Relaciones dañinas

¿Alguna vez has tratado a alguien que contamine constantemente con su egoísmo, amargura o negatividad?

Existen personas que al igual que el humo, contaminan el ambiente con sus emociones mal llevadas e intentan imponer sus penas y frustraciones mediante la descalificación del otro o su manipulación.

Para no llegar a ser injustos en este asunto, habría que distinguir bien entre la gente que por estar deprimida en un momento dado transmite mala energía, pero aparentemente no se da cuenta de ello, y las personas con tendencia a manipular a otras. Ese tipo de persona es negativa, posesiva, todo le molesta y vive amargada.

De acuerdo con los Psicólogos, aunque todas las relaciones contaminantes son peligrosas, la más perjudicial es aquella que se teje entre el padre y el hijo: lo juzga, lo humilla, lo hace sentir poca cosa, lo descalifica todo el tiempo; en definitiva le hace la vida imposible. No lo deja tranquilo ni siquiera a la hora de comer.

Si el asunto ha comenzado desde la más tierna infancia, el chico crece con graves problemas de auto estima, siempre ha de pensar que nada vale pues su propio padre lo ha humillado hasta el cansancio puesto que el progenitor es conocedor de la necesidad que tiene la criatura que aún no puede autoabastecerse. Ese niño ha de crecer con la necesidad inmensa de sentir la aprobación de los otros y va a tener problemas para tomar decisiones.

Pero las relaciones dañinas también las pueden sufrir los adultos, tanto hombres como mujeres. Así que sería bueno huir de ciertos prototipos:

Los descalificadores: menosprecian lo que realicen o digan los otros, de esta manera intentan controlar la autoestima ajena. Agrandan los errores y defectos, y minimizan los aciertos o triunfos. Cuando les conviene, aseguran que eres una persona maravillosa; pero más tarde son capaces de decir que eres comparable a la basura. Si alguno tuviera un revés escolar, le diría que le falta inteligencia y que no llegará lejos; pero si necesitara un escrito de la misma persona le haría saber su admiración.

Los manipuladores: generalmente se aprovechan de las debilidades de las personas para obligarlas a hacer o decir cosas. Este tipo de persona forma líos de todo, si se le lleva la contraria se enfurece y le grita a la otra persona que ella tiene la culpa de todo, que necesita ayuda y todo el tiempo le echa la culpa a los demás de sus propios errores.

Siempre crean conflictos siendo rígidos y extremistas.

Al detectar a una persona en extremo negativa, mejor es cortar por lo sano para que no nos haga la vida de cuadritos o nos afecte la salud.

Ser pródigo

Pródiga es aquella persona que gasta profusamente, sin ninguna prudencia. Se ha generalizado la acepción equivalente a generoso, inclinado a dar a los demás de los suyo.

Quien la pasa dando regalos, a todos por llamar la atención o en busca de afecto, no es alguien generoso, es un ser necesitado de afecto que cree que el amor brota espontáneo por el hecho de dar objetos. Ese tipo de persona es un ejemplo de pródigo.

La persona pródiga recibe el sueldo, paga parte de sus deudas pues siempre está endeudada, se va a un súper mercado y compra muchas cosas, pero no siempre para su uso personal sino para regalar. Si fuera compradora compulsiva, compraría cualquier cosa sin destinatario o para sí.

A la persona pródiga se le puede explicar mil veces que no es necesario que nos compre presentes, o que sería bueno que piense en su prole o en el mañana, que sería conveniente que ahorre, pero ella no escucha, por el contrario, parecería que ello la impulsara a gastar más.

Es tan inconveniente ser pródigo, que el Derecho determina que aquel que disipe su patrimonio o haga gastos inútiles y excesivos puede ser demandado por el cónyuge y en algunos casos por el ministro fiscal.

Si alguien ha sido demandado por ser pródigo, la declaración de prodigalidad determina los actos que le queden prohibidos al incapacitado y las facultades que puede ejercer el tutor en su nombre, así como los que deban de ser consultados al consejo de familia que se haya formado.

Origen del pensamiento

La esencia de la identidad del hombre frente a la naturaleza es sin lugar a dudas su capacidad de pensar, lo cual le ha permitido aprender a relacionarse con su entorno y desarrollarse como individuo y como ser social.

La persona tiene dos maneras de aprehender la realidad circundante puesto que la función del gran celebro humano es el desarrollo en él de dos sistemas diferentes de proceso de datos: uno de ellos lógico y verbal, y el otro, analógico.

Nuestro celebro está diseñado para percibir y analizar de dos maneras distintas según el hemisferio celebral que esté en acción al momento de interpretar los acontecimientos. Al hemisferio izquierdo se lo conoce como "hemisferio lógico o analítico"; el hemisferio derecho es el holístico e intuitivo.

El hemisferio derecho es: no verbal puesto que aunque sea consciente de los sucesos, le cuesta relacionarlo con las palabras. Es sintético pues agrupa las cosas para formar conjuntos; sería la capacidad de abstracción. Es analógico, observa las semejanzas entre las cosas y comprende las relaciones metafóricas. Es atemporal pues no tiene sentido del tiempo. No racional: se basa en los hechos, tiende a posponer los juicios.

El hemisferio derecho también es espacial puesto que nota donde están las cosas respecto de otras y cómo se combinan las partes para formar el todo. Es intuitivo, posee inspiraciones repentinas, pistas, corazonadas y a veces imágenes visuales. Es holístico: observa las cosas como un todo, percibe las estructuras generales y con frecuencia llega a conclusiones divergentes.

El hemisferio izquierdo es: analítico, estudia las situaciones parte por parte. Verbal, utiliza palabras para describir, nombrar y definir.

Lógico, sus conclusiones se basan en el discernimiento lógico; una cosa debe seguir a la otra de manera racional. Abstracto, toma un pequeño fragmento de la información y lo emplea para representar el todo. Lineal, utiliza ideas encadenadas, puede llegar a una conclusión conver
gente. Simbólico, frecuentemente emplea símbolos para representar algo. Racional, saca conclusiones basadas en la razón y en los datos.

En conclusión, cuando predomina el hemisferio izquierdo del cerebro el individuo puede realizar un análisis que va de la partes hacia el todo; cuando predomina el hemisferio derecho, dicho análisis va del todo hacia las partes.

Debido a todo lo anterior, cada uno tiene su propia manera de percibir el mundo. Lo fundamental es comprender que existen diferentes maneras de observar la realidad, las cuales pueden ser totalmente opuestas, capaces de conducirnos a conclusiones diversas.

Desorden de identidad disociada

En Psicología Jurídica hay que conocer los diferentes trastornos que puedan presentarse en la personalidad del individuo y que pudieran ser atenuantes en el momento de evaluar el comportamiento delictivo de esa persona.

El desorden de identidad disociada o personalidad múltiple es uno de ellos, el cual es separado por los psicólogos en el grupo de problemas derivados de diferentes tipos de abusos recibidos en la niñez.

Para comprender este fenómeno, hay que saber el significado de disociar, esto es, romper la asociación entre dos cosas o situaciones. En esta disociación se rompe la normal asociación entre emociones o pensamientos y la conciencia.

Con el trauma repetido se producen también repetidos episodios de disociación, en los que el niño separa mentalmente determinadas emociones, conductas o pensamientos de su conciencia las cuales comienzan a unirse entre sí mediante un tema afectivo común. Por ejemplo, las emociones y pensamientos de ira se separan de la conciencia y se asocian entre sí para formar una personalidad altamente agresiva y despreciativa.

A medida que pasa el tiempo si el abuso continuara, esta personalidad agresiva va construyendo su propia historia, formada por patrones de respuesta relacionados con la ira y la agresividad.
Ya adulto ese niño, puede presentar el trastorno de identidad disociativo, en el cual alterna en el control del comportamiento de la persona dos o más identidades o personalidades y en la que se producen episodios de amnesia.

La persona con este trastorno a menudo puede llevar una vida caótica puesto que el cambio de personalidades y la ausencia de consciencia del propio comportamiento en las otras identidades debe ser algo muy perturbador.

Los investigadores dicen que las diferentes personalidades que presenta el individuo con frecuencia interactúan entre ellas, la persona dice escuchar conversaciones internas y las voces de otras personas; algo realmente alucinante.

¿Cómo puede un juez hacer justicia frente a un caso de trastorno de identidad disociada?
Pienso que si una persona ha cometido un delito y que supuestamente no recuerda haber sido el culpable, por haberlo cometido cuando "tenía otra identidad psíquica", debería haber tratamiento psiquiátrico en cambio de enviarlo a la cárcel.
Es un tema extenso que puede hacernos reflexionar mucho, sobretodo, cuando alguien nos diga: "no soy yo cuando me enfado".

Ser o no ser

Generalmente en la niñez la mayoría de personas tienen bien delimitado en su mente qué desean ser en la edad adulta; por mi experiencia con los hijos ellos anhelaban ser astronautas o pilotos de aviones que los llevarían a lugares mágicos.

Algunas niñas desean ser reinas, otras enfermeras, algunas profesoras y de repente aparece la nena que desea ser presidente.

Los varoncitos dicen querer llegar a ser bomberos mientras juegan con un modelo de camión para esa profesión; anhelan ser arquitectos en los momentos en que construyen mil maravillas con sus juguetes "de armar", desean ser conductores de autos de carreras y sueñan con las profesiones que les insinúan sus juguetes, las películas o su imaginación.

Pero van creciendo y poco a poco su raciocinio les dice que para llegar a la autosuficiencia es mejor escoger una carrera universitaria acorde con sus aptitudes, su vocación y el gusto por ciertos temas. He ahí un momento difícil para muchos jovencitos.

A pesar que en los colegios siempre hay un psicólogo cuya tarea es encaminar a los estudiantes para que escojan bien la profesión que han de seguir a futuro, muchos padres de familia se encuentran con dificultades derivadas de la falta de decisión de sus hijos al momento de escoger su profesión.



Y no resulta fácil; sobretodo porque en ciertas carreras universitarias de temas puntuales como la Biología, le ponen en el pénsum muchos temas matemáticos que pueden no ser el fuerte de quien sólo desea enfrentarse con la naturaleza y no quiera estar enredado en cálculos.

El tema de ser o no ser, desde la época de William Shakespeare ya se planteaba: “To be, or not to be, that is the question”; una frase que ha estado en millones de labios y que a través de la historia pueden haberla interpretado de mil maneras, yo la tomo, en este momento como el llegar a ser de cualquier persona: escoger tal profesión, ser o no ser abogado, médico, ingeniero, investigador, letrado, policía… esa es la cuestión.