Celibato sacerdotal

El sínodo de obispos católicos que tuvo lugar entre el 2 y el 23 de octubre reafirmó claramente el celibato de los sacerdotes y descartó permitir el matrimonio como solución a la crisis de vocaciones que enfrenta esa iglesia en todo el mundo. Todo eso me parece una necedad y se trata de otra intolerancia pues los jerarcas de la iglesia católica son ya hombres mayores que han de pensar que los demás deben pasar lo que ellos. ¿No se darán cuenta que no tener pareja es ir en contra de la naturaleza?


La definición más depurada de celibato es la de "estado opuesto al del matrimonio"; no comprende por tanto la viudez. Celibato es soltería. Este es su mejor sinónimo.
Usualmente creemos que celibato, es la abstención de relaciones sexuales, pero en verdad es la ausencia de matrimonio, es decir de unión legítima, con los derechos que de ello se derivan, muy en especial el de descendencia.

Una cosa es el celibato y otra muy diferente el voto de castidad que hacen los religiosos, que entre otros también es una aberración.

La cúpula católica dice haber encontrado en la Biblia su base para imponer el celibato; pues allí también hallé mi fundamento para oponerme pues es el mismo Pablo de tarso que me ofrece esa posibilidad. En su carta a los Corintios dice: "más vale casarse que quemarse"; el mantenerse célibe además de estar obligado a renunciar a toda actividad sexual para estar siempre ardiendo y alimentando el fuego, no era exactamente la solución en la que pensó Pablo.

Sé que la mayoría de sacerdotes católicos considera válida la norma del celibato presbiteral. Lo consideran signo de una total entrega a su vocación. Ellos aseguran que el celibato aporta al ministerio eclesial cierta significación de disponibilidad y llamada a la trascendencia. ¿Y quién les cree? Existen infinidad de predicadores felizmente casados y les alcanza el tiempo para su familia y para ayudar eficazmente a sus feligreses.

Lo que veo en las normas para los curas es que poco a poco quisieron formar una especie de casta diferente, por eso han hecho creer a sus iniciados que el celibato es un “derecho divino”, algo propio de los “escogidos de Dios”. Pues quienes hayan impuesto esa ley deberían saber que son más grandes las leyes de la naturaleza. No hay virtud alguna en rechazar lo que el cuerpo nos pide. En la actualidad existe la reproducción in Vitro y la clonación, pero aún no se ha visto que haya nacido alguien sin madre, sin la unión de dos cuerpos de diferente género.

Si todos nos dispusiéramos a ser “virtuosos” según la mirada eclesial, eso querría decir que poco a poco se acabaría la raza humana pues para reproducirnos es necesario unirnos a nuestras contrapartes. Desde niña he conocido ese texto del Génesis que dice “no es bueno que el hombre esté solo…”, ¿será que esa no es una buena razón para abolir el celibato?

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