Los derechos humanos de personas como Nicolás Castro y Jerónimo Uribe

El 10 de diciembre ha sido escogido para conmemorar el día de los Derechos Humanos, pues un día como este, en 1948, la ONU los proclamó para ser puestos en práctica en todos los países miembros.

Siempre he pensado que todo el contenido de la Declaración Universal de los Derechos Humanos es algo muy relevante, habla mucho de la dignidad humana y de sus buenas intenciones; pero en la práctica todo eso es una entelequia.

Hace algunos días me conmovió una noticia que no deja por eso de tener dos fases bien delineadas: la manera tan acelerada con la que procedió la Justicia colombiana; y la estupidez con la que pueden actuar chicos que aparentemente son sanos e inteligentes.

Nicolás Castro, un chico de 23 años, estudiante de la Universidad Jorge Tadeo Lozano de Bogotá, al parecer creó o participó en una página de Facebook en la que amenazaba de muerte al hijo menor del Presidente Uribe, por tal motivo ha ido a parar con todos sus huesos y su cabeza dura a la cárcel. Tras ocho horas de audiencia, el juez 14 con funciones de control de garantías le dictó medida de aseguramiento al joven por el delito de instigación para delinquir agravado.

He visto muchas páginas en Internet en apoyo a dicho estudiante, la policía colombiana, con justa razón debido a lo que vive a diario el país, ha creído que Nicolás tiene nexos con grupos subversivos, pero no he leído que la Fiscalía lo haya estado investigando, ni haya pasado por el llamado “debido proceso”, muy necesario para no pisotear los derechos del acusado.

Cualquier tipo de amenazas, aunque estas vayan de un grupo de estudiantes sin oficio, y aleguen que sean bromas, constituyen delito pues han sido hechas desde la clandestinidad, amparándose en el aparente anonimato de Internet. Afortunadamente ya existen herramientas para poner al descubierto a esas personas, que, aunque sea por juego no dejan de preocupar y poner en jaque la tranquilidad de los hogares de los amenazados.

Quince años podría estar enfrentando este joven universitario recluido en la cárcel La Picota, de comprobarse su participación delictiva y de acomodarse su conducta a algún delito, que según expertos en la materia, no está contemplado en ninguna parte del Código Penal Colombiano”.

Este asunto debería servir de ejemplo a cientos de jovencitos que se dedican a molestar a otras personas vía Internet, o que insultan, denigran y hacen gala de malos modales en los foros de los periódicos.

Espero que el castigo que reciba Nicolás sea acorde con sus acciones. El juez no debe dejarse intimidar porque el amenazado haya sido el hijo del Presidente; hay que respetar el derecho que le asiste al infractor; pero también, con cabeza fría hay que pensar que Jerónimo Uribe también tiene derecho a vivir tranquilo.

Me pregunto: si la justicia en este caso ha sido tan veloz, ¿por qué no tiene presos a quienes han amenazado a miles de personas que en este momento se encuentran desplazadas o desterradas por el temor?

2 comentarios:

Luis dijo...

Hola Rud:
Los derechos humanos se tendrían que respetar en todas las ocasiones y circunstancias. Son varios los ejemplos que, por desgracia, se repiten en diferentes lugares. La libertad del individuo es un don innato que no se tendría que negar nunca.
Esperemos que la sociedad madure y se civilice...
Un cordial saludo,
Luis

Rud dijo...

¡Hola, Luis! Tienes mucha razón: en todas las circunstancias debería prevalecer el respeto a los derechos de las personas.
Cordiales saludos