jefe del Gobierno regional, el nacionalista Gilles Simeoni, ha dicho: "Nuestro objetivo no es la independencia sino un estatus de autonomía"


7-Tirol del sur

Hasta finales del la primera guerra mundial perteneció al imperio Austro-húngaro, después a Italia. Aunque posee autonomía económica e idiomática; aquí hay un factor netamente económico debido a que Italia es el segundo país más endeudado de la UE y los tirolenses del sur no desean depender políticamente puesto que se sienten autosuficientes.


8-Alta Silesia, Polonia

Quiere lograr la autonomía de la cual gozaba antes de la segunda guerra mundial. El movimiento por la autonomía(RAS), alega su particularidad cultural y lingüística. Su líder Jerzy Gorzelik, señala: queremos mayor autonomía fiscal, más independencia financiera".


9-Moravia, República Checa

Hasta 1918, el marquesado de Moravia era una corona del Imperio Austro-húngaro. Aunque algunos ayuntamientos izan su bandera histórica en días festivos, no existen aspiraciones serias de independencia por el momento.


10-Transilvania, Rumania

Ella formaba parte de Hungría. Es una región rica y muy turística. Desde la caída del comunismo, existen focos de conflictos étnicos. Muchos rumanos desean también una mayor independencia de la capital, Bucarest. La Alianza Democrática de los Húngaros en Rumania, ha tenido una participación continua en el Gobierno desde 1996.

11- Baviera, Alemania

Es el Estado Federado que más aporta al Fondo de Solidaridad y, por ello, una de las principales demandas de los nacionalistas del Partido Bávaro es un nuevo pacto fiscal. Fundada en 1946, esta formación perdió muchos apoyos cuando la Iglesia católica se decantó del lado de los socialcristianos a principios de los 50. La Unión Social Cristiana asociada a nivel federal con la Unión Demócrata Cristiana domina la escena política. Según las encuestas, sólo una tercera parte de los bávaros sería favorable a la independencia.


12-Chipre

La parte norte de la isla se ha separado de facto y formado la República Turca del  Norte de Chipre. Turquía es el único país que la reconoce. Chipre es parte de la UE desde el 2004 


13- Islas Feroe, Dinamarca

Por motivos económicos las islas Feroe aspiran a la independencia plena de Dinamarca. El 25 de abril de 2018 las Feroe quieren celebrar un referéndum para tener una Constitución propia, lo que podría preceder a uno de independencia. No forman parte de la UE.


Ulster

Es una de las cuatro provincias que configuran el conjunto de la isla de Irlanda. Cada provincia está dividida en condados, son nueve los del Ulster. De estos nueve, tres se encuentran en la República de Irlanda y seis en Irlanda del Norte. El Nacionalismo de Ulster es un movimiento político, que rechaza la unión de Irlanda del Norte con la República de Irlanda y también el actual estatus de pertenencia de la provincia al Reino Unido. El IRA el cual sembró el terror por algún tiempo, tuvo una primera tregua en 1994. En 1998, se firmaba el acuerdo marco que ahora se pone en acción para formar un peculiar gobierno. Toda la isla es parte de la Unión Europea.

También podrían inquietarse: Bretaña, Frisia, Gales, Galicia, Occitania, Valencia…

Ni la atomización ni la proliferación de pequeños Estados traería un progreso real.

Historia del independentismo catalán



Cataluña: concentración de población
Cataluña es la segunda comunidad autónoma más poblada de las 17 existenes en España. Situada en el nordeste de la península Ibérica, tiene una población de más de 7 millones y medio de habitantes los cuales viven en las cuatro provincias que la componen: Barcelona, Girona, Lérida y Tarragona. La ciudad de Barcelona, y su área metropolitana, aglutinan a dos tercios de la población catalana. 

Pasado colonial diverso
Cataluña vivió la colonización de los pueblos fenicio, etrusco y griego. Los griegos se establecieron en Rosas y también en Ampurias (foto), que tuvo una gran influencia en el territorio hasta la llegada de los romanos. Estos levantaron infraestructuras y ciudades, tal como hoy las entendemos. Fue una posesión del Imperio hasta que pasó a manos de los visigodos. 

Condados catalanes, dominio independiente
Cataluña fue conquistada por los musulmanes quienes fueron expulsados con el apoyo de Carlomagno. Los llamados condados catalanes se convirtieron, con el tiempo, en un dominio independiente y se confederaron en 1137 con la Corona de Aragón, a raíz de una unión dinástica entre Aragón y Cataluña. En el siglo XIII y principios del XIV la Corona se expande con las conquistas de Mallorca y Valencia. 

Conservando autonomía hasta la Sucesión
En el siglo XIII surgen instituciones como la Diputación del General (Generalitat de Cataluña), las Cortes Generales y administraciones locales, como el Consejo de Ciento de Barcelona. La Corona de Aragón se unió a la Corona de Castilla en 1476, pero conservó sus instituciones autónomas de gobierno hasta el final de la Guerra de Sucesión Española (1714), posterior a la de los Segadores (foto). 

Cada 'Diada' se celebra una derrota
Con la caída de Barcelona, el 11 de septiembre de 1714, el rey Felipe promulgó el Decreto de Nueva Planta y se abolieron los privilegios nobiliarios, los Fueros locales y las Instituciones de autogobierno que eran respetadas por la Casa Austria en todos los reinos declarados austracistas. Cada 11 de septiembre se recuerda la abolición de las instituciones y libertades civiles catalanas.

Falta de apoyo a la figura monárquica
El Sexenio Revolucionario trajo el fin del reinado de Isabel II de España y la restauración de la dinastía borbónica en 1875. Con la redacción de la Constitución de 1869 surgió el problema de en qué figura debía recaer la monarquía española. Amadeo de Saboya fue elegido como Monarca constitucional en 1871. Lo fue hasta el 1873, al abdicar por falta de apoyo y la tercera guerra carlista (foto).
Un federalista al frente de la Primera República Española
Tras la abdicación de Amadeo I, el 10 de febrero de 1873, se proclamó la Primera República Española que apenas duró un año. El republicanismo estaba dividido entre aquellos que querían una República unitaria (con un único gobierno para todo el país) y una federal (en la que los estados autónomos se pondrían de acuerdo para crear un Estado de rango superior) como Francisco Pi y Margall(foto). 

Intento de creación de un Estado Catalán
La República tuvo que hacer frente a dificultades como las confrontaciones entre los republicanos unitarios y los federalistas, así como el intento de Cataluña de crear un Estado Catalán dentro de la República Federal Española. El pronunciamiento de Martínez Campos en 1874 restableció la Monarquía Española y la dinastía borbónica con el hijo de Isabel II, el rey Alfonso XII de España (foto). 

El catalanismo republicano en lucha
Entre 1923 y 1930, la dictadura del General Primo de Rivera se instauró en España, con el apoyo del rey Alfonso XIII, el Ejército, de la burguesía, los terratenientes y la Iglesia. No obstante, Cataluña se convirtió en uno de los focos más activos de oposición a la dictadura con el crecimiento del catalanismo republicano cuyo líder, Francesc Macià, (foto), fue el luchador más comprometido. 

Guerra Civil, consecuencia de poner fin a la Segunda República
En la Segunda República, diputados catalanes elaboraron el Estatuto de Núria que fue aprobado en las Cortes Españolas en 1932. Ese año, Macià fue ratificado como presidente en las elecciones al Parlamento de Cataluña. Luego fue sucedido por Lluís Companys en el cargo hasta el final de la Guerra Civil (1936-1939) que se produjo tras el golpe de Estado de 1936 contra el Gobierno de la II República. Cabe destacar que  en la insurrección del 6 de octubre de 1934 Campanys fue encarcelado junto al gobierno de la Generalitat, siendo condenado a treinta años por la proclamación del Estat Català (que duró apenas 24 horas). En febrero de 1936, con el triunfo del Frente Popular fue puesto en libertad. 

Pérdida de libertades
El franquismo (1939-1975) supuso en Cataluña la anulación de las libertades democráticas, la prohibición y persecución de los partidos políticos no afines al régimen, la supresión del Estatuto de Autonomía (que ya había sido suspendido por el Gobierno de España entre octubre de 1934 y febrero de 1936) y sus instituciones derivadas, y, la persecución de la lengua y la cultura catalanas. 

Recuperando autonomía con un nuevo estatuto
Después de las primeras elecciones generales tras el término de la dictadura, en 1977, se restauró provisionalmente la Generalitat con Josep Tarradellas al frente. Este formó un gobierno de concentración (1977-1980) con doce consejeros para redactar el estatuto de Autonomía de Cataluña de 1979 y convocó elecciones al Parlamento de Cataluña (foto) donde fueron elegidos los primeros 135 diputados.
Jordi Pujol, el primer presidente
El nuevo Estatuto de Autonomía de Cataluña, que define a Cataluña como nacionalidad y reconoce el catalán como lengua propia, era superior al de 1932 en aspectos como enseñanza y cultura, pero inferior en otros, como justicia, finanzas y orden público. Tras su promulgación, se celebraron las primeras elecciones catalanas en 1980. Jordi Pujol estuvo al frente de la Generalitat hasta el 2003. 

El auge de una reivindicación
El independentismo creció en los últimos años debido a los recortes del Tribunal Constitucional al nuevo Estatuto aprobado en 2006 y que establece una nueva relación prácticamente federal con España, y al rechazo del gobierno de Mariano Rajoy al pacto fiscal, la promesa electoral de Artur Mas, que pretendía acabar con el déficit fiscal que sufre Cataluña con un sistema similar al concierto vasco.
Primer intento: 9N
Las manifestaciones multitudinarias a favor de la independencia siguieron creciendo en 2013 y 2014 y forzaron a Artur Mas, que firmó un acuerdo de gobernabilidad con ERC, formación política que quedó segunda en escaños por primera vez en la historia posfranquista, a convocar una consulta sobre la independencia en el 2014. La votación se llevó a cabo finalmente el 9 de noviembre de 2014.

Duelo de titanes
En enero de 2016, a raíz del acuerdo entre Juntos por el Sí (formado por Convergencia Democrática de Cataluña y Esquerra Republicana de Cataluña, entre otros) y la CUP, “Mas” fue sustituido por Carles Puigdemont como presidente de la Generalitat. 
Puigdemont ha continuado el proceso independentista convocando un nuevo referéndum para el domingo 1 de octubre, rechazado por el gobierno de Rajoy.

Artículo basado en la investigación de Null Judit Alonso, para DW.