Existen ciertas regiones del mundo que aunque se gastaran millones de dólares en tratar de rescatarlas, la titánica labor se viera interrumpida o minimizada principalmente por las desacertadas políticas de Estado y la corrupción.
Cuando hay desastres todos tratamos de enviar nuestro granito de arena, que, a la larga sí llega a ser una ayuda de cierta envergadura, pero después de un tiempo, vemos esas regiones desvastadas, que siguen casi igual como cuando ha ocurrido la desgracia; las pobres personas siguen viviendo en carpas que se pensaba sólo servirían para permanecer hasta que las autoridades dieran soluciones a largo plazo con los recursos enviados.
Las ayudas pueden ser remitidas a través de Organizaciones no Gubernamentales que traten de prestar un eficaz y excelente asesoramiento, pero que, en muchos países se encuentran con las trabas de leyes que coartan la libertad de acción de personas extranjeras pues lo toman como una violación a su soberanía.
De todas maneras, con un poco de optimismo pienso que la ONU debería estrenarse en verdaderas acciones a nivel mundial, de manera que a través suyo se logre primeramente reforestar los países que se encuentren en mayor riesgo de desastre humanitario, ello llevaría a que la tierra volviera a ser fecunda y emprender una campaña de rehabilitación agraria que a través del tiempo pudiera surtir de productos alimenticios a esas poblaciones.
También habría que hacer una campaña educativa que incluya explicaciones acerca de la importancia de la vegetación para una buena producción de oxígeno y de planificación familiar, pues mientras más gente haya, el problema de la falta de alimentos se hace más grave.
Es evidente que existen organismos a nivel mundial que tratan de desembolsar bienes que vayan destinados a paliar las desgracias que vengan en masa. El pasado 25 de julio, la prensa anunciaba que
“El Banco Mundial destinará más de 500 millones de dólares para hacer frente a la hambruna en el Cuerno de África, como ha anunciado la institución, poco antes de la reunión en Roma en la que tratarán la crisis en esta región”.
¿Y los demás?
Todos sabemos el daño que hacen los fabricantes de armas, ¿qué obras benéficas realizan a cambio de enriquecerse con el dolor?
También fuera bueno que contribuyan: los grandes productores de combustibles y de automotores; aquellas fábricas de vinos, licores y otros; los industriales de textiles, los de electrodomésticos, maquinarias e industria cinematográfica; quienes reciben a diario grandes beneficios por sus aciertos con las nuevas tecnologías; las grandes empresas de turismo, etc. Sería fantástico saber que tienen algún plan de ayuda.
8 comentarios:
Hola Rud:
Las visiones que nos llegan de Somalia actualmente y que reproducen otras calamidades similares, en verdad nos hacen meditar acerca de nuestro derecho de ser felices en medio de esas condiciones de millones de cohabitantes del planeta
Un abrazo.
Hola Rud. Buena entrada y muy bien escrita, como siempre :)
Sería genial que la ONU reforestara esos países y así, les ayudara con la agricultura, tan básica y necesaria, que les ayudaría muchísimo.
Creo que la agricultura, el agua potable con un fácil acceso y la vivienda son fundamentales. Todos deberían disponer de estas tres necesidades.
La campaña educativa en cuanto a la vegetación y la producción de oxígeno, me parece muy buena idea.
Y las armas... para empezar no deberían ni existir, sinceramente. No creo que hagan ningún bien a nadie y menos a los que lo necesitan de verdad.
Sería interesante que toda la gente en la que has pensado ayudara, con la de cantidades que llegan a ganar, aunque sólo ayudaran un poco, entre todos se conseguiría mucho. También, ayuda a su publicidad y a su imagen.
Gran escrito, Rud, grande :) Un abrazo
Muy sabio lo que recomiendas para buscarle soluciones a la hambruna, nefasto subproducto del egoismo y desinteres humanos.
Abrazos inmensos mi querida amiga Rud.
Hola, Rud:
Los que tienen los recursos no quieren ayudar, pues eso no le genera dividendos y, los que queremos ayudar no tenemos los recursos.
Toso está en las manos de los poderosos, si es que aún tienen corazón.
Un abrazo, gracias por visitarme.
Estupendas las cosas que nos has dejado. Como siempre un placer haberme pasado de nuevo.
Saludos y un abrazo.
Es lamentable lo que esta ocurriendo.Vemos morir personas inocentes de hambre mientras otros no saben que hacer con el dinero.Nos falta crecer en humanidad, en generosidad.
Te dejo todo mi cariño.
Hasta pronto.
Hola, Esteban
Es cierto. A veces duele el tener cierta comodidad cuando pensamos en aquellos desposeídos del mundo.
Cordiales saludos
Estimada Natalia
Estoy de acuerdo que no debieran existir las armas; pero como es prácticamente imposible terminar con la vocación bélica de la humanidad, por lo menos que realicen contribuciones encaminadas a terminar con el hambre de millones de personas.
Sería bueno que cada uno ponga su granito de arena.
Cordiales saludos
Hola, Ricardo
Me halagas. Se me ha ocurrido que deberíamos atacar el mal de raíz, para ello habría que hacerles viable la manera de que ellos mismos encuentren su manutención. Asunto sumamente complejo; pero no imposible.
Cordiales saludos
Hola, Rafael
¡Cuánta razón tienes! Por lo menos podemos enviarles nuestros pensamientos positivos y contribuir con nuestras ideas a la resolución de esa desgracia.
Cordiales saludos
Hola, Antonio
Muchas gracias, espero que vuelvas.
Cordiales saludos
Estimada Rayén
Es supremamente lamentable lo que ocurre con nuestros semejantes. Fuera bueno que los poderosos del mundo logren solucionar el asunto.
Un abrazo
ojala que un día todos aprendamos a compartir, ya basta de tanto egoísmo.
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