Importancia de la lectura



Hay quienes opinan que la lectura es una afición de personas solitarias, pero en verdad también se puede leer en grupo, quedar con amigos para discutir acerca de una obra leída en conjunto y, sobretodo, podemos compartir aquello que podamos descubrir mediante el buen ejercicio de leer.

Quien realmente queda aislado de los sucesos del mundo es aquel ser humano que no sepa leer, por eso es indispensable educar no sólo a nuestros niños sino también a todos aquellos adultos que en su niñez no lograron entrar en la dimensión lectora.

Es muy importante que los profesores traten bien y tengan paciencia con sus alumnos, pues de ellos depende que los pupilos tengan gusto por el estudio, el cual no sería posible si no sabemos leer correctamente.

El enriquecimiento cultural comienza con el aprendizaje gradual de cómo leer y comprender el contenido de los libros.

La lectura no solo instruye mediante la información que se obtiene, sino que educa, crea hábitos de concentración, reflexión, análisis, esfuerzo, y también recrea, entretiene, distrae, aumenta nuestra creatividad e incluso puede llevarnos a maravillosos mundos de fantasía.

¿Qué aporta la lectura?

* Ayuda al desarrollo y perfeccionamiento del lenguaje. Mejora enormemente la expresión oral y escrita; contribuye a formar un lenguaje más fluido puesto que aumenta el vocabulario y mejora la ortografía.

* Facilita al niño los medios para exponer su propio criterio y hace viable la capacidad de pensar, de discernir pues la lectura es una extraordinaria herramienta de trabajo intelectual.

* Desarrolla la capacidad de juicio, de análisis y de espíritu crítico.

* Como he dicho al comienzo, la lectura mejora las relaciones interpersonales pues otorga temas muy diversos de conversación.

* Proporciona información y conocimientos pues se aprende mediante la lectura y por tanto el lector aumenta su bagaje cultural.

* Pone en acción las funciones mentales que agilizan la inteligencia, por ello tiene relación directa con el rendimiento escolar.

* Estimula y satisface la curiosidad intelectual y científica.

* Despierta aficiones e intereses.

* Amplía los horizontes de la persona permitiéndole ponerse en contacto con gente, lugares y costumbres lejanas a él en el tiempo y en el espacio.

* Potencia la capacidad de observación, de atención y de concentración.

* Igual que las buenas o las malas compañías, la lectura nos cambia. Toda lectura deja huella, por eso hay que seleccionar adecuadamente los libros.

* Podemos convertir la lectura en una afición que pueda practicarse en cualquier lugar, tiempo, edad y situación.

En definitiva, leer es un placer, por lo menos es el mensaje que debemos enviar a los niños para que encuentren una diversión más satisfactoria que los juegos electrónicos, pues ellos pasan, no así la cultura que se adquiere a través de una excelente lectura.

Día del idioma y día del libro



Hace mucho tiempo la Real Academia Española de la Lengua instituyó el 23 de Abril de cada año como “Día del idioma”, para conmemorar en esa fecha la muerte de Don Miguel de Cervantes Saavedra, ocurrida en Madrid el 23 de Abril de 1616.

También hace algún tiempo en América expresábamos que hablábamos castellano, luego para igualar los vocablos con los de otros idiomas se decidió que nuestro idioma sea el “español”, pero ¿en verdad toda España habla ese idioma?

Pues no. Si bien, el general Franco unificó el país y le dio carácter nacional al castellano, España es un país multicultural, se hablan varias lenguas o idiomas. Por ejemplo en Cataluña se habla el catalán, en Castilla el castellano, Galicia el gallego, en las Provincias Vascongadas el vascuence. Esas lenguas son españolas, pero el idioma oficial en España es el castellano, llamado mundialmente Lengua Española.

El catalán, el valenciano que es el mismo catalán, (por razones políticas le han dado una connotación diferente), el gallego y el castellano se derivan del latín; también son idiomas latinos o romances el francés, el italiano y el rumano.

El idioma castellano o español que hablamos en nuestro continente es muy rico, además de los términos celtas, alemanes y árabes que lo enriquecieron antes de llegar a estos lares, en la actualidad se han aceptado muchos localismos, vocablos folclóricos y aquellos derivados de la multitud de lenguas locales que posee nuestra América.

En Colombia, el 23 de abril además se conmemora, el nacimiento de Don Marco Fidel Suárez: abril 23 de 1835. Fue presidente de Colombia y una figura de la literatura colombiana.

Pero también, el 23 de abril ha sido consagrado internacionalmente como “el día del libro”; en los establecimientos educativos se celebran muchos eventos culturales durante una semana, se lee parte de una obra antes de entrar a clases, se hacen concursos de exposiciones acerca de obras leídas y poco a poco se les vuelva a inculcar a los alumnos lo maravilloso que es ser amigos de los libros.

El libro bien editado constituye el mejor profesor del mundo, pacientemente repite una y mil veces, si fuera necesario, su contenido hasta que el lector se concentre y pueda entender. Cuando viajamos, mientras esperamos en el aeropuerto, o en una Terminal, él nos acompaña; si no llega esa persona retrasada, el libro nos entretiene y hasta nos vuelve más comprensivos; si nos encontramos solos en casa y hemos agotado todo el trabajo que tengamos, qué mejor remedio para alejar el cansancio que un buen libro.

Nada iguala al libro, hay quienes dicen que prefieren leer en el ordenador, pero ¿si por alguna razón no hubiera energía eléctrica? No todo el mundo puede acceder a los portátiles.

Al libro lo podemos tomar fácilmente del estante en donde se encuentre, lo llevamos a donde sea necesario, lo volvemos a guardar sin necesidad de prender aparatos, de estar sentados frente a una pantalla. Podemos “devorar” su contenido mientras estamos tendidos en un prado, en el parque, en el metro, en el bus, en la fila del Banco o de cualquier entidad pública…

Si no te has hecho amigo de los libros, ¿a qué esperas?

¿Qué es la piratería?


Una de mis ahijadas que ya se encuentra en secundaria me preguntó: ¿de qué se trata la piratería?

Primeramente es la depredación o violencia cometidas contra un buque, personas o cosas que en él se encuentren. Son una clase de asaltos realizados en el mar por la tripulación o los pasajeros del mismo o de otro navío.

¿Pueden detener a los piratas?
Claro que sí. Los barcos vigías o barcos mercantes de cualquier Estado, pueden detener al buque sospechoso; su carga puede ser confiscada y su tripulación juzgada de acuerdo con las leyes del país de la embarcación que le
haya hecho prisionero.

Has tenido una confusión acerca de lo que es la piratería pues al término conocido desde antaño, derivó la actual acepción que es la que nuestros niños y jóvenes conocen: robo de un bien intelectual o artístico ajeno; o simplemente la copia de canciones y filmes sin pagar regalías.

¿Cuándo comenzó la piratería?

Probablemente desde que los fenicios dieron inicio a la navegación. La conformación geográfica del Mediterráneo favorecía la organización de los piratas y su práctica de técnica de ataque que consistía en el asalto por sorpresa.

Existieron reyezuelos que utilizaron los piratas para luchar contra el antiguo Imperio Romano. Un tiempo más adelante fueron los nórdicos quienes ocuparon el centro de la actividad pirática, infestaban las costas occidentales de Europa. Luego la piratería se llevó a cabo en el norte de África con los piratas berberiscos, acrecentados por los musulmanes andaluces expulsados de España en 1492 que unidos a los corsarios del Sultán de Constantinopla, llegaron a dominar las tres cuartas partes del Mediterráneo encabezados por los hermanos Barbarroja que hicieron de la piratería una empresa.

¿Alguien acabó con los berberiscos?

En el siglo XIX, durante la dominación francesa de Argel los exterminaron.

¿En América hubo piratería?
El escenario de la piratería se cambió a América durante la edad moderna. El sistema comercial de monopolio hispano atrajo a los piratas, pri
ncipalmente a las Antillas. Existió una ayuda encubierta a los piratas de parte de los gobiernos: inglés, francés y neerlandés. Su objetivo era robar a los barcos españoles que de América se dirigían a la península Ibérica.

A raíz de la piratería en América nacieron los bucaneros y filibusteros que eran otro tipo de piratas. Los gobiernos involucrados con los piratas y corsarios argüían acto de rebeldía el hecho de ese apoyo pues no aceptaban el monopolio hispano y portugués en la trata de africanos, lo que le dio carácter político a esa terrible actividad.

¿Se acabaron los piratas marinos?

Desafortunadamente no. La ambición de ciertos gobernantes fue tan inmensa que llegaron a transformar a barcos mercantes para el ejercicio de la piratería. En el siglo XIX, esa actividad prácticamente se extinguió en el hemisferio occidental y se pasó al Índico, con base en Madagascar. Posteriormente, durante el siglo XX sí hubo casos aislados en las costas de África, China, golfo Pérsico y Polinesia.

¿Hay de esos piratas en este siglo?

Sí. Actualmente en las costas cercanas a Somalia están actuando infinidad de piratas. El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de ONU ha advertido acerca de que millones de personas en el este de África podrían pasar hambre y se incrementarían las tasas de malnutrición si los piratas somalíes continúan secuestrando los barcos proveedores.

En esta semana han sido atacados varios barcos, entre ellos uno con bandera estadounidense y con 27.000 toneladas de alimentos del PMA, como harina de maíz, lentejas, guisantes, soja y harina de trigo; según el diario "El País", logró escapar.

En el diario "El Mundo" he visto que un señor llamado Russel Feingold cree que para frenar la piratería a largo plazo en esa región es necesario estimular la creación de un gobierno central funcional y legítimo en Somalia, algo de lo que ha carecido ese Estado en las últimas dos décadas pues un país destruido por las guerras no puede ser capaz de ofrecer a sus jóvenes oportunidades de empleo.

¿Es más fácil erradicar la piratería de los CD que la otra?

La “piratería” contra la que han luchado cantantes y productores cinematográficos en la actualidad es quizás más fácil de erradicar pacíficamente que el terrible mal que ha vuelto a aparecer con furia en las costas somalíes.

¿Hacia un nuevo oscurantismo?


En marzo de este año, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, al parecer, por presiones de los países islámicos, aprobó un documento que "repudia la violencia y los ataques físicos y psicológicos contra las personas, en función de su religión o creencias"; según he leído en el diario El Tiempo de Bogotá.

Hasta ahí todo parece normal, no creo que haya una sola persona que se oponga a la violencia, sobretodo si es por motivos religiosos y más aún si la propuesta proviene de países que en algún momento han maltratado a sus semejantes por discrepar con sus ideologías espirituales.

Algunas organizaciones no gubernamentales han denunciado que en realidad los islamistas se han propuesto trasladar la ley moral islámica a las resoluciones de la ONU, o la consagración de que todo ataque al Islam sea una grave afrenta contra la dignidad humana. Asunto, que de ser cierto, me parece absurdo, pues más afreta contra la dignidad humana es mantener a sus mujeres con el burka.

Dicha resolución entroniza el castigo de cuanto las religiones consideren ofensivo. Por un lado está bueno el respeto a los credos de la gente aunque no los compartamos, pero ¿en dónde queda la libertad de expresión?

De seguir el avance de los islámicos en las resoluciones de la ONU pronto tendremos una nueva inquisición. No podemos olvidar que hace años fue el cristianismo quien puso las reglas y envió a la hoguera a todos aquellos que opinaban diferente; claro, previa tortura muy bien orquestada por los “santos varones” de aquella época. Aún ahora salen algunos retrógrados a hablar de excomulgar a los magistrados que hayan aprobado leyes que no estén de acuerdo con su fundamentalismo.

Si bien, la declaración universal de los derechos humanos en su artículo 18 consagra el derecho a la libertad de pensamiento consciencia y religión; no es menos cierto que el artículo 19 de dicha declaración dice: “Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”.

No debemos hacer mofa de las creencias ajenas. Está muy mal la intolerancia y la exclusión de las personas por cuestiones raciales, nacionalismos o creencias religiosas; pero ya no estamos en la edad media, todos podemos hacer llegar nuestra protesta a la ONU por aprobar algo que a todas luces es una afrenta contra la libertad de expresión.

Derecho a la educación y gratuidad


El derecho a la gratuidad de la educación es un derecho contemplado en la mayor parte de Constituciones occidentales. Si analizáramos los diferentes textos podríamos llegar a concluir que ese derecho también va dirigido a los padres de familia, con independencia del tipo de centro y del modelo educativo que éstos elijan, siempre que esas instituciones cumplan los requisitos establecidos por la ley.

Las leyes son hechas para que sean cumplidas por todos los ciudadanos de un país, puede que haya apartes relacionados con lo laboral, con lo judicial, con los derechos humanos, etc., pero he pensado que cuando se habla de la gratuidad de la educación engloba a toda la población.

Es verdad que quienes deben educarse preferentemente sean los niños y jóvenes, pero si un adulto no pudo hacerlo por la razón que sea, podría realizar sus estudios siendo mayor y el Estado está en la obligación de contar con centros, no sólo de alfabetización, sino también de educación media y superior para adultos, en donde éstos puedan ingresar sin contratiempos.

El derecho a elegir el centro educativo implica, por otra parte, la libertad de crear escuelas y de dirigirlas con independencia, lo que, a concepto de sus creadores, contribuiría a un verdadero pluralismo escolar que protegería a cada persona y a la familia de un excesivo intervencionismo del Estado; pero en este caso, una institución particular pierde la etiqueta de gratuita.

Hay quienes aseguran que las escuelas públicas deberían gozar de amplia autonomía para ofrecer también un proyecto docente plural a los padres; pero según mi criterio, no deberían funcionar juntos sino que el Estado debe construir los centros educativos especialmente para los adultos, pues la natural diversidad que se presentara, no podría ser atendida adecuadamente con un modelo único de enseñanza, ni sería legítimo imponerlo.

A pesar que por ley debe haber gratuidad en la educación, por lo menos la impartida en los centros estatales, existe en esos lugares desconsideración, manipulaciones, pedidos de textos o útiles escolares que a veces no utilizan, cuotas y en ocasiones estancamiento en los proyectos educativos.

Estamos en un mundo que avanza, hay que revalorizar la consideración social y económica de los profesores, exigir que los padres se involucren en la formación de sus hijos, propender una educación especializada y si fuera posible personalizada y no anclarse en el pasado; hay que hacer buen uso de las nuevas tecnologías en el campo pedagógico.