Me alegró muchísimo enterarme a través de diferentes medios de comunicación que don Hugo Chávez, Presidente de
No nos debería importar quién logra convencer a los miembros de los grupos armados que es necesario darle un rostro más humano a la guerra. El Presidente venezolano ha dicho estar dispuesto a dejar sin jurisdicción un pedazo de su territorio con tal que los grupos colombianos en conflicto se sienten a conversar y devuelvan sus rehenes.
Sé que ya el vocero de una de esas agrupaciones le ha respondido al Presidente Chávez:
“Sí, nosotros no tenemos problema en dialogar en cualquier sitio, pero la entrega de prisioneros debe ser en Colombia".
Me parece que esas palabras podrían darnos la esperanza, al menos de un diálogo. Por algo hay que comenzar. Lo extraño, para mí, es que los insurgentes se aferren tanto al pedido de “despeje” de dos municipios en especial.
Si en verdad los guerrilleros persiguen una mejor vida para sus conciudadanos, nada les cuesta ceder, estudiar la propuesta hecha por el presidente Chávez quien podría asumir el compromiso ante el gobierno colombiano, como garante para lograr un cese transitorio de las hostilidades, de esa manera no habría un rescate a sangre y fuego de retenidos y prisioneros de guerra en poder de los grupos armados.
Con franqueza hay ciertos comportamientos del Presidente Chávez que no me agradan, pero esa propuesta de ayuda para desempantanar el acuerdo humanitario me ha hecho verlo como una persona amiga, muchísimas gracias, señor Presidente Chávez, quiera Dios que su intermediación nos traiga una agradable brisa de paz que tanto necesitamos.
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