Hasta pronto Marcel Marceau


Si alguna vez tengo nietos les contaré la historia del hombre que transformó el arte de la pantomima en sinónimo de su propio nombre pues Marcel Marceau es, ha sido y será el mimo por antonomasia.

¿Cómo les expresaría esa historia?

Hace muchos años a comienzos del siglo pasado, en 1923, cuando la inquieta primavera empezaba a llenar de colores a la madre naturaleza nació un niño muy hermoso en casa de la familia Marceau, allá en la bella ciudad de Estrasburgo (noreste de Francia).

El nene resultó ser un encanto y desde niño dio muestras de su genialidad. Él nunca pensó que sería mimo algún día, se veía profesor de inglés. Le fascinaba dibujar y pintar, nunca dejó de hacerlo, su estilo era muy curioso, quizás de humor negro, a quienes observaban sus piezas de arte les hacía pensar en James Ensor.

En un momento de la segunda guerra mundial cuando Marcel Marceau contaba con quince años, Estrasburgo debió ser evacuada en 48 horas. Sus habitantes debieron partir dejándolo todo. En aquella huida encontró al mimo que lo introduciría en el arte de la pantomima: Decroux.

En 1944 se matriculó en la Escuela de Arte Dramático "Charles Dullin" del Teatro Sarah Bernhardt en París, donde cursó estudios con su Maestro de la mímica Etienne Decroux; fue éste quien se percató de la magia de Marceau y le reclutó para su compañía como Arlequín en la pantomima titulada 'Baptiste’.

Sin duda, 1947 fue un año singular para Marcel, pues por aquella época creó el sin igual personaje lleno de ternura llamado “Bip” que sería como su alter-ego; el payaso cautivador y melancólico
que llevaba su cara pintada de blanco, pantalones muy anchos, una camisa de rayas y con una flor mustia en su deformada chistera. Ese fue el alba de una carrera artística colmada de éxitos. Durante más de medio siglo sus espectáculos recorrieron el mundo y las entradas se agotaban. Todos los amantes del arte quisimos verlo en persona un día.

Poco a poco sus silenciosos ejercicios se convirtieron en clásicos del arte de la pantomima y la interpretación. 'La caja', 'Caminando en contra del viento', ‘Adolescencia, madurez, vejez y muerte’. Éste último también llamado ‘Juventud, Madurez, Vejez y muerte se constituyó en uno de sus actos más punzantes y cargados de filosofía, mostraba sin palabras el paso de toda una vida en cuestión de minutos.

¿Qué es la pantomima?

La pantomima es un arte que hipnotiza. Es una lección de silencio y genialidad. Es un leguaje universal, es hablar con los movimientos del cuerpo, con gestos, con muecas, es llevar al cenit la expresión corporal, es una manifestación artística sin fronteras, es expresar sin palabras que la idea de la paz es un deseo universal…

Fue Reconocido en todo el mundo por su gran versatilidad teatral mímica, Marcel
Marceau fue nombrado Embajador de Buena Voluntad de Naciones Unidas sobre el Envejecimiento, pues actuó incansablemente por todo el mundo hasta una edad muy avanzada, sin perder su agilidad jamás, y sin salirse de su estilo. Se hizo merecedor de una gran cantidad de premios, incluyendo el Deburau (1948), además de dos premios Emmy por sus programas de televisión.

Alguna vez manifestó que un artista de la pantomima requiere sentido de la música, del tiempo, de la introspección psicológica y de la poesía. Abarcó toda la gama de las emociones humanas en el escenario durante más de 50 años, sin pronunciar palabra.

En 2005 realizó una gira de despedida por América Latina, pasó por Brasil, Colombia, Cuba y Chile. El 22 de septiembre (del año en curso) a los 84 años, el mejor mimo del mundo se alejó para siempre, partió silenciosamente al país del nunca jamás y nos ha dejado una adorable lección: las palabras sobran cuando existe otra forma de hablar.

¡Hasta pronto, genio de la expresión corporal!

El laberinto del profesor Moncayo

Desde comienzos de agosto quería escribir acerca de una acción singular, según mi criterio, por los entretelones que estuvo rodeada. Sólo esperaba para ver qué reacción tendrían los diferentes actores.

Es increíble pero real que en Colombia existan seres humanos que se hallan secuestrados desde hace diez años. Es el caso del hijo de un profesor de apellido Moncayo que cansado de estar en su pueblo sobrellevando la angustia decidió marchar rumbo a la capital con la misión de entrevistarse con el señor Presidente de la Nación y vivir en la Plaza de Bolívar hasta que le devuelvan a su amado hijo.

El profesor Moncayo no ha sido un hombre adinerado, él no tomó un vuelo que lo llevara en unos minutos a Bogotá; su viaje se convirtió en un peregrinar a pie por la carretera panamericana sur que lo conduciría a su destino.

Durante los 45 días que duró su recorrido la prensa no lo abandonó, él estuvo presente en todos los hogares colombianos en el momento de las noticias, fue así que creó una inmensa expectativa y llenó de ilusión y de esperanza a millones de personas.

Tengo entendido que dicho señor tenía dos fines primordiales: llamar la atención de la opinión pública para que se solidaricen con su dolor y pedir personalmente al señor Presidente que mueva los hilos invisibles del poder para que los guerrilleros le devuelvan a su hijo.

Desde mi punto de vista, ambos hipotéticos fines eran equívocos pues a quien debía hacer un llamado es a los secuestradores, luego a la comunidad nacional y finalmente al gobernante de turno. Es indudable lo sacrificado que ha de ser caminar más de mil kilómetros en pos de una esperanza, pero creo que el profesor Moncayo en su recorrido encontró mucha gente que lo desvió del rumbo inicial lo que lo llevó, al llegar al Bogotá, a prácticamente culpar al señor Presidente del secuestro de su hijo.

Con dicha acción nuestro Presidente ha quedado como el injusto, el intransigente, el monstruo inamovible que no permite la liberación de los secuestrados y con ello los opositores del gobierno y toda clase de resentidos han creído que pueden hasta insultar al jefe de Estado por su aparente negligencia.

Cuando leí acerca de la “caminata” del señor Moncayo estaba segura que la hacía como reclamo o como manifestación de rechazo al grupo que tiene secuestrado a su hijo, pues ellos son los desalmados capaces de retener por tantos años a mucha gente sin importarles el mal que les infringen; lástima que fue, posiblemente manipulado, y como consecuencia de su diálogo con el doctor Uribe el país sintió una gran decepción pues había encendido una luz de esperanza, sobretodo para todos aquellos que tienen la desgracia de contar con un secuestrado en su familia.

Pobre profe le va tocar esperar mucho, pero él debe estar preparado ya que los alzados en armas recién han entregado los cadáveres de secuestrados “caídos” hace algunos meses; sería fantástico que llegaran a un acuerdo humanitario en este mismo año, así se acabarían las penas de muchas familias, incluida la del profesor caminante.

En esta semana me he enterado que el profesor Moncayo decidió dejar su carpa de la Plaza de Bolívar de Bogotá y partir rumbo a la Unión Europea en busca de apoyo a sus requerimientos.

Y para aquellos que alegan que el Estado no ha sido capaz de cumplir con aquel derecho humano:
“toda persona tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad jurídica”,
deberían pensar que eso sería muy fácil si todos los individuos actuaran de la forma que les plazca, siempre que al hacerlo, no priven a otros del mismo derecho pues todos los seres humanos debemos tomar conciencia de la responsabilidad por la consecuencia de nuestros actos.

El nacimiento de un mito


El 31 de agosto de 1997 cuando sufrió un grave accidente de tránsito, bajo el puente del alma en París quien fuera la princesa Diana, terminó la vida de una joven mujer muy controvertida y se divisó el alba de lo que se podría llamar el último mito del siglo XX.

De esa manera Diana de Gales se sumó a la lista de personalidades que han fallecido trágicamente, en circunstancias controvertidas, con la diferencia que a ella los medios y sus admiradores la han convertido en leyenda.

Sin ser reina o jefe de Estado le celebraron un funeral digno de la realeza al que asistieron mandatarios como Clinton y Chirac, miembros de las casas reales europeas encabezadas por los del Reino Unido, gente del espectáculo como Steven Spielberg, Nicole Kidman, Tom Cruise, George Michael, Karl Lagerfeld, Luciano Pavarotti (que en paz descanse), Elton John quien interpretó al piano “Rosa de Inglaterra”. Dicen que dicha canción arrancó lágrimas a la mayoría de los presentes en aquella ocasión, y millones de personas en el mundo se entristecieron por la desaparición de la joven princesa.

Con el enorme amor que le brindaba su familia (consanguínea) le erigieron un hermoso mausoleo en medio de una laguna rodeada de bellísimos árboles, posiblemente los suyos quisieron darle después de muerta la tranquilidad que le fue tan esquiva mientras vivió.
En ese lugar, al que no le han faltado las expresiones de afecto de las personas que viajan expresamente a la finca Althorp (su antiguo hogar) para rendirle homenaje, se siente la fascinación pública acerca de Lady Di. Los fondos que recaudan de las visitas al palacio de la dinastía son para la Fundación que lleva su nombre.

Se han cumplido diez años de la muerte de la Princesa Diana de Gales; sus hijos, la familia real británica y un selecto grupo de invitados le han rendido homenaje durante un oficio religioso en la capilla de la guardia de Wellington Barracks, con tal motivo, su hijo Enrique expresó que él tuvo "la mejor madre del mundo". Nadie se lo discute, ¿qué dirá el príncipe Carlos?

(Esto lo había escrito el 31 de agosto para publicarlo el 06 de septiembre, pero ese día hubo un acontecimiento más importante que no podía dejar pasar:)

Luciano Pavarotti



El mundo de la música lírica se encuentra de luto. Esta mañana desperté con la triste noticia del deceso del excelente tenor Luciano Pavarotti. Un 12 de octubre de 1935 Módena (Italia) lo vio llegar a este mundo y hoy le ha visto partir.

Ha sido el cantante lírico más popular de los últimos tiempos, pero también quien poseía una bellísima, satinada, dulce, resonante, luminosa, increíble voz, capaz de un do de pecho impresionante…

El 29 de abril de 1961 debutó en el Teatro Reggia Emilia, interpretando el Rodolfo de “La bohème", de Puccini. En 1966 se consagró internacionalmente en Londres, en donde le fue concedido el título de “rey del do agudo”. De allí en adelante se presentó en los teatros más importantes del mundo como el Metropolitan Ópera House de Nueva York, La Scala de Milán, La Ópera de Berlín,
el Royal Opera House de Londres, etc.

Sin duda, si hablo de los “tres tenores”, a la gente que no le interesa la música lírica, se le refresque la memoria. Este sin igual tenor popularizó ese género musical junto al español Plácido Domingo y al catalán José Carreras; de esa manera se consagró ante el gran público en los recitales multitudinarios como Navidad en Viena, aquellos brindados con motivo de algunos encuentros deportivos como el mundial de fútbol Francia 1998, su programa para impulsar la carrera de jóvenes cantantes y además protagonizó conciertos benéficos, como 'Pavarrotti & Friends.

Probablemente millones de personas lo extrañaremos pues tenía un talento único para encantar a la gente por su personalidad desenfadada, su temperamento agradable y su brillante capacidad de interpretación vocal. Sucede que a este genio del canto su público prácticamente le adoraba.

Mi Dios debió estar muy feliz cuando lo llenó de tantas habilidades y lo estará aún más, cuando Luciano esté a su lado y le deleite con Nessun Dorna, Torna a Surriento,
Nemorino del L'Elisir d'Amore, Radamés de Aída, el príncipe Calaf del Turandot y Otello de Verdi.

Durante su larga carrera interpretó magistralmente las óperas de Bellini, Bizet, Donizetti, Leoncavallo, Puccini, Rossini y Verdi.

Nos quedan las magníficas grabaciones de tu inolvidable repertorio y de tu
maravillosa voz.
Ciao, Luciano, a presto.

Muchas gracias, Presidente Chávez

Estoy segura que la totalidad de los colombianos deseamos que se efectúe el intercambio humanitario entre guerrilleros que se hallan en las cárceles del país, con las personas que los grupos rebeldes mantienen detenidas. Ello significaría el fin del calvario que están viviendo todos aquellos que se encuentran secuestrados desde hace varios años.

Me alegró muchísimo enterarme a través de diferentes medios de comunicación que don Hugo Chávez, Presidente de la República de Venezuela, haya brindado sus servicios a favor del pueblo colombiano. No creo que a nuestro Presidente le pueda resentir que un estadista vecino interponga sus buenos oficios hablando con los guerrilleros.

No nos debería importar quién logra convencer a los miembros de los grupos armados que es necesario darle un rostro más humano a la guerra. El Presidente venezolano ha dicho estar dispuesto a dejar sin jurisdicción un pedazo de su territorio con tal que los grupos colombianos en conflicto se sienten a conversar y devuelvan sus rehenes.

Sé que ya el vocero de una de esas agrupaciones le ha respondido al Presidente Chávez:
“Sí, nosotros no tenemos problema en dialogar en cualquier sitio, pero la entrega de prisioneros debe ser en Colombia".

Me parece que esas palabras podrían darnos la esperanza, al menos de un diálogo. Por algo hay que comenzar. Lo extraño, para mí, es que los insurgentes se aferren tanto al pedido de “despeje” de dos municipios en especial.

Si en verdad los guerrilleros persiguen una mejor vida para sus conciudadanos, nada les cuesta ceder, estudiar la propuesta hecha por el presidente Chávez quien podría asumir el compromiso ante el gobierno colombiano, como garante para lograr un cese transitorio de las hostilidades, de esa manera no habría un rescate a sangre y fuego de retenidos y prisioneros de guerra en poder de los grupos armados.

Con franqueza hay ciertos comportamientos del Presidente Chávez que no me agradan, pero esa propuesta de ayuda para desempantanar el acuerdo humanitario me ha hecho verlo como una persona amiga, muchísimas gracias, señor Presidente Chávez, quiera Dios que su intermediación nos traiga una agradable
brisa de paz que tanto necesitamos.

Danza, teatro y música


Anoche me invitaron a presenciar una obra de teatro protagonizada por una sobrina de alguien muy cercano. Antes que nada debo decir que le tengo mucho cariño a esa chiquilla pues se lleva muy bien con uno de mis hijos. Es precisamente esa relación de afecto la que me ha llevado a escribir acerca del suceso.

Seré concisa en lo que respecta a mi criterio sobre su incursión en las tablas: como actriz le veo mucho futuro, como cantante le falta fuerza en la voz y como danzarina, además de necesitar más gracia, creo que le falta una buena dosis de entrenamiento por lo menos para parecer más elástica.

Las actuaciones teatrales resultan encantadoras con un fondo musical acorde con el guión, el ritmo de los acontecimientos y muchas veces ha salvado una mala interpretación. Algo supremamente esencial en la interpretación teatral es la capacidad histriónica, sin la cual el actor sólo sería él mismo en cada escena.

Subir a un escenario no es nada fácil, pero si fuese el caso de un cantante debería haber hecho vocalizaciones, haber trotado a diario y realizado los ejercicios pertinentes a su carrera, de tal manera que el encuentro con el público se torne maravilloso.

Cuando alguien desea dedicarse a la danza lo primero que tiene que saber es si su cuerpo está en condiciones físicas y estéticas para realizar dicho trabajo. Esa persona debería balancear muy bien sus alimentos, tendría que hacer gimnasia por lo menos dos veces diarias y adecuar sus movimientos estrictamente al ritmo que el público escucha al momento de su presentación.

Algo titánico, según mi concepto, es querer abarcar los tres artes en uno, pues el protagonista tendría que ser muy disciplinado y realmente genial para que todo le salga perfectamente y su público no se sienta defraudado, así fuese una función benéfica.

Los teatreros son personas que lo dan todo y generalmente dejan en el escenario parte de su vida. En algunos países latinoamericanos no es muy común que la gente acuda en masa a distraerse con una obra de teatro, por lo general este tipo de actores si no encuentran quién los subvencione pueden carecer de muchos elementos vitales, la mayoría de ellos mueren en la miseria o cerca de ella.

Aún así quien posea oportunidad de tener a su disposición un teatro para actuar, no debería hacerlo a la ligera, debe recordar que el público se diluye cuando no encuentra algo que en verdad le fascine.

Insisto. Para actuar, cantar y danzar en una misma obra, la actriz o actor deberá estar tocado por los dioses para lograr un éxito irrefutable.

Abuso de la fuerza pública


Para cerrar mis elucubraciones sobre las clases de abusos, me voy a referir a uno que es imposible de creer que exista, porque las fuerzas del orden están llamadas a protegernos y a ser las guardianas de los derechos humanos en todo el mundo, por lo tanto muchos nos resistimos a pensar que esas instituciones tengan miembros que son una verdadera vergüenza para sus filas pues dicen que a veces cometen verdaderos actos abominables.

Existen claros indicios que en muchas partes del mundo los agentes de seguridad pública, quienes tienen como función prevenir los delitos y realizar los arrestos conforme a la ley y al debido proceso; no lo ejecutan respetando los derechos humanos garantizados en las Constituciones de cada nación y en los convenios internacionales sino que a veces en las detenciones insultan, golpean y hay quienes aseguran que les han exigido dinero para dejarlos
en libertad.

La jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos señala que los agentes del Estado tienen la obligación, el derecho y la responsabilidad de hacer cumplir la ley y mantener el orden; pero ello no los pone por encima del bien y del mal. También sostiene que la fuerza utilizada, en caso de ser necesario, no debe ser excesiva. Cuando se actúa con violencia, no se respeta la integridad personal, y se está actuando en forma arbitraria.


En cuanto a los países americanos, la Corte Interamericana ha precisado que, bajo la Convención Americana, los Estados deben prevenir, investigar y sancionar toda violación de los derechos reconocidos por la Convención y procurar, además, el restablecimiento, si fuera posible, del derecho conculcado (quebrantado, pisoteado) y, en su caso, la reparación de los daños producidos por la violación de los derechos humanos.


Un suceso de abuso de guardias, que desafortunadamente es más común de lo que imaginamos, es el método de tortura para conseguir confesiones de los detenidos. Sé que los Códigos Penales de cada país contemplan los respectivos castigos para quienes degraden de esa forma a los presuntos delincuentes que caigan en sus manos, pero es muy difícil que una persona que haya pasado por tan amarga experiencia le quede aliento para denunciar dicho abuso.

Otra forma muy común de abuso de la fuerza pública es la represión a gran escala cuando se realizan manifestaciones públicas contra algún gobierno o como alguna protesta por un motivo específico. Si bien, en muchas ocasiones he visto grabaciones de policías que huyen de la violencia estudiantil, también ellos no miden la cantidad de gases lacrimógenos y los chorros de agua que les lanzan a los manifestantes, supongo que por un poco de miedo a la multitud o por órdenes superiores.

Esta última es una situación de doble faz; por un lado los miembros de la comunidad tienen derecho a protestar, a salir a la calle a manifestar su descontento por alguna medida política, económica o social y por otro lado en muchas ocasiones los mismos gobernantes ordenan a las fuerzas del orden a reprimir con violencia pues desafortunadamente en medio de quienes efectúan marchas pacíficas, muchas veces se infiltran personas reaccionarias que causan caos.

Tenemos ejemplos de todos esos inconvenientes y de ciertos hechos muy feos en los cuatro puntos cardinales y el mundo sigue su ritmo. Algunos guardianes de cárceles hasta han osado tomar fotografías de las aberraciones y torturas infringidas a los detenidos y que yo sepa no han recibido un castigo ejemplarizante que deje sin ganas a otro de cometer las mismas arbitrariedades.

Abuso de medicamentos prescritos


Es posible que todos, alguna vez, hayamos sentido algún malestar que hayamos curado con un medicamento que nos recetaron algún tiempo atrás o que una vecina haya acudido a preguntarnos qué remedio le puede dar a su hijo para cierta molestia. Eso es automedicarse.

El abuso de medicamentos de prescripción es algo más grave, no es un problema nuevo o únicamente actual, por ello merece enorme atención, especialmente de los padres de familia, profesores y galenos.

Todos deberíamos saber que automedicarse no es conveniente, menos aún ingerir medicamentos sin causa clínica o tomarlos para prevenir algo que nos puede llegar por nuestro comportamiento. Por ejemplo: escuché que un amigo de mi esposo tenía relaciones sexuales extramatrimoniales con mujeres desconocidas, luego se hacía aplicar no sé cuántas inyecciones de penicilina supuestamente para “prevenir” un posible contagio de una enfermedad de transmisión sexual.

Desafortunadamente lo que estaba haciendo dicho señor era vacunándose contra ese medicamento pues si utilizamos fármacos que no necesitamos, posteriormente el organismo lo rechazará y no hará el efecto deseado. Tampoco es válido ingerir antigripales supuestamente para prevenir un resfriado por motivo de viaje, examen, o lo que sea pues si bien la ingesta de medicina para la tos y el resfriado en grandes cantidades parece algo inocuo, realmente no lo es.

Los padres de familia deben estar muy atentos pues el consumo de fármacos para resfriados como droga no es una práctica nueva entre los adolescentes. El jarabe para la tos puede ser utilizado para lograr un efecto estimulante. Algunos adolescentes han llegado al terrible descubrimiento de que pueden drogarse ingiriendo grandes cantidades de fármacos de venta libre que contengan dextrometorfano, también llamado "DXM" y como el DXM se encuentra en medicinas de venta libre, muchos adolescentes piensan con gran ingenuidad, que no se trata de un fármaco peligroso.

Según The International Narcotics Control Board (Junta de Control Internacional de Narcóticos), vinculada a la ONU, (con sede en Viena) en su informe anual dedicado a reseñar lo ocurrido durante el 2006
“El abuso de medicamentos ya ha superado al de drogas tales como la heroína, la cocaína y el éxtasis en partes de Europa, África y el sudeste de Asia. Sólo en Estados Unidos, el abuso de analgésicos, estimulantes, tranquilizantes y otras drogas ha superado prácticamente todas las drogas ilícitas, con excepción de la marihuana.”
¿Cuáles son algunos de los medicamentos de prescripción comúnmente abusados?

Los opiáceos se recetan frecuentemente por sus propiedades efectivas analgésicas de aliviar el dolor. Los medicamentos que pertenecen a esta clase, a veces conocidos como narcóticos, incluyen la morfina, codeína, y otras drogas analgésicas. El uso a largo plazo también puede llevar a la dependencia física y a la adicción, es decir, que el cuerpo se adapta a la presencia de la droga y si su uso se reduce o se suspende, ocurren síntomas del síndrome de abstinencia.

Los depresores del sistema nervioso central son sustancias que pueden disminuir la función normal del cerebro. Debido a esta propiedad, algunos depresores del SNC se utilizan para tratar la ansiedad y trastornos del sueño. Los más utilizados son Barbitúricos, como el mefobarbital y Benzodiacepinas, como el diazepam. Ellos producen un efecto somnoliento o calmante que beneficia a aquellos que sufren de ansiedad o de trastornos del sueño. El uso continuo también causa dependencia y otras consecuencias dañinas.

Los estimulantes, que se recetan para tratar el trastorno del sueño llamado narcolepsia, el trastorno de hiperactividad con déficit de atención y la obesidad, intensifican la actividad cerebral, ocasionan un aumento en la agudeza mental, en la atención y en la energía, que son acompañados por un alza en la presión arterial y un aumento en la velocidad del corazón y en la respiración.

Cuando se toman dosis altas de algunos estimulantes repetidamente durante un corto período de tiempo, se pueden producir sentimientos de hostilidad o de paranoia.

Quienes utilizan los analgésicos, los depresores del SNC o los estimulantes rara vez se vuelven adictos si los toman de acuerdo a las indicaciones médicas. El riesgo de la adicción existe cuando esos medicamentos son utilizados de una manera diferente a la prescrita.


Bien, si alguien está consumiendo un analgésico para un dolor crónico y siente que el fármaco ya no tiene la misma eficacia para controlar esa molestia, primero debe hablar con su médico y no aumentar la dosis por su cuenta. Finalmente, nunca utilice la receta de otra persona.

El abuso verbal


El abuso verbal es muy difícil de detectar pues nunca deja cicatrices visibles, a menos que haya desembocado en violencia física. Pero su invisibilidad se hace mayor por el hecho de ocurrir, por lo general, en privado dado que quien abusa siempre se muestra muy cordial en público, se convierte en lo que llamamos luz de la calle, oscuridad de la casa.

La víctima de abuso verbal, es generalmente el blanco de todo cuanto le acontezca al abusador: se sus arranques de ira, del sarcasmo, del mutismo o de una fría indiferencia. Si hay reclamo, inmediatamente el abusador se pone a la defensiva y tiene expresiones así: “¿A ti qué te sucede?” “Siempre lo malentiendes todo.” “Magnificas lo que digo, ¿no te das cuenta que soy muy reflexivo, que no deseo hacerte daño?”

Con el tiempo, la persona abusada pierde su seguridad, su equilibrio y pronto comenzará a preguntarse si ha enloquecido puesto que el otro suele usar la negación y jamás reconocerá su responsabilidad.

El abuso verbal puede comenzar
con frases despectivas disfrazadas como chistes y poco a poco aumentar su intensidad, variedad y frecuencia. De repente la persona no toma nada en serio y si el otro se atreve a contradecir el protagonista pasa de la más viva alegría a una de sus fases preferidas como la de hacerse la víctima o emplear la ley del hielo.

Hay una
incongruencia entre la forma en que habla el abusador y sus verdaderos sentimientos. Puede sonar muy sincero mientras dice lo que la otra persona tiene de malo. Pero lo que más le caracteriza es su carácter imprevisible. Está muy bien en este momento, pero nadie puede asegurar cómo estará después de un momento; de tal manera que el golpe de efecto desestabiliza totalmente al otro, quien queda atontado por algún comentario injurioso, la frase hiriente, el desprecio y la lista de cosas supuestas que ha hecho o dejado de hacer.

El abuso verbal es manipulador, insidioso, controlador, puede ser abierto o encubierto. Está constantemente rebatiendo y corrigiendo todo lo que dice y hace el otro. Si una pareja tiene una discusión sobre un tema real, éste puede ser resuelto, pero para ciertos individuos todo vale y pueden enfrascarse por horas en donde no hay conflicto específico. Por consiguiente, la misma discusión la tendrán muchas veces durante muchos días, meses y años si es que existe alguien que lo resista.

El abusador verbal puede juzgar y criticar a su pareja y luego expresar su juicio de una manera crítica. Si la otra persona objeta, le contestará que simplemente está señalando algo para ayudar a la pareja, pero en realidad está expresando su falta de aceptación al otro.

No hay que olvidar que si una pareja retiene información y sentimientos que devienen en resentimientos, termina por debilitar el vínculo. Amenazar es una forma clásica de abuso verbal. Manipula a su pareja haciendo que surjan en ella sus mayores temores; esto incluye la amenaza de irse o divorciarse.


Pienso que tergiversar la realidad y la verdadera experiencia de la pareja es sumamente destructivo. Es una forma muy insidiosa de abuso verbal, porque niega todo aquello bueno y noble que ha hecho el otro, distorsiona la percepción real y muy pronto el abusado tratará de cambiar su comportamiento consciente o inconscientemente para no perturbar al abusador.

La negación puede ser muy dañina pues anula la realidad de la pareja. De hecho, un abusador verbal podría leer esto e insistir que no es abusivo.

Clases de abusos II (Concusión y cohecho)


Revelar la existencia de la multiplicidad de formas que adopta el abuso alrededor del planeta, es una tarea compleja e inacabada pero afortunadamente hay mucha gente que está en el camino de la concienciación que, me encantaría que conduzca a una sociedad más equitativa, igualitaria y muy respetuosa de las diversidades.

Dentro de las diferentes clasificaciones que se pueden hacer sobre el abuso, es quizás el abuso de poder el que más víctimas tiene pues no es necesario que se trate de un personaje con un alto rango de autoridad para cometer desafueros. Muchas veces el abuso llega de parte de quien cuida la puerta del hospital, del portero del colegio, de quien atiende en una ventanilla del seguro social, de un empleado bancario y lo que es peor, de quien debía ser todo amor: el padre.

El abuso de poder en los vínculos interpersonales: la violencia de género en todas sus manifestaciones y el grave problema social que representa el maltrato y abuso de niños, niñas y adolescentes (violencia familiar, escolar, institucional), merecen ser examinadas aparte.

Para hablar de abuso de poder habría que examinar primero el concepto: Es la capacidad de las personas o grupos para inducir o influir en el comportamiento, las acciones o creencias de otras personas o grupos.

Existen muchas clases de poder:
El poder legítimo que es aquel que deriva de un puesto o cargo a los que los ciudadanos o las instituciones del Estado dan legitimidad; aquí incluimos los políticos, las fuerzas armadas y todo aquel que se encuentre dentro de la esfera de lo que comúnmente llamamos autoridades.

El poder de la pericia o el que otorga el conocimiento adquirido en base a la investigación científica: abogados, médicos y profesores colegiales o universitarios pueden ejercerlo por medio de sus conocimientos especiales.

Por lo general relacionamos el abuso de poder con todo acto de los funcionarios que se exceden en sus atribuciones o facultades respecto a particulares o al asunto público. Los excesos en el poder que durante siglos han nutrido la relación asimétrica de cualquier avance sobre los más vulnerables y los desvalidos, ocupan el primer lugar en la enorme y polifacética lista de abusos.

Hoy me voy a detener en dos tipos de abuso que se registran a diario en muchas dependencias y que, al parecer, la ciudadanía ha aprendido a convivir con ellos:
concusión y cohecho, pero ¿qué es eso?

La diferencia entre concusión y cohecho se encuentra en el sentido mismo de los vocablos. El primero significa la exacción hecha por un funcionario público en provecho propio, mientras cohecho es la acción por la cual cualquier individuo soborna a un juez o funcionario público.

Exacción significa el hecho de exigir, con aplicación a impuestos, prestaciones, multas o deudas. Se trata de algo que sólo puede percibir el Estado, en cuyo nombre se actúa. En este delito hay una exigencia de lo que se recibe, lo cual lo distingue del cohecho, pero tan deshonesto e inconveniente es el uno como el otro delito.

En ambos casos hay un abuso de funciones del agente, y el fin perseguido es la obtención de un lucro ilegítimo. En los dos casos se lesiona el bien jurídico de la administración pública, pero sólo en la concusión también existe lesión al patrimonio particular.
La diferencia radica en que en el cohecho hay un acuerdo venal al que llegan las partes, sin que el sujeto activo ejerza coacción sobre el particular o le infunda temor.

Clases de abuso I


Hace unos días vino a visitarnos un amigo cuyo hijo mayor tiene un problema cerebral. Siempre nos ha mantenido al tanto de los progresos del chico, hemos compartido con él la alegría de verlo caminar sin ayuda, de saber que ya come solo e igualmente ha aprendido a ir al lavabo; pero también nos hemos entristecido cuando aparentemente ha tenido un retroceso.

La criatura estuvo varios años estable, yendo a una institución en donde todos los niños tienen problemas semejantes a él, pero extrañamente hace un par de semanas el chico se niega a ir a dicho lugar. Como su padre lo llevó de todas maneras, el pequeño no quiso alimentarse, se negó a ir al sanitario para hacer sus necesidades fisiológicas y dejó de comunicarse.

Luego de muchas reflexiones del por qué de la actitud de ese chico y enterada que no ha sucedido con otros niños, concluí que debía estar siendo víctima de algún tipo de abuso. No le expresé mis pensamientos al amigo por temor. Mi esposo estuvo de acuerdo cuando se lo planteé.

¿Por qué no se lo dije?
La razón es muy simple. No podía alarmarlo. Por lo general la gente relaciona el abuso con lo sexual y en eso hay una gran equivocación pues existen infinidad de clases de abusos, simplemente alguien puede estar maltratándolo.

¿Qué es abuso?
Es la acción por la cual se utiliza indebidamente una cosa, una posición o la autoridad.
Desde el punto de vista jurídico
, abuso es el provecho que se saca de un derecho para un fin distinto de aquel para el que ha sido establecido legalmente; se manifiesta por la desproporción indefectible y enorme entre el perjuicio y la utilidad.

Desde el punto de vista mercantil, es el acto del socio por el cual se excede en sus facultades en el manejo de la firma social.

Desde lo penal, es el acto de un funcionario que se sobrepasa en sus atribuciones dando lugar a una serie de delitos tipificados por la Ley en razón del carácter de funcionario público de sus autores.
En este grupo se encuentran los abusos más conocidos: detención ilegal, el cohecho, la percepción ilegal de impuestos, la prevaricación, la violencia para impedir la acción de la justicia, la violación de domicilio y de la correspondencia, etc.

No hay que olvidar al abuso de poder, abuso emocional, el abuso físico y de autoridad paternal, el abuso en el consumo de ciertos alimentos, drogas, etc.

Finalmente viene el primero que llega a la mente de muchos: el abuso sexual. Consiste en cualquier acto de tipo sexual en el que concurra alguna de las siguientes circunstancias: uso de la fuerza, o de la intimidación, que la víctima sea menor de edad o esté privada de razón o de sentido.


La convivencia y la paz II



Probablemente en nuestro país, como en muchos otros haya existido buena intención en los educadores al momento de transmitir sus conocimientos a los niños y a los jóvenes, pero hay ocasiones que son esos mismos educadores, llámense docentes, padres de familia, sacerdotes, pastores o dirigentes quienes ponen el punto discordante, sin proponerse quizás, sembrando la semilla que poco a poco generará violencia.

Si los chicos observan y sienten un ambiente de armonía, libertad y comprensión, ellos aprenderán a ser serenos y a dirimir las diferencias de criterio con afecto, con algo muy diferente a los golpes o al insulto que se derivan de unas señales de intolerancia, injusticia y opresión que sufren a diario muchos de nuestros pequeños.

La convivencia armoniosa es un elemento fundamental en el proceso de enseñanza aprendizaje en una doble vertiente: por un lado, porque supone hablar del ambiente en que cada cual se desarrolla debido a su enorme importancia, y por otro, porque es parte esencial del desarrollo de cada persona.

Si bien, educar para la convivencia exige la implicación de todos los sectores de la comunidad educativa: alumnado, padres de familia, profesorado y personal no docente, es necesario adecuar y hacer accesible la información a todos los sectores para favorecer su participación comenzando por aleccionar a quienes tienen la responsabilidad de impartir los conocimiento, no sólo en el plano educativo sino en el día a día.

Por consiguiente, para lograr a futuro una convivencia en paz, es necesario un proyecto que abarque todos los aspectos que la cotidianidad exige, fomentar la información, la tolerancia, la participación, el respeto, la comunicación y la colaboración.

Son muchísimos los campos en que los seres humanos podemos participar de acuerdo a nuestra formación, a nuestros ideales y sobretodo, de acuerdo a nuestra disponibilidad. A nuestros niños y jóvenes hay que enseñarles que no siempre los anhelos van acordes al ritmo mismo de los acontecimientos personales, familiares, o sociales.

Cada persona puede marcar la diferencia, haciéndose más responsable, más abierta, más comprensiva (sobretodo si son formadores) y comprometiéndose
en las acciones y relaciones, posponiendo la gratificación inmediata para obtener una mayor recompensa más tarde sabiendo que las dificultades en el camino necesitan tiempo y esfuerzo continuo para sortearlas.

Si poseemos la determinación, el entusiasmo, el deseo,
y la creatividad para la acción transformadora ello facilitará el proceso de aprendizaje que nos permitirá romper todos los esquemas obsoletos, principalmente acabar con el paradigma de víctimas que nos hace sentir impotentes y vulnerables ante una realidad hostil que creemos nos ha obligado a desarrollar mecanismos que violentan la vida pública, pretendiendo que es la única manera de resolver los problemas personales y colectivos.

La convivencia y la paz I


Hace unos días un chico que está en la secundaria me preguntó:

¿Qué es convivencia?

Simplemente es vivir con...

Estoy convencida de que la convivencia se construye a partir de los actos cotidianos, desde los más pequeños y simples en nuestra vida personal, hasta en los más grandes entornos colectivos, escolares, laborales, comunitarios y nacionales, le respondí.

Para que la convivencia sea posible es necesario el respeto y la estimación recíproca. El respeto es atención, deferencia, amabilidad, el aceptar opiniones e ideas que difieran de las propias, en definitiva: consideración. Hay que tener en cuenta la dignidad de la personas y apreciarlas por lo que valen.

El chico insistió:
¿Qué nos conduce a vivir en paz y dejar de lado los desacuerdos y las oposiciones?

La intención que pongamos en las decisiones que tomamos en nuestro quehacer diario y el propósito de las relaciones que construimos y mantenemos para el desempeño de nuestras distintas actividades, pues no nacimos sabiendo cómo vivir juntos, sino que lo hemos ido aprendiendo a través del proceso de socialización en el que estamos inmersos desde que nacimos, y durante el cual percibimos lo que nos rodea según lo que nos van enseñando.

Cada quien observa el mundo según su historia personal y familiar, de acuerdo a sus creencias y sus valores, lo cual nos moviliza a infinidad de maneras de actuar y a múltiples alternativas de promover y abordar las transformaciones. De esa forma comenzamos a captar que
las diferencias no son limitantes, no son excluyentes, forman parte de nuestra naturaleza humana.

Y debemos comenzar a sentirnos estimulados para buscar en esas diferencias los puntos comunes, las oportunidades para complementar lo que pueda enriquecer las propuestas de acción desde cualquier punto donde nos encontremos, que tiendan puentes progresivos para ir construyendo la participación, respetando y reconociendo a los demás, protagonizando los espacios de encuentro y de construcción colectiva como lo son las juntas comunales, parroquiales, escolares, colegiales, universitarias, etc.

Estoy convencida de que la convivencia es posible entre diversas culturas y el contacto ayuda y enriquece a sus participantes...

En nuestras manos está hacer la diferencia entre la exclusión y la inclusión, el conflicto y la paz, entre la desavenencia y la convivencia pacífica, entre la oposición cerrada y la tolerancia.


La paz más que una meta, debe ser el camino para la sana convivencia y requiere que la pensemos, la sintamos, la expresemos y actuemos para trasmitirla y extenderla con el convencimiento de que llegará a todos los ambientes donde seamos portavoces de su necesidad y de su impacto.

La expresión de sentimientos


Han sido muy pocos los textos que he escrito y que tienen algo qué ver conmigo. Quizás aquellos en donde hablo acerca de los hijos y, de alguna manera, pienso en ellos al momento de expresar sentimiento maternales, eso ciertamente es inevitable pues hemos tenido una relación bellísima.

El jueves 14 del presente publiqué el artículo titulado “Ni de aquí, ni de allá”. Sorprendentemente me han telefoneado algunas personas para decirme que lamentan que la relación con mi esposo no sea buena.

¿De dónde han sacado dicho disparate?

En ningún momento he abordado un tema íntimo; pues considero que lo que sucede en
un hogar, únicamente debe importar a sus miembros. Me he referido al arraigado sentimiento patrio, que en muchas personas es supremamente fuerte, pero para otras poco a poco se desvanece cuando se encuentran fuertes circunstancias que nos ponen los pies sobre la tierra.

Hablé en primera persona y en plural, pero casi la totalidad de aquello lo había escuchado a muchas amigas que son de diferentes lugares del planeta y viven en el país de su marido. No he manifestado nada textual, simplemente vi que el tema se prestaba para redactar un comentario poniendo una buena dosis de sentimientos.

Cuando escribo, siento una especie de inspiración, mis dedos vuelan sobre el teclado, me dejo llevar por la imaginación y por la información que necesite, según el tema y dejo plasmado un poco de mí, pero no de mis vivencias conyugales. Es muy semejante a lo que me sucede cuando dibujo o pinto: escucho unas melodías hermosas, pienso en situaciones que me han llenado de júbilo y que he imaginado que podría recrearlas en un cuadro.

Me muevo en el mundo de lo estético, de lo dulce y adorable. Me deleito con la belleza, el goce, el amor, el esplendor de la naturaleza, el gusto por las fragancias agradables y la ternura. Mis obras están llenas de alegría, de luz, de esperanza, de magia, de música… son un canto a la vida. Ninguna de ellas representa algo que haya vivido, contienen mis elucubraciones sobre algunos temas, algunos sueños, ilusiones expresadas por otros seres, muchas ideas…

La expresión de sentimientos casi nunca habla de los propios; alguna vez escuché en un noticiero de TV que le demostraban a un canto-autor el pesar porque supuestamente su mujer lo había dejado; éste sorprendido dijo:

- Mi relación matrimonial está de maravilla, ¿a qué se debe tu preocupación? Pensé que era autobiográfico aquello de “y quién es él, en qué lugar se enamoró de ti…” Contestó el confundido locutor.

¿Y qué pasó con aquello de ser de ningún lado? Algo muy agradable, ser ciudadana del mundo es algo que siempre me ha interesado.

La fiesta de san Juan


Se cree que los celtas, muchísimos años antes del cristianismo, celebraban unas fiestas especiales la noche más corta del año, el día del solsticio de verano en el hemisferio norte. Con el advenimiento del cristianismo, la iglesia acomodó las fiestas existentes con las suyas y he ahí que nació la fiesta de san Juan.

En la antigüedad había la creencia que el sol no volvería a su esplendor total pues, después de esa fecha, los días eran cada vez más cortos. Así se crearon los rituales con el fuego: fogatas, hogueras… para simbolizar el poder del sol y ayudarle a renovar su energía.

El rito purificador de las hogueras se completa con agua y plantas mágicas, que se dejan en agua toda la noche para lavarse por la mañana. Por eso cada 23 de junio los mercados por la mañanas tienen fragancia de: flores, romero, menta, manzanilla, rosas..., que se venden por ramilletes en puestos ocasionales sólo durante ese día.

En España, la noche de San Juan (23 de junio), es de tradiciones mágicas, se caracteriza por la multitud de hogueras que iluminan la noche, la gente arroja a la hoguera antes de su encendido pequeños objetos, conjuros, deseos e incluso los jóvenes lanzan pequeñas anotaciones del curso, todo ello con el objetivo de hacer desaparecer los malos espíritus.

La costumbre más común en todas las localidades es el baile del fuego; además el rito de mojarse los pies en el mar o en cualquier fuente de agua a las doce de la noche para limpiar el espíritu de algunos males.

Queramos o no, la festividad de San Juan es de origen pagano y desde sus orígenes los pueblos de Europa ya encendían hogueras en sus campos durante la noche anterior. Actualmente, son muchas las personas que aprovechan la noche más corta del año para celebrar la llegada del calor con rituales y costumbres muy diversas.

Los españoles durante la colonia trajeron a América esta costumbre, ya cristianizada. Es así que en diferentes lugares de Sudamérica existe dicha celebración, no como copia de las que se realizan en la península ibérica sino que cada región tiene su propia manera de festejar, como en Bolivia, en Chile, en Colombia, en la amazonía peruana y en Venezuela. En la serranía andina norte de Ecuador celebran algo llamado inty raymi:
es la principal celebración de los pueblos indígenas de los Andes para dar la bienvenida al solsticio de verano cuya fecha clave es el 21 de junio, que marca el final y el comienzo del año agrícola.”
Esta es una fecha (la de san Juan), en la que abundan las leyendas fantásticas.

Quienes creen en ello son unánimes al decir que es un período en el que se abren de par en par las invisibles puertas del otro lado del espejo: se permite el acceso a grutas, castillos y palacios encantados; salen a dar un vespertino paseo a la luz de la Luna seres femeninos misteriosos en torno a sus infranqueables moradas; afloran enjambres de encantados espíritus de duendecillos enamorados amparados en la oscuridad de la noche y en los matorrales; el amor florece y debes tener pareja, pues si esa noche duermes solo, te irá mal en amores el resto del año.


En la noche mágica de san Juan, la atmósfera se carga de un aliento sobrenatural que impregna cada lugar mágico del planeta, es el momento propicio para el amor, para estremecernos, ilusionarnos, reflexionar… y si no hay nada mejor qué hacer, narrar a nuestros hijos, nietos o amigos toda clase de cuentos y anécdotas que nos sepamos o tomar una guitarra y entonar dulces melodías alrededor de la hoguera.

Al día siguiente, muy temprano debes ver tu sombra, si no te ves la cabeza significa que cualquier día de los próximos 365, morirás, ja.

No ser ni de aquí, ni de allá.


Lo que hoy expreso lo entenderá mejor alguien que haya vivido muchos años alejado de su país. Lo he escrito después de haber leído la bitácora de una persona que únicamente ha escrito quejas de su país de residencia.

¡Patria! te adoro en mi silencio mudo,
y temo profanar tu nombre santo.
Por ti he gozado y padecido tanto
cuanto lengua mortal decir no pudo.
No te pido el amparo de tu escudo,
sino la dulce sombra de tu manto:
quiero en tu seno derramar mi llanto,
vivir, morir en ti pobre y desnudo.
Ni poder, ni esplendor, ni lozanía, son razones de amar.
Otro es el lazo que nadie, nunca, desatar podría.
Amo yo por instinto tu regazo,
madre, eres tú de la familia mía;
¡Patria!
¡De tus entrañas soy pedazo!


Desconozco quien escribió ese poema, me lo hicieron aprender en el colegio para recitarlo en el momento de izar la bandera. Lo decía mecánicamente pues a esa edad ni siquiera tenía consciencia de lo que significaba patria. Estaba muy lejos de pensar que algún día diría lo siguiente:

Si parto del principio que en el mundo existe más amor que odio, en todas partes podemos encontrar gente maravillosa, gentil, atenta, amable, honrada, generosa, correcta y con abundante ternura para dar y recibir; al menos si el grupo no es mayoritariamente xenófobo.

Cuando por amor o por obligación laboral tenemos que dejar nuestro país y vivir un largo tiempo en uno que es “prestado”, comenzamos por ver lo malo de la nación receptora, sobretodo, si no ha habido buena acogida por parte de los familiares de la pareja; todo nos parece inconveniente y cual amor lejano, idealizamos aquella patria que nos fue arrebatada, aquel terruño amado en donde las fragancias, paisajes y habitantes nos eran tan entrañablemente conocidos.

La soledad nos invade aunque estemos rodeados de muchos amables desconocidos y es más intensa cuando en nuestro entorno tratamos personas que no se cansan de recordarnos una y otra vez que nuestras opiniones son inválidas porque no hemos nacido en ese lugar, nuestros conceptos acerca de política mejor esconderlos muy dentro pues nada tenemos que decir, si posiblemente, según ellos, nuestro país está peor. Nada más lamentable que la posición de algunos cuando con tono triunfal dicen: “eso no se acostumbra aquí”, “aquello será algo habitual en tu país pero aquí somos diferentes…” “Yo por lo menos soy de aquí y mucha gente me conoce…”

Es ahí cuando se toma la decisión de edificar un mundo propio en el cual únicamente entra la familia, unos pocos “amigos”, los condiscípulos propios o de los hijos y aquellos que por cuestiones laborares, de estudio o del género que sea tenemos que tratar.

Y seguimos por el camino de la vida viendo pasar las estaciones, trabajando sin descanso, observando extasiados la naturaleza, los acontecimientos, el maravilloso crecimiento de los hijos y todo aquel sentir primero deviene en nostalgia de una música grata, de un sabor añorado y nos damos cuenta que ya no tenemos patria, que ahora somos de ningún lado…

Colombia “italianizada”


Dicen los historiadores colombianos que allá por el año 1897 llegó el cine a Colombia, dos años después que los hermanos Lumière estrenaran el cinematógrafo en París. El cine en Colombia se desarrolló gracias a la iniciativa privada de los hermanos Vicenzo y Francesco Di Domenico, no sólo impulsaron la presentación de cine sino que se aventuraron a realizar sus propios documentales. El primero de ellos fue: “Drama del 5 de octubre.”

Los hermanos Di Domenico también construyeron la primera sala de cine llamada “Salón Olimpia”.

Pero no voy a hablar de cine, sino sobre la ingerencia positiva que algunos italianos han tenido en Colombia:

La música de nuestro himno nacional fue compuesta por Orestes Sindici.

El primer mapa del territorio colombiano fue realizado por don Agustín Codazzi.

El puente del Humilladero en Popayán fue construido por el arquitecto Fray Serafín Barbetti.

El encargado de levantar los planos para la construcción de la catedral de Villanueva en Medellín fue el ingeniero Felipe Crosti.

El diseño arquitectónico de la fachada frontal del Capitolio Nacional fue obra del arquitecto italiano Pietro Cantini quien también fuera el encargado de la construcción del Teatro Colón, inaugurado el 26 de octubre de 1895, su función de estreno: presentación de la ópera Ernani de Giuseppe Verdi.

La hermosa estatua de “La Rebeca” en Bogotá fue esculpida por Tito Ricci.

El monumento a Cristo Rey en Cali lo hicieron los hermanos Alindo y Alideo Tazziori.

El Simón Bolívar de Medellín: Mascarioni.

El monumento Arco Iris de luces de la torre de Colpatria fue ideado y ejecutado por Gianni Capena, Massimo Morati y Fabio Novarese.

Y el Club del Comercio de Bucaramanga, construido por Pietro Colombo Monticoni.

Nuevamente la libertad de expresión en entredicho


La libertad de expresión es el derecho de todo individuo a expresar ideas libremente, y por tanto sin censura. Es un derecho fundamental defendido en la mayoría de Constituciones políticas del mundo.

Según el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos humanos, todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión.

Naturalmente ello no quiere decir que cualquier persona, llámese periodista, comunicador social o pepe cortisona, pueda emitir juicios infundados o carentes de veracidad. Toda información debe asegurar el respeto a los derechos o a la reputación de los demás pues toda libertad conlleva un deber y eso está también reglado en la misma Declaración en el artículo 29:
“En el ejercicio de sus derechos y en el disfrute de sus libertades, toda persona estará solamente sujeta a las limitaciones establecidas por la ley con el único fin de asegurar el reconocimiento y el respeto de los derechos y libertades de los demás, y de satisfacer las justas exigencias de la moral, del orden público y del bienestar general en una sociedad democrática.”
Uno de los condicionantes de toda democracia es el ejercicio de todas las libertades, todo gobierno que se precie de ejercer el mandato constitucional con equidad, justicia social y verdadera democracia, debe aceptar que haya voces discordes, que sus conciudadanos puedan oponerse sanamente a algunas de las tesis que enmarquen su programa gubernamental.

Todos tenemos derecho a la libertad de pensamiento y de expresión. Aunque parezca repetitivo, este derecho comprende la libertad de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, ya sea oralmente, por escrito o en forma impresa o artística, o por cualquier otro procedimiento de nuestra elección.

No se puede restringir el derecho de expresión por vías o medios indirectos, tales como el abuso de controles oficiales o particulares de papel para periódicos, de frecuencias radioeléctricas, o de enseres y aparatos usados en la difusión de información o por cualesquier otro medio encaminado a impedir la comunicación y la circulación de ideas y opiniones.


Son las dictaduras o los gobiernos de corte totalitario quienes incumplen dichas disposiciones, son aquellos a quines molesta que la prensa investigue y saque a la luz sus oscuros proyectos.

La comunidad internacional debería boicotear a gobiernos de esta naturaleza.

No debemos olvidar que la posibilidad del disenso fomenta el avance de todo tipo: de las artes, las ciencias y la auténtica participación ciudadana en los destinos de su país.

Carta Nº 2 al Presidente Álvaro Uribe

¡Buenos días, señor Presidente!

Hasta el momento la mayor parte de los colombianos estamos muy contentos que usted haya sido reelegido para que pueda seguir con sus programas de Estado para sacar a Colombia del atolladero en que se encuentra debido a los grupos alzados en armas.

En los cuatro años anteriores la gente de las FARC no han dado signos de querer negociar la paz; únicamente se han manifestado por el cambio humanitario de secuestrados a cambio de reos de sus filas, pero para ello quieren que les “despejen” algunos municipios (Pradera y Florida en el Valle del Cauca), esto es dejar sin Dios ni Ley parte de nuestro territorio. Ciertamente me alegra muchísimo que usted, señor Presidente no haya accedido a que Colombia tuviera nuevamente un pedazo de terreno sin jurisdicción.

Sería magnífico que el intercambio se diera, pues esa pobre gente debe estar viviendo un infierno. Señor Presidente, usted que es un hombre muy inteligente ¿por qué no se ha apresurado a rescatarlos a la mayor brevedad posible?

Pensé que si en los años anteriores no hubo un gran avance con ese grupo debía ser que las Fuerzas armadas estaban preparando increíbles estrategias que darían la gran sorpresa en el segundo mandato.

Usted, doctor Uribe, ha logrado desmovilizar a decenas de miles de paramilitares, ha habido crecimiento económico, ha conseguido importantes logros en materia de Leyes necesarias para el mejoramiento de la Justicia, incluso los suyos en el Congreso pudieron modificar ciertos artículos constitucionales para que la reelección fuera un hecho; por tales razones creo que sí puede lograr que las personas secuestradas vuelvan a sus hogares después de tanto tiempo que no han tenido contacto con sus familiares. Es imperativa la negociación, pero sin despejes, Señor Presidente.

Doctor Uribe, ahora quiero expresarle unos interrogantes acerca de un tema que es motivo de preocupación, sobretodo para quienes viven fuera del país:

¿Por qué nuestro país no busca un acercamiento más profundo con nuestros vecinos y con los países latinoamericanos?

¿Por qué insistir tanto con nuestro socio del norte si hay posibilidades de integración con países hermanos?

Si la aprobación del TLC con los estadounidenses no fuera un hecho, al menos inmediato, ¿Por qué inquietarnos al extremo?

¿Por qué nos dejamos condicionar?

Colombia hace y ha hecho lo posible por erradicar ciertos problemas que no existieran sin no hubiese demanda de cierto producto. Es de todos sabido que cuando hay consumidores, surgen los productores.

Es verdad que ese país nos hace importantes compras, pero también es cierto que sus agricultores son subvencionados y nuestros campesinos pueden enfrentarse a un aprieto más, además de “aquello” que deben soportar a diario.

En otro tema hay algo que me inquieta sobremanera: en estos días se colecta el primer “impuesto de guerra”, según el diario El Tiempo
La Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales, DIAN, ha reiterado que el dinero que sea recaudado, 8,6 billones de pesos en los cuatro años, por este concepto será destinado a fortalecer y renovar los equipos de las Fuerzas Militares e incorporar un mayor pie de fuerza, para mantener el trabajo que se ha venido realizando en el tema de seguridad democrática.”

Don Álvaro, me parece que las partidas presupuestarias más grandes que tiene nuestro país van destinadas a las fuerzas del orden, sin contar con las ayudas externas para el plan patriota para perseguir a quienes sabemos.

¿Por qué no financiamos mejor la paz?

Dr. Uribe, cuando me enteré que había sido aprobado ese impuesto creí que era para invertirlo en gestión social encaminada a restituir los predios perdidos a todos los desplazados o para la realización de infraestructuras necesarias para hacer frente a los nuevos programas de integración comercial, para dotar los hospitales de lo necesario para que los desposeídos tengan mejor atención médica;
o para desarrollo del sector agropecuario, para investigación científica encaminada a mejorar la educación, cultura y vida de los colombianos.

Señor Presidente, antes de despedirme quiero que sepa que la mayoría de colmbianos creemos que las declaraciones del señor Mancuso no son más que una vil estrategia para enlodar el buen nombre de funcionarios públicos, de gerentes de grandes empresas y de altos mandos militares.
Es una especie de venganza porque lo han hecho declarar sus crímenes. Tranquilo, don Álvaro, se nota que ese paramilitar lo que desea es echar una columna de humo sobre el tema para que parezca que sus atrocidades son nada. La Fiscalía esclarecerá el asunto, ese señor tendrá que presentar pruebas irrefutables de sus aseveraciones.

Ya me alargué y sé que su-merced trabaja mucho por nuestro país y no tiene tiempo de leer largas misivas.

Saludos especiales para su esposa y los niños
¡Buena suerte!

Oposición al gobierno de turno

Estoy segura que casi la totalidad de las Constituciones políticas de los países que viven en estado de derecho contemplan la facultad de hacer sana oposición a quien esté gobernando. En tal caso los movimientos o partidos políticos que no participen de dicho gobierno pueden ejercer, dentro de lo que determinen las leyes, una oposición crítica y, sobretodo, proponer alternativas viables sobre políticas gubernamentales.

Quien sea que detente el poder no puede arrogarse la libertad de insultar, descalificar, perseguir, maltratar y tratar de eliminar a sus contrincantes políticos, aún pisoteando los contenidos constitucionales. Ese tipo de gobernantes deberían de saber que es muy sano que haya discrepancias pues aprendemos mucho con la diversidad de criterios.

En las democracias más avanzadas del mundo moderno, la oposición es parte fundamental de las mismas y los ciudadanos la ejercen de manera frontal, clara, precisa y valiente; sin miedo a ser tachados como resentidos sociales, subversivos, antipatriotas, amigos de la confrontación y del terrorismo.

Cuidado con aquellos gobiernos que han comenzado a atacar a los medios de comunicación, que se refieren a los representantes de otros partidos políticos como corruptos, mostrándolos como una especie de peste de su país tratando de debilitar por completo a sus oponentes.


Es muy saludable que haya grupos que piensen diferente. Ello no quiere decir que esas personas tengan como único fin destruir las instituciones del Estado o que deseen hacerle daño a la nación, o que sean egoístas que no piensen es su patria.

No podemos desacreditar a quienes no razonan igual a nosotros. Un gobierno no puede enrumbarse por el camino de las estrategias beligerantes que lo único que hacen es construir odio y miseria.